Pandemia: cuál es la empresa con más muertos por Covid-19 del mundo
Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa estatal productora, transportista, refinadora y comercializadora de petróleo y gas natural de México, la más grande del país, ha reportado la muerte de 314 empleados y siete contratistas por Covid-19. Esta cifra supera a la de cualquier compañía del mundo e incluso a los decesos contabilizados en más de 110 países, incluidos Uruguay (45), Noruega (264) y Nicaragua (144).
Sin duda, los empleados más afectados han sido los que trabajan en las casi 240 plataformas y otras estructuras que la compañía opera en el Golfo de México. Para el 13 de agosto, 36 de los 7500 trabajadores de las plataformas de Pemex habían muerto a causa del coronavirus, lo que significa que tenían más del doble de probabilidades que otros empleados de Pemex de morir a causa de la enfermedad y 10 veces más probabilidades que el ciudadano mexicano promedio, según cálculos de Bloomberg.
Y si bien sus políticas y procedimientos ahora son más rigurosos, Pemex todavía sufre grandes brotes. En agosto, una enorme instalación flotante de procesamiento y almacenamiento de petróleo frente a la costa del estado de Campeche detuvo sus operaciones durante seis días debido a un brote.
Que Pemex se haya convertido en un foco de infección no es de extrañar dadas las condiciones de trabajo: espacios pequeños y poco ventilados, hacinamiento y escasez de médicos en las plataformas.
Tomás Morales Vega, un empleado de Pemex, contó a Bloomberg que trabajó durante días con síntomas hasta que finalmente lo revisó el médico y lo evacuó un helicóptero. "Había muchas personas infectadas", dijo Morales. "Los médicos no pudieron sacar a la gente de las plataformas lo suficientemente rápido".
En cumplimiento al decreto expedido por el Presidente @lopezobrador_, por el que se declara duelo nacional de 30 días por los decesos de las personas y contagios en nuestro país, el director general de #Pemex[R][R] presidió la ceremonia cívica de izamiento de la Bandera a media asta. pic.twitter.com/0yAwXLh6yW&— Petróleos Mexicanos (@Pemex) August 18, 2020
El 18 de marzo, la compañía anunció medidas de seguridad y saneamiento en la mayoría de sus instalaciones en tierra, incluidas refinerías y plantas petroquímicas. Se exigió a los trabajadores que usaran gel antibacteriano y tapabocas y se les revisó la temperatura todos los días. Se impuso el distanciamiento social y las oficinas y plantas se desinfectaron con regularidad. Pero en las plataformas, donde el distanciamiento social es casi imposible, Pemex no saneó a fondo ni redujo la cantidad de personal hasta el 28 de abril, cuando comenzó un proceso de desalojo en las plataformas petroleras del Golfo de México de forma escalonada hasta dejar las instalaciones con entre un 50% y un 25% de su personal normal, según informó Reuters.
Por otra parte, la fuerza laboral de Pemex cuenta con altas tasas de personas con diabetes, hipertensión y obesidad, condiciones que las hacen más vulnerables a las aflicciones de Covid, informó Bloomberg. Por lo general, estas personas son tratadas en uno de los 24 hospitales y clínicas de la red de Pemex, que atienden a una población de aproximadamente 750.000 personas con derecho a los beneficios de salud de Pemex, incluidos 126.274 empleados, sus familiares y jubilados. Como gran parte del sistema de salud pública de México, la atención en los hospitales de Pemex es irregular, con algunas instalaciones mal equipadas para lidiar con la gran afluencia de pacientes con el virus.
El presidente ejecutivo de Pemex, Octavio Romero Oropeza, ha rendido homenaje a los empleados fallecidos en sus visitas a campos e instalaciones petroleras, pero no ha dicho nada públicamente sobre el número de víctimas que distingue a Pemex.
Andrés Oliva, vocero del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, que representa a más del 75% de los empleados de Pemex, dijo en respuesta a preguntas enviadas por correo electrónico por Bloomberg que los métodos de saneamiento en las plataformas de Pemex "fueron adoptados de acuerdo con los lineamientos del Consejo General de Salud de México".
Sin embargo, cuando Eduardo Fernando Marín Castillo abordó la plataforma Balam-Alfa a finales de abril, no vio una implementación sistemática de medidas para combatir el virus, contó a Bloomberg su mujer, Isabel Robledo Segura. Su equipo de trabajo improvisó sus propios pasos preventivos mientras continuaba interactuando con equipos que no usaban máscaras o no se desinfectaban regularmente. Después de otro largo viaje en autobús a casa a mediados de mayo, decidió solicitar una licencia pagada bajo la Cláusula 43 del contrato del sindicato Stprm con Pemex, que estipula que los empleados que no puedan ir a trabajar debido a una catástrofe natural u otra situación extrema pueden calificar para el pago hasta que puedan regresar de manera segura.
No obstante, fue demasiado tarde ya que Castillo, de 50 años, falleció el 27 de junio.
A pesar de todo, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quiere que la paraestatal continúe operando a cualquier costo ya que ha convertido el incremento en la producción de la petrolera en una de las principales prioridades de su administración.
Para fines de abril, la producción actual de crudo de Pemex promediaba entre 1,6 y 1,7 millones de barriles por día (bpd), 1,4 millones de bpd provenía de desarrollos marinos en aguas del Golfo de México, según informó Reuters.
Sin embargo, Pemex se encuentra en peor situación financiera que casi cualquier otra compañía petrolera del mundo, con una carga de deuda de 107.000 millones de dólares. Ha luchado para hacer frente a una pesada carga fiscal, una fuerza laboral inflada, fuertes obligaciones de pensiones y un negocio de refinación que pierde dinero. Y a pesar de todo el petróleo que bombea, Pemex importa el 65% de la gasolina que vende.
A lo largo de las décadas, no ha realizado inversiones significativas en el descubrimiento de nuevos campos petroleros para reemplazar los agotados ya maduros. Después de disminuir durante 15 años consecutivos, su producción de petróleo está a la mitad de su pico de 2004. Moody's Investors Service y Fitch Ratings rebajaron la calificación de Pemex en abril y S&P Global Ratings redujo su evaluación crediticia a BBB en marzo, informó Bloomberg.
Durante décadas, Pemex ha funcionado como una fuente de ingresos para el gobierno mexicano. Donde sus pares internacionales continuamente invierten dinero en encontrar más crudo, Pemex canaliza gran parte de sus ganancias al tesoro. Los impuestos, regalías y otros ingresos del petróleo representan casi el 10% del presupuesto federal. La promesa de AMLO de aumentar la producción diaria de crudo de la compañía a 2,4 millones de barriles para el final de su mandato en 2024 podría ser ambiciosa, dado que la producción de julio fue de 1,6 millones de barriles por día, el volumen más bajo de crudo bombeado desde octubre de 1979. Tampoco está claro si o cuándo se recuperará la demanda mundial.
La joya de la corona
"Sin lugar a dudas, Pemex es el mayor dolor de cabeza de este gobierno, pero parte del problema es que el gobierno no lo ve así, sino como una promesa de motor de crecimiento en el futuro, lo cual es prácticamente imposible", declaró Jonathan Heath, el subgobernador del Banco de México (Banxico), en el seminario 2020 de la calificadora Moody’s, y que fue citado por Forbes México.
La joya de la corona de la campaña de AMLO para rejuvenecer a Pemex es una nueva refinería de 8000 millones de dólares en el estado de Tabasco, donde nació el presidente mexicano. Cuando se complete la construcción, la refinería tendrá capacidad para procesar 340.000 barriles por día, lo que la convierte en la más grande del país. AMLO dice que la refinería permitirá que México deje de importar gasolina. Sus críticos dicen que el proyecto desvía la atención del negocio principal de la perforación y señalan que las seis plantas existentes de Pemex operan a aproximadamente un tercio de su capacidad.
Sin embargo, un video publicado por la empresa holandesa Van Oord, un subcontratista del proyecto, muestra que las empresas están trabajando sin descanso para completar la refinería antes de la fecha límite de 2023 de AMLO. Fuera del sitio, cientos de vecinos se apiñan sin máscaras ni distanciamiento social, con la esperanza de conseguir uno de los 20.000 trabajos de construcción prometidos por AMLO, según el sitio de noticias mexicano Animal Político. La ministra de energía, Rocío Nahle, quien frecuentemente tuitea fotos y videos del sitio, recientemente dio positivo por Covid-19.
El movimiento de material, el flujo de trabajo, la detonación económica que se realiza en la construcción de la refinería de ?@Pemex? #DosBocas en Paraíso, Tabasco, se reporta cada semana. Comparto el avance. [R][R][R] pic.twitter.com/fg6zLaTyjT&— Rocío Nahle (@rocionahle) September 9, 2020
Cerca de 48.000 empleados de Pemex trabajan desde casa. Este verano, la compañía extendió una orden de trabajo desde casa hasta fin de año y, al mismo tiempo, creó pautas más estrictas para los empleados que esperan calificar de "vulnerables" y elegibles para una licencia pagada. Según un documento interno de Pemex del 27 de julio visto por Bloomberg BusinessWeek, los empleados deben tener 65 años o más para calificar de de alto riesgo debido a la edad: cinco años más que la edad mínima ordenada por el Ministerio de Salud de México. En el caso de las personas con diabetes o hipertensión, deben haber tenido una emergencia médica importante, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral. El representante de Pemex dijo que los médicos evaluarán a cada paciente individualmente y utilizarán los criterios como una guía en lugar de un requisito.
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