Oliver Stone: "Putin es alguien complejo, que vela por el interés de Rusia y por el suyo propio"
El director de cine entrevistó al presidente ruso, que habitualmente esquiva a la prensa, para una serie documental que se estrenó en EE.UU.
NUEVA YORK.- Entre julio de 2015 y febrero de 2017, el cineasta Oliver Stone mantuvo un contacto sin precedente con el presidente ruso, Vladimir Putin . De ahí nació The Putin Interviews, el nuevo documental del director, ganador de tres Oscar, que se empezó a emitir ayer por el canal estadounidense Showtime.
En una entrevista, el director de JFK cuenta cómo fue hablar con Putin de temas como la homosexualidad, a la vera de una pista de hockey sobre hielo, o ver Dr. Insólito, el clásico de la Guerra Fría de Stanley Kubrick, con el líder ruso, uno de los políticos más controvertidos del mundo.
-¿Qué lo hizo lanzarse a este proyecto?
Fue un tanto accidental. Nació a partir de la película que hice sobre (Edward) Snowden: viajé a Moscú para hablar con Snowden, hablé con Putin sobre el caso y fue muy elocuente respecto de su postura. Los rusos estaban abiertos a hacer más. Creo que (Putin) conocía mi trabajo y me respetaba. Sabía que lo escucharía de manera justa, que sería capaz de escucharlo.
No es que me necesitara, pero sí podía venirle bien que un medio occidental fuera un poco más honesto en lugar de simplemente desdeñarlo. La idea siempre fue ampliar el perfil a una historia de su época y lo que ha visto en las relaciones rusas, especialmente las ruso-estadounidenses.
-¿Hasta qué punto cree que pudo llegar adonde ningún periodista lo había conseguido?
Los periodistas tienen otra agenda. Intenté hacer el retrato de un hombre del que se dice que no existe ningún retrato. No nos reunimos con su familia, sino que intentamos mostrarlo, en las limitadas conversaciones sobre temas intelectuales y políticos que tuvimos, de un modo que lo personalizara. Yo lo veo como una partida de ajedrez de cuatro horas, que se mueve de una mentalidad a otra. En la primera rompemos el hielo, después empezamos a conocernos mejor y, para la cuarta, cuando empiezo a pulsar algunas teclas sobre lo que él quiere hacer en el futuro, llega a ponerse sensible, y creo que ahí redondeamos el retrato.
-¿Qué es lo que más lo sorprendió de Putin?
Creo que si se deja a un lado el retrato occidental que lo tilda de villano, de tipo malo, se llega al retrato realista de un hombre que gobierna un país, alguien complejo que vela realmente por el interés de Rusia, el de Rusia y el suyo propio. Es muy bueno a la hora de defender y exponer su punto de vista.
-¿Cómo cree que reaccionará el público ruso a su retrato de Putin?
No pensé en el público ruso; sinceramente, no sé qué va a pensar. La gente de Moscú, la elite, siempre ha sido crítica con sus líderes Pero en el mundo real en el que la gente vive, trabaja y muere, Putin significa algo distinto: volvió a encauzar a Rusia tras los años de Boris Yeltsin.
-¿Cómo fue ver con Putin un clásico como Dr. Insólito, que aborda desde la comedia negra la estrategia nuclear durante la Guerra Fría?
Quería ver la realidad física de la guerra atómica y cuál sería su reacción. Lo entendió perfectamente. No ve mucho cine, y mucho menos anglosajón. Su equipo no quería porque pensaba que iba a ser una pérdida de su precioso tiempo. Es un hombre muy ocupado y ahí estoy yo, pidiéndole que vea una película. Hubo que presionar. Sólo vimos unos 25 minutos, pero eran los 25 minutos más importantes y captó todo muy bien. Dijo lo que dice en el documental: que eso podría ocurrir ahora muy fácilmente. Y que tenemos mejor tecnología.
-Su reacción a Dr. Insólito fue decir que nadie sobreviviría a una guerra nuclear. Puede que la gente lo vea como un momento muy chocante y sincero.
No lo dice en broma, lo dice en serio. Occidente no parece darse cuenta de que los rusos están muy paranoicos con la guerra, porque la han experimentado.
-Cuando debaten sobre las leyes contra los homosexuales y la moral que subyace en ella, desde la perspectiva de Putin, éste afirma que no le gustaría "provocar" a un gay que se esté duchando con él...
No estaba en el guión. Nos encontrábamos en un partido de hockey y caí en la cuenta de que en un vestuario cerrado los jugadores se duchan juntos, y de que él es obviamente el presidente, pero también era un miembro del equipo. Me preguntaba cómo se gestionaría eso en un vestuario cerrado y entre hombres. Es una manera interesante de llegar al tema en cuestión.
-¿Se vio en la tesitura de estar de acuerdo con alguna de las opiniones que manifestó Putin?
Mi papel era el de sacar conversación, así que, obviamente, me preparé, pero no intenté tomar una postura, sino empujarlo a que mostrara cuál era la suya. No es tan fácil estar ahí. Yo tengo mis propias opiniones, sólo que no editorializo demasiado.
-¿Tuvo que dar marcha atrás en algún tema?
No, no quería perder tiempo. No había reflexionado sobre lo que estaba pensando. No se trata de mí, se trata de él. Yo soy el catalizador de la conversación, el director del actor de la película.
-¿Le cayó bien Putin?
No llegué a conocerlo tanto. Lo respeté y respeté aquello por lo que trabaja. Representa los intereses de Rusia y explicó muy bien en qué consisten. Caer bien o no es algo sentimental, pero para mí no se trata de eso. Yo trabajo con un actor durante una película y busco que trabaje. Puede que no me guste mucho el actor y que cuando termine la película no lo vuelva a ver jamás, pero durante el tiempo en que estamos filmando trabajo con él. Compartimos los mismos intereses, se podría decir, como Rusia y Estados Unidos.
Helen Corbett
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