Un operativo similar al que terminó con la detención del capo narco ayer tuvo un final distinto hace tres años, en medio de una ola de violencia; “No se puede apagar el fuego con el fuego”, había dicho López Obrador
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Mismo objetivo con diferentes resultados.
Las autoridades mexicanas capturaron este jueves en Culiacán a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán, en un operativo que desató la violencia en la capital del estado de Sinaloa.
Las imágenes de vehículos incendiados, balaceras y bloqueos de carreteras recuerdan a una operación similar para capturar a Ovidio Guzmán en 2019, pero con una gran diferencia: aquella fracasó generando una ola de críticas contra las autoridades.
La versión oficial de entonces indicó que Guzmán estuvo brevemente en manos de la policía y el Ejército, pero fue liberado poco después tras un sangriento enfrentamiento con comandos armados que dejaron varios muertos.
“No puede valer más la captura de un delincuente que la vida de las personas”, explicó entonces el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en una conferencia de prensa en que detalló las razones del fracaso.
A aquella operación se le conoce como el “Culiacanazo” y durante estos tres años ha sido uno de los grandes debes de la administración de AMLO en su lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
La extraña captura y liberación de Ovidio Guzmán
La breve captura de Ovidio Guzmán en 2019 fue filmada por las autoridades.
En las imágenes se veía cómo varios militares ordenaban salir al narco de una casa en Culiacán.
Tras momentos de mucha tensión, el hijo del “Chapo” entregó su pistola a un compañero y salió de la propiedad con las manos en alto. Los soldados lo tomaron de los brazos.
Poco después de su detención, se desató una violencia inédita en las calles.
Cientos de sicarios bloquearon las calles de la ciudad, tomaron rehenes a una veintena de soldados y atacaron edificios donde residían familiares de militares.
El nivel de respuesta del grupo obligó al gobierno de AMLO a dar marcha atrás en la operación y ordenar la liberación de Ovidio Guzmán.
“Estamos hablando de casi el inicio de una guerra; no se puede apagar el fuego con el fuego y no se trata de masacres”, fueron algunas de las frases con las que AMLO justificó la decisión del gobierno.
“Acción precipitada”
La operación para intentar detener a Guzmán López en octubre de 2019 provino de una orden de captura de la corte federal de Columbia, Estados Unidos, promulgada desde el mes de abril.
En septiembre, el gobierno estadounidense solicitó a México que detuviera al hijo del Chapo. Fue entonces cuando comenzó a planearse la operación.
Semanas después, cuando un juez emite una orden de captura para extraditar a “El Ratón”, la Guardia Nacional envió un equipo a Culiacán, apoyado por elementos del Ejército.
El plan era detener el 17 de octubre a Ovidio Guzmán en su casa del fraccionamiento Tres Ríos.
La estrategia incluía el respaldo de cuatro grupos militares para vigilar las calles aledañas a la vivienda, pero aquel día solo uno pudo llegar al sitio.
El resto fue atacado en el camino a la residencia por sicarios del cartel de Sinaloa, según las autoridades. Los soldados que rodearon la casa de Guzmán López y que lograron capturarlo quedaron virtualmente solos.
Parte del problema, dijeron entonces las autoridades, fue que se retrasó la entrega de una orden para entrar a la vivienda, por lo que los militares tuvieron que esperar en la cochera y en la calle.
Esta demora intensificó las agresiones del cartel.
“Esos violentos acontecimientos fueron propiciados por una acción precipitada”, reconoció entonces el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo.
Respuesta violenta
En pocas horas, cientos de jóvenes armados bloquearon calles y avenidas de Culiacán. Un helicóptero militar recibió varios disparos.
Otros jóvenes liberaron a 50 presos que se encontraban en la prisión de Aguaruto, algunos de ellos miembros del cartel.
Los sicarios también secuestraron a soldados en una caseta de peaje en la carretera al balneario de Mazatlán y otro grupo disparó contra la unidad habitacional donde vivían familias de militares, dijo la versión oficial.
De acuerdo con el secretario de la Defensa, los sicarios arrojaron granadas que no alcanzaron a explotar y se metieron a cuatro departamentos para tratar de secuestrar a sus ocupantes.
El Gabinete de Seguridad del gobierno federal, que se encontraba reunido en Ciudad de México, recibió informes de que el cartel planeaba otros ataques en ciudades de Durango, Sonora y Chihuahua.
Otro informe indicaba el plan de los narcos de intercambiar a los soldados retenidos por Guzmán López, además de su intención de, en algún momento de ese jueves, disparar contra civiles, señalaron las autoridades.
Así, “a las 19:49 se ordena la cancelación de la operación, el retiro de las tropas del lugar donde se encontraban”, dijo el secretario Luis Crescencio Sandoval González.
Guzmán López fue liberado y la violencia se redujo paulatinamente.
“Paren todo, ya me entregué”
Antes de tomar esta decisión, los soldados que pretendían arrestar a “El Ratón” le pidieron que hablara con su familia para que ordenara un cese al fuego.
El momento se registró en un video. Las imágenes muestran a Guzmán López mientras habla por un teléfono móvil.
“Ya paren todo oiga, ya paren todo, ya me entregué”, dice. “Ya paren todo, ya tranquilos, ya ni modo”.
Pero la llamada no funcionó. “En la comunicación con su hermano éste le establece que no va a cesar”, dice el secretario de la Defensa.
“Inclusive lanza amenazas en contra del personal militar y sus familias en esa comunicación”.
Guzmán López y sus acompañantes, dos hombres y una mujer, permanecieron en la cochera de su casa durante varias horas, hasta que se ordenó suspender el operativo.
Fue la mejor decisión, insistió el presidente López Obrador. Intentar llevarse a “El Ratón” a Ciudad de México, como era el plan original, hubiera causado por lo menos 200 muertos, según sus cálculos.
Liberar al hijo del Chapo fue severamente criticado y repercutió en la popularidad del presidente.
Periodistas y analistas políticos describieron entonces el fracaso como “una derrota el país” y una “rendición” de las fuerzas del Estado.
En redes sociales, se popularizaron hashtags como #AMLORenuncia y #EstadoFallido, aunque también hubo varios mensajes de apoyo bajo la consigna #AMLOEstamosContigo.
Al igual que en 2019, tras la detención de este jueves de Ovidio Guzmán los comandos delictivos orquestaron bloqueos y agresiones armadas en varios puntos de la ciudad, entre ellos el aeropuerto Internacional Federal de Culiacán y la base aérea militar número 10, según informaron las autoridades.
Sin embargo, esta vez sí se consumó la captura del narco y fue trasladado a la fiscalía de crimen organizado en Ciudad de México en una aeronave de la Fuerza Aérea mexicana.
“Esta detención representa un golpe contundente a la cúpula del poder del cartel del Pacífico [Sinaloa]”, destacó Sandoval González.
El operativo, dijo el secretario de Defensa, fue el resultado de seis meses de trabajo de vigilancia en la zona de influencia del grupo criminal liderado por Ovidio Guzmán.
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