Pablo Tsukayama: “Si siguen apareciendo nuevas variantes a este ritmo, quizás empecemos a tener problemas con las vacunas”
En diálogo con LA NACION, el microbiólogo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia habló de la efectividad de las vacunas frente a la nueva variante de Covid-19 y explicó porqué la población del sur de África es propensa a generar mutaciones
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Mientras los gobiernos de todo el mundo cierran fronteras o endurecen las restricciones con los pasajeros que llegan del sur de África para frenar la expansión de ómicron, la nueva variante del coronavirus, los especialistas se apresuran a avanzar en investigaciones que puedan caracterizar la cepa y llevar certezas a la población respecto de su transmisibilidad. Pero son pocos los datos concretos disponibles al día de hoy.
Pese a que el virus ya fue detectado en más de 15 países -entre ellos, Australia, Israel, Bélgica, Brasil, Canadá, Países Bajos y Reino Unido- fuera del continente africano, y se dispersa a toda velocidad en Sudáfrica -más rápido que la variante delta, hoy dominante- el reconocido microbiólogo peruano Pablo Tsukayama insiste, al igual que otros expertos, en que cerrar aeropuertos no impedirá que ómicron continúe su expansión y confía en que, aún si el nuevo virus toma el control del mapa mundial, los países están más preparados para hacerle frente.
“De momento, pareciera que las vacunas contra el Covid-19 disponibles sirven. Los anticuerpos se producen contra varias estructuras del virus. Aunque el virus mute, como ocurre con ómicron, los anticuerpos pueden seguir neutralizando otras de sus partes”, explica a LA NACION el profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, a quien se le adjudica el descubrimiento de la variante lambda -también llamada variante andina-, en abril de 2021.
Ayer por la tarde, se confirmó que la variante ómicron ya está presente en América Latina, en al menos tres pacientes brasileños. Pero al microbiólogo le preocupa más la ola de contagios que podría generar en la región la variante delta, tal como ocurrió en Europa.
“En Perú, los casos están empezando a subir y es probable que lo sigan haciendo por la cantidad de eventos de fin de año y como réplica de los países europeos, que siempre nos llevan varias semanas de adelanto”, advierte Tsukayama. Aunque, con cierto optimismo, agrega: “Pero los países latinoamericanos hemos podido avanzar más con la vacunación y eso va a ayudarnos; también, el verano y los encuentros al aire libre”.
El gobierno de Pedro Castillo procesa diez veces más muestras que en abril de este año, cuando el equipo que integra el microbiólogo reportó la variante andina. “Esperemos, con todo esto estar mejor preparados para cuando venga la siguiente ola. Pero eso solo lo sabremos una vez que el rebrote nos empiece a golpear”, dice el profesor universitario.
La nueva variante
Tsukayama publicó días atrás un hilo de Twitter en el que resume la información disponible hasta ahora sobre la nueva cepa del coronavirus y, en diálogo con este medio, detalla algunos de esos puntos. “Si siguen apareciendo nuevas variantes a este ritmo, entonces, quizás, sí empecemos a tener problemas con las vacunas. Pero, también, en uno o dos años, tendríamos mejores fármacos, de fácil reprogramación”, señala. Y advierte que las vacunas disponibles todavía responden a configuraciones basadas en el virus que se desarrolló en Wuhan, en 2019, y que es necesario que se actualicen al menos a la versión delta, para generar una mejor respuesta inmune.
7. Una mayor capacidad de escape del sistema inmune sería muy preocupante. Sin embargo, consideren siempre que este 'escape' es un proceso gradual: Incluso en el peor de los escenarios, las vacunas NO van a dejar de funcionar por completo ante esta variante.
— Pablo Tsukayama (@pablotsukayama) November 29, 2021
Pero hay un tratamiento que deja de funcionar con la aparición de ómicron: el de la terapia monoclonal. Es el proceso al que se sometió el año pasado el expresidente estadounidense Donald Trump, y se trata de “terapias muy específicas que se les dan a las personas ya infectadas y que, cuando el virus cambia, pueden fallar”, explica el microbiólogo peruano.
En su publicación de Twitter, Tsukayama hace un llamado a la población a ser “cautos, pero no alarmistas” y pide “paciencia” mientras avanzan los estudios epidemiológicos sobre la nueva variante. “En la pandemia se está avanzando en tiempo récord, así que en dos o tres semanas seguramente tengamos evidencia concreta. Además, hay sistemas de muy buena vigilancia, como el de Reino Unido, que ya está investigando en detalle la cepa ómicron”, confía el especialista, quien no coincide en que la política del cierre de fronteras, as de una gran cantidad de países, sea acertada.
“Muchos pueden discutir. Creo que el cierre de vuelos sirve para comprar tiempo pero no termina de bloquear la difusión de las variantes, que siempre se filtran de alguna u otra manera. Permite organizar mejor los testeos, pero cancelar vuelos de regiones enteras, como ha dispuesto Israel, no tiene sentido, es muy extremo”, reflexiona Tsukayama.
Lo cierto es que, aunque las naciones se aíslen, en menos de dos semanas ómicron desembarcó en todos los continentes, con un índice de transmisibilidad que parece superar al de la variante delta, en tanto en Sudáfrica -país que le dio origen a la mutación- ya se perfila como dominante.
6. Dos posibles causas para este aumento, que no son mutuamente excluyentes: (1) Mayor transmisibilidad intrínseca que Delta; (2) Mayor capacidad de infectar a personas ya inmunizadas. https://t.co/wtQwpYQPmO
— Pablo Tsukayama (@pablotsukayama) November 29, 2021
El factor VIH
Pero, sobre este punto, el microbiólogo hace una salvedad. “La rápida expansión de los contagios en Sudáfrica puede tener que ver con otros factores, como el hecho de que una gran cantidad de personas padece sida en ese país y se encuentra inmunodeprimida”. Según explica el peruano, existe una teoría que indica que las personas con VIH o alguna otra patología que debilite el sistema inmune no solo son más propensas a contagiarse, sino que generan cuadros de Covid-19 prolongados que facilitan la mutación del virus dentro del organismo.
En un país como Sudáfrica, en el que el 20% de la población tiene VIH, “no es casualidad que se haya originado la variante del virus”, concluye Tsukayama, quien extiende la hipótesis a la región sur del continente: “La evidencia sugiere que ómicron viene de aquella zona de África. Son mutaciones que avanzan rápido, dado el cuadro previo de los infectados, y se expulsan, de repente, a la comunidad”.
15. Sudáfrica tiene una de las mayores epidemias de VIH del mundo, con aproximadamente 20% de su población infectada. Es posible que la aparición de múltiples variantes en SA sea, en parte, causada por su altísima tasa de infección por VIH. https://t.co/fBPDS9KWVC
— Pablo Tsukayama (@pablotsukayama) November 29, 2021
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