Obama encuentra su límite en Putin
WASHINGTON.- Mientras la Casa Bla nca evalúa si Rusia está promoviendo la inestabilidad en el este de Ucrania, Barack Obama enfrenta una vez más la complicada realidad de concretar sus duras advertencias contra las provocaciones extranjeras .
Obama prometió repetidamente aplicar duras sanciones contra sectores económicos de Rusia si el Kremlin intenta repetir su accionar en Crimea -la península ucraniana que anexó a su territorio- en otras partes de ese país. A pesar de esas advertencias, el presidente ruso, Vladimir Putin , parece estar poniendo a prueba los límites de Obama, instigando protestas en el este de Ucrania, según dice la Casa Blanca, y agrupando tropas en las fronteras.
"Hicieron lo posible por provocar una situación que nadie preveía", dijo en referencia a Rusia el analista del Wilson Center Matthew Rojansky. "Es una situación de alto riesgo y donde hay mucho en juego, y aquí estamos, en medio de esa situación."
Para Obama, la respuesta de Estados Unidos al caos de Ucrania se convirtió en una prueba a su capacidad de detener los avances rusos. Esa respuesta también es vista a través del prisma de su decisión del año pasado de no lanzar un ataque militar cuando Siria cruzó la "línea roja" que implicaba el uso de armas químicas, una decisión que alimentó las críticas de los opositores a Obama, que aseguran que el presidente ladra, pero no muerde.
Aunque respecto de Putin nunca habló de "líneas rojas", Obama ha repetido que un eventual avance del Kremlin sobre el este de Ucrania implicaría una "grave escalada" del conflicto, que le acarrearía a Rusia fuertes sanciones de parte de la comunidad internacional. Pero tal vez tratando de evitar un escenario como el de Siria, la Casa Blanca no ha aclarado qué sería exactamente para Obama una "grave escalada", aunque dejó en claro su convicción de que Rusia está fomentando la violencia en las cruciales ciudades industriales del este de Ucrania.
Al igual que en la situación con Siria, Obama no tiene demasiadas opciones viables frente a una Rusia decidida a desestabilizar Ucrania.
Ni en Estados Unidos ni en Europa hay demasiados deseos de intervenir militarmente, y la Casa Blanca dijo el lunes que no estaba considerando seriamente el envío de ayuda militar a Ucrania. Así es que a Obama sólo le quedan mayormente las represalias económicas y diplomáticas.
Desde que se desencadenó la situación, en febrero pasado, Obama ha puesto en práctica algunas de esas opciones, hasta el momento con poco éxito. La advertencia inicial de Obama de que Putin enfrentaría los "costos" si presionaba sobre Crimea fue ampliamente desoída por el líder ruso. Siguieron las sanciones económicas a algunos de los aliados más cercanos de Putin y la suspensión de Rusia del exclusivo foro económico G-8, pero nada de todo eso parece haber desalentado a Moscú de hacer su jugada en Ucrania oriental.
Con decenas de miles de soldados rusos apostados en la frontera de Rusia con Ucrania oriental, los republicanos ahora le exigen a Obama una respuesta más contundente.
En privado, asesores de Obama también abogan por sanciones más directas que sirvan para disuadir una eventual incursión militar rusa a gran escala. Pero existen dudas acerca del compromiso de Europa para llevar adelante un accionar coordinado que tenga chances de modificar los planes de Putin.
Traducción de Jaime Arrambide
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