Otro gigante en apuros: las dudas sobre el Deutsche Bank hicieron temblar los mercados
Las acciones del gigante alemán llegaron a caer 15% arrastradas por el alza de un seguro de riesgos de default; crece la inquietud sobre la solidez de los bancos europeos
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LA NACIONLuisa Corradini
PARÍS.– En las últimas semanas, cada día trae un nuevo dolor de cabeza al sector bancario internacional. Después de los norteamericanos SVB, Signature Bank y First Republic, y del suizo Crédit Suisse, este viernes fue el Deutsche Bank el que hizo temblar los mercados, después que sus acciones perdieron hasta el 15% por la mañana en la Bolsa de Fráncfort.
Lejos de ser el único afectado, la caída brutal de la acción del primer banco alemán reverberó en el conjunto de las plazas europeas. El título del mayor banco alemán cayó arrastrado por el fuerte aumento del costo del seguro contra riesgos de default (CDS), que alimenta la inquietud sobre la solidez de los bancos europeos.
La acción del Deutsche Bank cerró con un desplome del 8,5%, aunque más temprano, a media mañana, había sufrido una brutal caída del 15% en el marco de una tercera sesión consecutiva en baja en la Bolsa de Fráncfort. Su rival, Commerzbank (-8,50%) y el francés Société Générale (-7,01%) figuran entre los retrocesos más fuertes que golpearon al sector.
El costo del seguro en caso de default de pago de la deuda aumentó el jueves para la mayoría de las instituciones bancarias europeas, pero en menor proporción que para el Deutsche Bank. “El miedo de un contagio” en el sector bancario “sigue sin desaparecer”, destacó Neil Wilson, analista de Finalto.
Ante la inquietud de los mercados, los responsables políticos intentaron devolver la calma. “No hay razones para inquietarse”, aseguró por la tarde el canciller alemán, Olaf Scholz, después de participar en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) en Bruselas.
“Deutsche Bank ha modernizado fundamentalmente su modelo económico. No hay razón para inquietarse. El sistema bancario es estable en Europa”, agregó.
Lo mismo dijo la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, con respecto a la solidez del sistema bancario de la zona euro a los dirigentes europeos reunidos en Bruselas. “En cuanto a la estabilidad financiera, el BCE dispone de los instrumentos necesarios para proveer liquidez al sistema financiero de la zona euro”, afirmó.
Exposición
En los mercados, las inquietudes se centraban en la exposición del banco alemán en el sector inmobiliario comercial, sobre todo en Estados Unidos.
“Es un punto de preocupación para los inversores, pues la fuerte exposición en ese sector puede conducir a importantes pérdidas, como ya sucedió en el pasado, en periodos de estrés”, explicaron los analistas del Crédit Suisse en una nota. La cartera de derivados del Deutsche Bank también estaría siendo escrutada de cerca en el contexto actual.
Esos dos elementos son “por una parte conocidos y, por otra, muy temibles”, estima el especialista Stuart Graham. Los analistas del Citi, incapaces de explicar la caída brutal del título, cuestionaron por su parte “un mercado irracional”.
En realidad, el gigante alemán paga las consecuencias de su reputación, “en momentos en que los mercados buscan la próxima víctima de la crisis que ya terminó con el Silicon Valley Bank (SVB) y el Crédit Suisse”, indicó un analista financiero, que vio similitudes entre el modelo del Deutsche Bank y de la institución suiza.
Otras fuentes financieras sospechaban de los hedge funds de haber tomado como blanco las acciones del banco desde el jueves.
Deutsche Bank fue durante mucho tiempo el enfermo de las finanzas europeas, antes de pasarle ese apodo a rival suizo. Inmediatamente después de la crisis financiera de 2008, Deutsche Bank encadenó una serie de escándalos, entre ellos la manipulación de tasas en un episodio del Libor o el incumplimiento del control de procedimientos antiblanqueo de dinero, por lo que recibió numerosas multas que pesaron sobre sus cuentas.
Pero el grupo, que siempre se soñó como el “Goldman Sachs europeo”, operó una profunda reestructuración de su banco de inversiones en 2019, con la supresión de 18.000 puestos y la reducción de su perfil de riesgo. La operación dio sus frutos: en 2022, el banco registró sus mejores resultados en 15 años, con un beneficio neto de 5500 millones de euros.
Para los especialistas, esta vez el miedo llega a Europa de Estados Unidos. “La incertidumbre que se propaga en los mercados” llevó al “sector bancario a perder todas sus ganancias desde el inicio de año en un lapso de tres semanas”, dijo Michael Hewson, analista de CMC Markets.
“Es simple, mientras la crisis bancaria no sea resuelta en Estados Unidos, persistirá el temor por la estabilidad del sistema en Europa, así como la volatilidad en el sector”, dijo David Benamou, director de inversiones en Axiom Ai.
El problema es que, por el momento, las autoridades norteamericanas han excluido instalar una garantía sobre la integridad de los depósitos de los bancos regionales de ese país. “Es un tema complicado políticamente, pero tendrán que hacerlo”, agregó Benamou.
El sismo en el sector bancario europeo sigue, en efecto, el movimiento de baja en Estados Unidos, donde la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, excluyó esa garantía de los depósitos. En cuanto al Deutsche Bank, Benamou relativizó el movimiento de temor.
“Los CDS se tensan en el Deutsche Bank, pero es posible preguntarse si no se trata de un epifenómeno”, analizó. “Es el ejemplo de establecimiento financiero que se reestructuró en profundidad, pero con éxito.
El año pasado registró 6000 millones de euros de beneficios y su tendencia es la misma para este año”, dijo. Y concluyó: “El problema con el Deutsche Bank es que su pasado reciente pesa sobre su imagen, pero los fundamentales existen. O sea que la crisis pasará”.
Por Luisa Corradini
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