Nueva York, la ciudad más segura de EE.UU.
En los últimos años la política de seguridad permitió una continua caída en los índices de criminalidad
NUEVA YORK.- En la década del 70, las mortales peleas entre pandillas callejeras llenaban las tapas de los tabloides neoyorquinos. Luego, en los 80, las vendettas de las decadentes mafias pasaron a monopolizar la cobertura de los medios sensacionalistas, mientras que en los 90 los asesinatos vinculados con el tráfico de drogas aterrorizaban a la ciudad. Hoy, en tanto, una ola criminal totalmente distinta azota a la Gran Manzana: el robo de teléfonos celulares y de iPods en el subte.
Sí, el creciente hurto de celulares y de los populares reproductores de música de Apple se ha vuelto tan preocupante para las autoridades y para la gente que, tal como hizo en los 80 para frenar a los ejércitos de carteristas, el Departamento de Policía acaba de publicar avisos de advertencia al público sobre cómo proteger sus aparatos electrónicos cuando viaja en transporte público.
Y eso que en lo que va del año tan sólo se han robado 165 celulares y 50 iPods, principalmente en manos de adolescentes que caen víctimas de otros adolescentes ladrones. La actitud precavida de la policía, sin embargo, es un indicador más de lo acostumbrados que están ahora los neoyorquinos a vivir en una ciudad supersegura -más allá de la amenaza latente el terrorismo- y que año tras año sigue registrando caídas en los índices de criminalidad.
El año pasado, por ejemplo, se produjeron tan sólo 570 asesinatos -la cifra más baja desde 1963-, llevando la tasa de homicidios de la Gran Manzana a 7 por cada 100.000 habitantes. Así, Nueva York, que con 8 millones de habitantes es la ciudad más grande de Estados Unidos, tiene, no obstante, la tasa de asesinatos más baja de las grandes urbes, muy por debajo de Los Angeles (con 13,5 homicidios por cada 100.000 habitantes), Chicago (15,5 por cada 100.000) y al otro extremo de Detroit, la más peligrosa (con 41,5 asesinatos por cada 100.000 habitantes).
Similares descensos se han registrado en otros "crímenes serios", como violaciones, asaltos, hurtos con violencia y robos de autos. Y según el informe anual que el FBI realiza de la criminalidad en las 10 ciudades más grandes del país, Nueva York, con 2801 crímenes en 2004, es la metrópoli más segura de Estados Unidos.
"Desde la lucha contra los graffiti y los delitos contra la calidad de vida hasta la prevención de los crímenes más violentos, hemos logrado hacer a Nueva York más segura de lo que ha sido en varias décadas", declaró recientemente el alcalde Michael Bloomberg.
Esta nueva situación incluso ha llevado a la Comisión de Taxis y Limusinas de la ciudad a pensar seriamente en retirar las particiones blindadas que en la década del 60 comenzaron a ser instaladas en los taxis para proteger a los conductores de asaltos e intentos de asesinato.
Tolerancia cero
El Departamento de Policía, que con 37.000 agentes es el mayor del país, cree que la seguridad ganada es en gran parte fruto de las agresivas políticas de "tolerancia cero" con el crimen que diseñaron el ex alcalde Rudolph Giuliani y su comisionado de policía, William Bratton, hoy a cargo de la policía de Los Angeles. Giuliani y Bratton concentraron su atención en los temas más "calientes", como la presencia de armas, la venta de narcóticos, los robos de autos, las pandillas juveniles, la violencia familiar y los llamados "delitos contra la calidad de vida" (graffiti, ruido, desórdenes).
Poco a poco, atendiendo estos problemas que estaban en la raíz del crimen en la ciudad, la violencia comenzó a disminuir. También reorganizaron la División de Prevención del Crimen, estableciendo agentes en constante comunicación con la comunidad, y crearon el sistema Compstat (estadísticas computarizadas), un método informático para concentrar la información sobre delitos, mantenerla actualizada, analizarla rápidamente y poder desplegar velozmente más fuerzas en los lugares donde sean requeridas.
"Al concentrar nuestra atención rápidamente en cualquier aumento de las actividades criminales o cambios en las condiciones de calidad de vida, hemos continuado reduciendo el crimen más y más", explicó el actual comisionado de policía, Raymond Kelly.
Tanto Kelly como Bloomberg reconocen asimismo que la caída del 12 por ciento que se ha registrado en la criminalidad en Nueva York desde 2001 se debe también a una mayor presencia y visibilidad policial en las calles, como consecuencia de las estrategias de prevención de atentados, que disuade a muchos criminales comunes.
Centro contra el crimen
El número de agentes que se ve en los puntos neurálgicos de la ciudad volvió a aumentar luego de los ataques terroristas contra Londres, el mes pasado. Y ahora hasta la liberal senadora estatal Hillary Clinton apoya la propuesta del alcalde de instalar cámaras de video en todas las estaciones de subtes y trenes.
En plena campaña por la reelección en noviembre, Bloomberg parece dispuesto a hacer de la reducción del crimen uno de los grandes logros de su administración, y el 14 de julio inauguró con gran pompa el Centro de Crimen de Tiempo Real, un recinto de alta tecnología que costó 11 millones de dólares y que permitirá a la policía obtener información instantánea sobre los crímenes, los sospechosos y hasta sobre los tatuajes de reincidentes.
El flamante centro, que en vez de ventanas está repleto de pantallas planas de computadora, mapas digitales e imágenes satelitales, incorpora una tecnología similar a la que el propio Bloomberg creó para su servicio de noticias financieras, que concentra toda la información disponible sobre los crímenes en tiempo real.
Cuando se informa un hecho, los policías inmediatamente incorporan al sistema digital la dirección del lugar del crimen, las descripciones de los sospechosos y toda otra información inicial que se obtenga de la escena del crimen, datos que se mezclan con los antecedentes criminales de la base de datos del Departamento de Policía y otros archivos públicos.
Las herramientas incluyen un registro de alias y hasta de tatuajes de los criminales convictos.
"Este centro transformará la manera en que resolvemos los crímenes que todavía tenemos", aseguró el alcalde.