Noruega se adapta a su moderno príncipe

OSLO.- Con el sábado libre y el afán de ir armando un nuevo departamento en el centro de esta capital, Haakon, un afable joven de 27 años, se puso jeans y zapatillas y un grueso sobretodo de lana para hacer frente al invierno nórdico y se fue de compras a negocios que ofrecían liquidaciones. Horas después, regresó a casa y fue recibido cariñosamente por su novia, Mette-Marit Tjessem Hoiby, de 27 años, y su hijo de 3 años, Marius.

Hasta ahora, nada fuera de lo habitual en esta ciudad, donde más de la mitad de los niños nace de padres que no están casados y donde el concubinato es común. Sin embargo, hasta qué punto se le permitirá vivir de manera tan sencilla a esta pareja en particular se ha convertido en una prueba para los noruegos.

Haakon es el príncipe heredero de Noruega, un hombre que en determinado momento acaso tenga que cambiar sus auriculares por la corona real. Y Tjessem Hoiby es la mujer a la que Haakon pretende convertir en su futura reina en su boda del 25 de agosto, a pesar de que el padre de su hijo ha sido condenado por distribuir cocaína y ella misma tiene un pasado de fiestas de varios días con drogas.

"No se puede organizar una boda real con mil invitados y luego ir a una fiesta de varios días en una casa privada. Si los jóvenes de la realeza se comportan como nosotros, la gente común y corriente, entonces no los necesitamos. Pero si están dispuestos a asumir el desafío de su función, supongo que la gente les dará todo el apoyo y la calidez que merecen", escribió Knut Haavik, editor de la revista Se og Hor.

La monarquía noruega no es propia de los cuentos de hadas, y a los noruegos les gusta que sea de ese modo. El país abolió su aristocracia en el siglo XIX, y ya no hay duques engreídos ni duquesas consentidas. Haakon es descendiente directo de la reina Victoria, pero fue educado en escuelas públicas y siguió su carrera no en el Balliol College de Oxford, como lo hicieron su padre, el rey Haroldo V, y su abuelo, Olaf V, sino en la Universidad de California, en Berkeley.

Algunos noruegos se preguntan si el heredero de mentalidad moderna está incluso en favor de preservar la monarquía. Haakon reaccionó con una amplia sonrisa de reconocimiento ante la mención de esa idea durante una conversación en su oficina del palacio.

"Realmente no tengo que discutir en favor o en contra (respecto de la monarquía); eso depende del pueblo noruego", afirmó Haakon.

Cuando se dio cuenta de que su amor y su deber podrían chocar de frente, el príncipe heredero analizó la posibilidad de renunciar al trono, pero desistió de tal cosa.

"Pienso que es aquí donde debo estar", dijo, y señaló que su familia había reaccionado "fantásticamente".

"Lo que le dije (a mi familia) fue que, como personas, pasamos por diferentes etapas, y así son las cosas con mi prometida, como me pasa a mí y probablemente como pasa con todos. Y cambiamos con el tiempo", agregó.

El apoyo de su padre acaso haya sido el resultado de su propia experiencia. Haroldo pasó 10 años tratando de persuadir a su padre, el rey Olaf V, para que aprobara su casamiento con su amada plebeya a quien conocía desde la niñez, la hija de un comerciante que es la actual reina Sonia.

Alta popularidad

Las encuestas muestran que la popularidad que la familia real tiene entre los 4 millones de ciudadanos de Noruega se ha mantenido tan elevada como siempre desde el anuncio del compromiso, en diciembre.

Trond Nordby, un antimonárquico profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Oslo, explicó: "Algunos jóvenes piensan que Haakon es una especie de estrella del rock". En cierta oportunidad, el príncipe participó de una clase en la cual Nordby dijo por qué estaba en contra de la monarquía, y luego se reunió con el profesor para debatir al respecto.

Noruega tuvo un extenso linaje real, aunque se extinguió durante los 500 años de dominio danés y sueco. La actual monarquía comenzó tan sólo en 1905, cuando Noruega se independizó de Suecia, de manera que está profundamente vinculada al sentido del país respecto de su propia independencia nacional. Hasta ahora hubo sólo tres reyes -Haakon VII (1905-1957), Olaf V (1957-1991) y el actual monarca, Haroldo V, que tiene 63 años- y todos han sido soberanos con el don de llegar a la gente.

Todos los años en el Parlamento se eleva una moción para instalar una república, pero, como de costumbre, es rechazada. El ex ministro de Cultura Lars Roar Langslet recordó que en los años 80 un líder del Partido Socialista se lamentaba: "Aunque Noruega tuviera presidente, los noruegos votarían por el rey".

Haakon ha sido criticado por los obispos de la Iglesia Luterana oficial debido a su manera de organizar su vida y su apoyo a los derechos de los homosexuales.

El príncipe y Tjessem Hoiby se casarán el 25 de agosto en la catedral de Oslo, y aunque habrá celebraciones, se harán a la austera manera escandinava. Saludos desde el balcón, sí; carruajes dorados, no.