Oslo en shock: "Sucedió lo que nunca nadie esperó"
Los habitantes de la capital está atónitos, tras el primer atentado ocurrido en suelo noruego
En la tranquila Oslo ayer sucedió lo inesperado, lo que nunca nadie hubiera imaginado. Los edificios destrozados, las calles repletas de vidrios, los gritos, las ambulancias, las sirenas, los llantos y las caras ensangrentadas hasta ayer pertenecían a otras latitudes.
Pero todo cambió con la explosión de una bomba en el barrio de los ministerios. Por primera vez, la capital de Noruega fue blanco de un atentado terrorista, que dejó siete muertos y dos heridos graves. Ahora Oslo está en shock, la población está desconcertada, triste, tiene miedo y vive algo surreal.
"Todo es muy confuso y caótico, lo de la bomba fue muy raro, nunca nadie esperó o imaginó que ocurriera algo así. Oslo es un lugar muy tranquilo", dijo a LA NACION Heidi Taksdal Skjeseth, una periodista que vive en la capital noruega.
Heidi contó que trabaja en una oficina a 200 metros de donde ocurrió la explosión, que la oyó y sintió, pero nunca imaginó que pudiera tratarse de algo peligroso. "Cuando vi las llamadas perdidas en mi celular, me preocupé y fue ahí cuando me enteré de la noticia de la bomba", contó.
Quien tampoco pudo imaginar que Oslo iba a ser blanco de un ataque terrorista fue el embajador argentino en Noruega, Juan Manuel Ortiz de Rosas, que pensó que el ruido era producto de un trueno.
"Como en general fue un día lluvioso, cuando escuchamos el estruendo pensamos que había sido un trueno. Después llegaron las sirenas de las ambulancias y nos dimos cuenta de que algo extraño había pasado... Nunca nos imaginamos que podía llegar a ocurrir algo así en Oslo. La gente está en shock, no entiende que haya pasado algo así", dijo el embajador argentino en diálogo telefónico con LA NACION.
Ortiz de Rosas contó también que la embajada argentina se encuentra a 700 metros del lugar del atentado y que el estampido se oyó claramente.
"La explosión fue brutal, muy fuerte y el daño que se ve, terrible. Gran parte de los edificios de la zona quedaron destrozados, hay vidrios por todos lados y se ven pedazos de mampostería por las calles", describió.
Por las características de la capital noruega, un lugar tranquilo y apacible en donde viven unas 500.000 personas, la mayoría de la gente jamás imaginó un hecho de este tipo.
Por este motivo, ante lo inesperado del hecho, la información a lo largo del día fue muy confusa y el golpe que recibieron los noruegos fue peor cuando se supo que había ocurrido un atentado en una reunión de jóvenes partidarios del laborismo en las afueras de Oslo.
"No terminamos de conocer la noticia de la bomba que nos enteramos del tiroteo en la reunión de los jóvenes laboristas, todo es raro. A medida que fueron pasando las horas, la gente dejó de estar en la calle y se fue a su casa, todo lo que está pasando es surreal", afirmó Heidi.
La periodista noruega contó que después de la explosión salió a cubrir la noticia para el diario en el que trabaja.
"Estuve en el hospital y hay diez heridos muy críticos, pero nadie informa qué puede llegar a pasar con ellos. Con la explosión, la mayoría de los vidrios de las oficinas estallaron y es muchísima la gente herida", afirmó.
Como una "aplanadora"
Carolina Rey es una argentina que vive en Oslo desde hace nueve meses y comparó lo vivido en el día de ayer con el paso de una aplanadora.
"Noruega es un país muy tranquilo y lo que pasó es como una aplanadora; toda la gente está conmocionada, desconsolada, llora. Se nota que nadie esperaba una situación así. Lo que sucedió sobrepasó a todos", dijo Carolina, desde su casa en la capital noruega.
Por la tarde, había estado por el centro de la ciudad y contó que lo que se veía era gente lastimada, llorando y algunas ambulancias, y que de pronto la calle comenzó a vaciarse y no quedó nadie.
"La ciudad está de duelo, la sensación es horrible, hay una mezcla de intriga y de miedo por lo que pasó", apuntó la argentina.