"Nunca se vio algo así": masivo éxodo de neoyorquinos hacia los suburbios
NUEVA YORK (The New York Times).- Una casa de tres dormitorios en East Orange, Nueva Jersey, fue puesta en venta a fines de julio por 285.000 dólares y estuvo en el mercado apenas tres días: la visitaron 97 interesados, recibió 24 ofertas, y se terminó vendiendo por un 21% más del precio publicado.
En Long Island, seis personas ofertaron por una casa de 499.000 dólares en Valley Stream sin siquiera visitarla personalmente, a través de un video posteado en Facebook Live. En el Valle del Hudson, un propiedad con pileta sobre un terreno de una manzana de extensión publicado por 985.000 dólares recibió cuatro ofertas de pagó contado el mismo día en que recibió 14 visitas de potenciales compradores.
Desde el arranque de la pandemia, los suburbios de Nueva York, desde Nueva Jersey hasta el Condado de Westchester y desde Connecticut a Long Island, viven un boom de demanda inmobiliaria de viviendas de todos los precios, un auge sin precedentes en la historia reciente, según concuerdan funcionarios, agentes de bienes raíces y los propios lugareños.
En julio, la venta de casas en los condados suburbanos de la Gran Manzana registró un crecimiento del 44% en comparación con el mismo mes del año pasado, según datos de Miller Samuel Real Estate Appraisers & Consultants. En Westchester, apenas unos kilómetros al norte de Nueva York, las ventas aumentaron un 112%, y en el condado de Fairfield, ya en el estado de Connecticut, el crecimiento fue del 73%.
En contrapartida, según Miller Samuel, la venta de propiedades en Manhattan se desplomó un 56%.
Ese auge de demanda en los suburbios, impulsado en parte por el éxodo de habitantes de Nueva York que pueden trabajar remotamente mientras las oficinas estén cerradas, despierta dudas sobre la velocidad de recuperación que tendrá la ciudad después de la pandemia. Según los analistas, se trata de un proceso parecido al que alimentó la suburbanización de Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX.
Y no solo se multiplican los carteles de "Vende", las visitas de potenciales compradores y las ofertas por encima del precio publicado: ahora los agentes inmobiliarios llaman por teléfono o incluso golpean a la puerta de vecinos de Nueva Jersey, por ejemplo, que no tenían pensado poner en venta su casa.
Por supuesto que el éxodo hacia los suburbios es un proceso que lleva décadas, especialmente de los neoyorquinos que quieren criar a sus hijos en localidades con buenas escuelas públicas. Y es muy difícil predecir si esta nueva oleada migratoria seguirá a este ritmo cuando esté disponible la vacuna y los edificios de oficina vuelvan a operar en toda su capacidad. Además, la mayoría de los habitantes de Nueva York no tiene cientos de miles de dólares para gastar en una casa en los suburbios.
Los expertos dicen que todas las predicciones sobre la muerte de Nueva York que se hicieron durante otras crisis del pasado demostraron ser erróneas, incluidas las posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001. De hecho, por más que la mayoría de los edificios de oficinas de Nueva York siguen mayormente vacíos por la pandemia, algunas empresas, como Amazon o Facebook, están ampliando su radio de acción, convencidos de que tarde o temprano los empleados volverán a sus escritorios.
De todos modos, hay muchas empresas y trabajadores que durante la pandemia se acostumbraron mucho al teletrabajo, lo que permite suponer que los suburbios seguirán siendo atractivos durante un futuro cercano.
Por ahora, la preocupación que manifiestan esos nuevos compradores de los suburbios es sobre los riesgos para la salud que implica vivir en barrios densamente poblados de las grandes urbes. Ante las restricciones que impone la pandemia, quieren una cantidad de espacio que Nueva York no les puede ofrecer: un patio para que jueguen los chicos, una oficina doméstica para teletrabajar. Muchos incluso aspiran a un poco de terreno, aunque implique alejarse aún más de Manhattan.
Los agentes inmobiliarios dicen que algunos compradores también están preocupados por la creciente inseguridad y el auge de delitos en Nueva York. Según datos de la policía, el delito en general no ha aumentado en la ciudad, aunque sí los tiroteos.
"La gente de Nueva York llega acuciada, con sensación de urgencia, y lo que quieren es espacio", dice James Hughes, agente inmobiliario de Nueva Jersey, y agrega que alrededor del 60% de los potenciales compradores viven en la Gran Manzana. "El nivel de demanda actual es alucinante."
Zack Stertz y Zoe Salzman se sumaron a ese frenesí comprador en junio. Después de vivir 15 años en Brooklyn, dicen que poco después de iniciada la pandemia se dieron cuenta de que su apartamento de dos habitaciones con patio trasero, incluso bastante generoso para los estándares de Nueva York, era demasiado chico para trabajar desde casa con dos hijos pequeños.
Al mismo tiempo, tampoco podían permitirse comprar una de esas casas de ladrillo rojo recientemente "gentrificadas" en Brooklyn, y les preocupaba que las escuelas de Nueva York no reabrieran sus puertas para clases presenciales en el nuevo año lectivo que empieza en septiembre, así que empezaron a pensar en Nueva Jersey. Pero su agente inmobiliario de Allison Ziefert Real Estate Group les advirtió que eran los únicos: había que actuar con rapidez.
El 12 de junio salió al mercado una casa de cuatro dormitorios en Maplewood, Nueva Jersey. Zack y Zoe la visitaron el 14 de junio y dos días después presentaron una oferta por encima del precio publicado de 799,000 dólares. Fue la oferta más alta entre muchas, y los vendedores aceptaron.
"No nos veíamos dejando Brooklyn para vivir en los suburbios", dice Zoe Salzman, una abogada de 39 años cuya oficina está en Manhattan. "Pero la pandemia nos ayudó a decidirnos".
Este "Escape de Nueva York" podría inhibir la recuperación económica de la ciudad y su capacidad de brindar servicios públicos de calidad, como la policía y la limpieza urbana, dice Maria Doulis, vicepresidenta de estrategia y operaciones de la Comisión de Presupuesto Ciudadano, un organismo apartidario de control fiscal.
"Lo preocupante es que las personas de altos ingresos, los que ganan más de 1 millón de dólares anuales, son los contribuyentes que aportan la parte sustancial de los recursos presupuestarios de la ciudad de Nueva York", dice Doulis. "Perderlos sería realmente un golpe tremendo para el presupuesto."
En junio y julio, en toda Nueva Jersey se vendieron más de 29.700 viviendas, un aumento del 33% con respecto al mismo período en 2019, según Otteau Group, una empresa de tasaciones y datos inmobiliarios.
Jeffrey G. Otteau, presidente de la compañía, dice que el boom comprador se notó mucho porque justo se produjo cuando había pocas casas en venta en el mercado.
Desde principios de año hasta julio, la oferta de casas en Nueva Jersey cayó un 40% en comparación con el mismo período del año pasado, señal de que muchos propietarios decidieron no innovar por la incertidumbre económica.
"La demanda siempre proviene de algún lugar, y parece que la mayor parte proviene de Nueva York", dijo Otteau. "De alguna manera, esto se parece a las décadas de 1960 y 1970, cuando se produjo el gran éxodo hacia los suburbios".
Hughes, el agente inmobiliario de Nueva Jersey, dice que muchos potenciales compradores hicieron ofertas por varias casas y perdieron, incluida la casa de dos dormitorios en East Orange, que recibió 25 ofertas y se vendió por 345.000 dólares, un 21% por encima del precio publicado.
"Es una locura", dice Hughes. "Nunca se vio algo así."
(Traducción de Jaime Arrambide)
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