Otro dolor de cabeza para Gabriel Boric: un escándalo obligó a renunciar a su embajadora en el Reino Unido

SANTIAGO, Chile.- Podría ser un caso más, un “hecho aislado” como se utiliza en el argot político, pero en el actual contexto y con la serie de episodios vinculados a escándalos de corrupción que se han develado en los últimos meses, el gobierno de Gabriel Boric recibió un nuevo golpe reputacional que consolida el momento de aflicción por el que atraviesa.

Tras las revelaciones que surgieron a raíz del caso “Convenios” y que instaló en el centro del debate a la asignación irregular de recursos de organismos estatales a fundaciones proclives a partidos oficialistas, un polémico episodio protagonizado por la embajadora de Chile en el Reino Unido terminó con la renuncia de la funcionaria.

Susana Herrera (arquitecta, de 52 años), cercana al partido Federación Regionalista Verde Social (FRVS), autodenominado como un conglomerado “regionalista, progresista y ecologista”, fue la protagonista de un reportaje del diario chileno La Tercera que reveló que la funcionaria presentó un proyecto a la Gobernación del Biobío para levantar fondos públicos y privados por cerca de cinco millones de dólares, relacionados con un proyecto de mercado de maderas de la localidad de Santa Juana, afectado por los incendios forestales que ocurrieron en el sur del país a principios de año.

Sin embargo, y contra toda lógica, Herrera no le informó a la Cancillería de dicha gestión y no cumplió los procedimientos regulares que exige la normativa chilena. De hecho, la Secretaría General de Relaciones Exteriores (Segen) mencionó que el proyecto en etapa inicial requería análisis, ya que involucraba financiamiento público y privado. Todo eso empujó a que el ministerio encargado de la política exterior chilena frenara los planes de la representante en Londres, quien incluso le envió -en el más completo sigilo el 13 de junio pasado- una carta al gobernador de Concepción, Rodrigo Díaz, para darle a conocer una “iniciativa”.

“La carta venía con el membrete de la embajada y firmada por Herrera como representante de Chile en el Reino Unido”, indicó el periódico en su edición del pasado domingo, donde también se detallaron los alcances del proyecto que incluía -sin pruebas- la participación de la Circular Bioeconomy Alliance (CBA), una fundación creada por el rey Carlos III y el prestigioso estudio de arquitectura Zaha Hadid.

“Me permito solicitar su apoyo directo en la búsqueda de financiamiento necesario para hacer realidad esta gran oportunidad para nuestra región”, señaló Herrera en la propuesta enviada al Gobierno Regional del Biobío.

Condena

La revelación de la gestión de la funcionaria y el portazo que le dio la Cancillería rápidamente, en medio de la sensibilidad latente que ha provocado el caso Convenios, generó un sinfín de reacciones desde todo el espectro político. Desde el oficialismo, conscientes de que cualquier incidente de este tipo dinamitará aún más la confianza en el gobierno, hubo condena a la acción de la embajadora, en medio de otros cuestionamientos relacionados a su falta de experiencia diplomática y política, otro de los aspectos que han mellado al oficialismo desde su llegad al poder.

“No podemos seguir relativizando las faltas a la transparencia, a la probidad”, indicó la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic. “Es impresentable que mientras ejerce como embajadora Susana Herrera paralelamente gestiones recursos para un proyecto propio”, añadió el exfiscal Carlos Gajardo, partidario de Gabriel Boric.

Mientras tanto, desde la oposición exigieron sanciones más severas. “No basta con que el Ministerio de Relaciones Exteriores haya frenado las gestiones que estaba haciendo la embajadora a título personal. Lo que aquí correspondía era abrirle un sumario, removerla de su cargo e, incluso, presentar una denuncia ante la Fiscalía por los eventuales delitos que podrían existir”, aseguraron diputados del partido de derecha Unión Demócrata Independiente.

Este martes, Herrera -que fue candidata para la Convención Constitucional por Independientes No Neutrales, pero no resultó electa- finalmente dejó la oficina diplomática, según rezó un comunicado de la Cancillería. “La embajadora de Chile ante Reino Unido, Susana Herrera, ha presentado su renuncia voluntaria al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, la que ha sido aceptada. La Cancillería agradece el trabajo de Susana Herrera. La misión en Reino Unido seguirá funcionando con total normalidad, de acuerdo a las normas vigentes, y quedará temporalmente a cargo del encargado de Negocios”.

Para Mario Herrera, académico e investigador del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, este nuevo episodio comprometió a La Moneda en un frente distinto.

“Ha sido una constante en este periodo contaminar con temas políticos una agenda que normalmente tiende a ser sectorial. Frecuentemente, la política exterior es vista como un elemento de unión y los que participan de dicho proceso suelen ser bien evaluados por la ciudadanía. La renuncia, en medio de un escándalo, vincula elementos negativos con ese sentimiento de unión”, señaló el experto, quien también indicó que esa trama rememoró una larga discusión en Chile sobre la opción de que los funcionarios de carrera sean quienes asuman posiciones de política exterior.

“Mientras eso no se solucione, seguirán ocurriendo este tipo de eventos. En este caso es particularmente relevante, considerando la dificultad que ha tenido este gobierno para llenar los cargos”, sentenció.

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