Nuevo récord de deforestación en la Amazonia brasileña en 12 años
RIO DE JANEIRO.- La deforestación de la Amazonia brasileña creció 9,5% en 2020 y alcanzó la mayor tasa de destrucción en 12 años, revelaron datos oficiales presentados el lunes.
La mayor floresta del mundo perdió 11.088 kilómetros cuadrados entre agosto de 2019 y julio de 2020, el equivalente a más de nueve veces la superficie de la ciudad de Río de Janeiro. En los dos meses anteriores, la Amazonia había perdido 10.129 kilómetros cuadrados.
Los datos corresponden a un sistema de monitoreo llamado Prodes, que se basa en imágenes de satélite detalladas y es presentado anualmente por el Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe). La tasa anual fue informada durante la visita del vicepresidente, Hamilton Mourao, junto con el ministro de Ciencia, Marcos Pontes, al Inpe, en Sao Jose dos Campos, interior paulista.
"El mensaje que traigo en nombre del presidente Bolsonaro es que seguiremos trabajando con la ciencia y la tecnología apoyando el trabajo de las entidades responsables de la supervisión ambiental", dijo Mourao, quien coordina los esfuerzos del gobierno federal para reducir los crímenes ambientales como líder del Consejo Nacional de la Amazonia.
"El resultado significa que tenemos que mantener el impulso para buscar la reducción de los índices de deforestación", añadió.
Sin embargo, voces dedicadas al tema ambiental subrayaron que los números reflejan que el gobierno ha trabajado en sentido contrario y la destrucción de la mayor floresta del mundo le ha valido a la administración del presidente brasileño Jair Bolsonaro críticas dentro y fuera de Brasil. El mandatario ha sido cuestionado por una supuesta permisividad con los delitos ambientales. El recientemente electo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, manifestó preocupación por el cuidado del medioambiente en Brasil y sugirió la creación de un fondo millonario para frenar la deforestación de la Amazonía y que el país debería enfrentar las consecuencias si no lo hace.
El crecimiento de la deforestación se produjo pese a la presencia de militares en la región, dispuesta por el gobierno en mayo, en una operación llamada "Brasil verde 2" para reprimir crímenes ambientales. The Associated Press había reportado el 28 de agosto que la operación tuvo poco efecto y que casi se ha había detenido la persecución de las autoridades contra ganaderos, agricultores y mineros que destruyen la selva.
"Esto no es una sorpresa para quien sigue la destrucción de las políticas ambientales en Brasil desde enero de 2019", cuando Bolsonaro asumió el poder, dijo en un comunicado el Observatorio del Clima.
"Los números del Prodes muestran que el plan de Bolsonaro dio resultado. Reflejan un proyecto de aniquilación de los órganos de fiscalización para cuidar nuestras florestas'', agregó. La ONG señaló la reducción de multas, la falta de inversión en fiscalización y el análisis de proyectos para la exploración de tierras indígenas como factores que impulsaron los delitos ambientales.
El vicepresidente dijo el lunes que la decisión de enviar a las fuerzas armadas fue tardía pero ponderó que evitó que los números fueran peores. "Iniciamos tarde nuestro trabajo de combate este año, y desde allí (el envío de militares) observamos el inicio de una tendencia decreciente", aseguró Mourao. "Había una expectativa de que el resultado fuese un aumento de 20%. No estamos para conmemorar, pero significa que los esfuerzos comienzan a rendir frutos".
La mayor parte de la deforestación está concentrada en los estados de Pará, Mato Grosso, Amazonas y Rondonia. El 47% de la destrucción se produjo en Pará.
Agencias AFP y AP
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