Otra vez el terror al volante: cuatro muertos en Estocolmo

PARÍS.- En un nuevo atentado que elevó la columna mercurial del miedo en Europa, cuatro personas murieron y otras 15 resultaron heridas cuando un camión-ariete robado embistió a la gente que caminaba por la calle peatonal más concurrida de Estocolmo. Aunque no hay reivindicación ni se detuvo al culpable, el ataque fue calificado de "terrorista" por las autoridades".

"Suecia fue atacada. Todo parece indicar un atentado terrorista", declaró el primer ministro Stefan Löfven que, de viaje en el oeste del país, regresó de inmediato a la capital.

El camión, propiedad de la empresa cervecera Spendrups Brewery, fue robado en la misma calle, mientras su conductor hacía una entrega. "Un individuo encapuchado saltó a bordo del vehículo y arrancó", explicó el vocero de la compañía.

Alrededor de las 13, después de atropellar a los transeúntes, terminó su enloquecida carrera encastrado en la vidriera de un negocio de Drottninggatan, la arteria más concurrida de la capital. El terrorista logró escapar.

"Me di vuelta y vi ese camión gigante abalanzarse sobre mí. Zigzagueaba de un lado para otro. No parecía haber perdido el control. Intentaba realmente atropellar a la gente", relató por televisión, visiblemente conmocionado el turista australiano Glen Foran. "Los peatones caían. Fue espantoso. Se llevó por delante un cochecito de bebe, que quedó hecho trizas", prosiguió.

Otro testigo, que esperaba en el semáforo de Drottninggatan, asistió al ataque desde su auto. "Escuchamos gritos y vimos el camión que llegaba. Después lo vimos estrellarse contra una columna de Ahlens Cuty (el nombre del negocio). En ese momento, la parte delantera del vehículo se prendió fuego. También vimos a un hombre aplastado por las ruedas. Fue espantoso", declaró.

Casi de inmediato, la policía sueca distribuyó fotos de un individuo que, dijo, podía tener alguna conexión con el atentado. Esas imágenes muestran a un hombre relativamente joven, vestido con un buzo negro con capucha. Según Mats Lofving, jefe del departamento de Operaciones Nacionales, los clichés -probablemente registrados por las cámaras de videovigilancia- fueron tomados cerca de la hora y el sitio del atentado.

Una operación policial en Marsta, un suburbio de Estocolmo cercano al aeropuerto de Arlanda, permitió el arresto de un hombre que, sin embargo, fue liberado rápidamente.

Anoche, Estocolmo se hallaba paralizado por el estupor. Esta es la primera vez en seis años que el país es víctima de un atentado. El último se produjo en diciembre de 2010, cuando un hombre provocó un ataque-suicida en una calle de la capital, hiriendo levemente a algunos peatones.

Inmediatamente después del ataque de ayer, los servicios de urgencia y de policía establecieron un perímetro de seguridad en torno del sector. La circulación de subtes, autobuses y tranvías quedó totalmente paralizada, provocando gigantes embotellamientos en el centro de esa pequeña ciudad de dos millones de habitantes.

Por Internet y altoparlantes instalados en las calles, la policía pidió a los habitantes que regresaran a sus casas en calma y evitaran reuniones multitudinarias.

Los servicios administrativos del Estado también cerraron, mientras parlamentarios y ministros fueron confinados en sus lugares de trabajo. "Todos los responsables del gobierno están sanos y a salvo", informó por la tarde una fuente gubernamental.

El rey de Suecia, Carl-Gustav, expresó por la tarde sus condolencias. La Unión Europea (UE) también manifestó su apoyo a Suecia. "Un ataque contra uno de nuestros Estados miembro es un ataque contra todos", declaró el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker. "Una de las ciudades más animadas y pintorescas ha sido golpeada por enemigos", agregó.

Este ataque seguramente dará más argumentos a los grupos anti-inmigración que cada vez son más fuertes en Suecia, el país que recibió mayor cantidad de inmigrantes en relación a su población: 1.800.000 extranjeros por 10 millones de habitantes.

"Nuestros pensamientos van a las víctimas y sus familias", declaró Jimmie Akesson, líder del partido Demócratas de Suecia. El movimiento de extrema derecha se ha convertido prácticamente en el principal partido de oposición del país.

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