Al menos dos docenas de naciones ofrecen visados que permiten trabajar de forma legal, por más tiempo y con mayor libertad en los lugares donde se instalan; “Te permiten cumplir plenamente con la fiscalidad del lugar donde vives”, asegura Julien Trumblay, un ingeniero de software
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Más de 25 países han puesto en marcha programas de visados exclusivos para nómadas digitales que les permiten trabajar de forma legal, por más tiempo y con mayor libertad en los lugares donde se instalan.
Si piensas en Dubái seguro que te vienen a la mente llamativos rascacielos, islas artificiales y centros comerciales interminables.
Pero es posible que pronto también sea conocido como un destino estratégico entre Europa y Asia donde se alojen miles de trabajadores remotos de todo el mundo.
En un intento de atraer nuevos talentos a la región, en marzo de 2021 Emiratos Árabes Unidos (EAU) anunció un permiso de residencia de un año para nómadas digitales.
Libres de impuestos
La visa permite que profesionales extranjeros como Julien Tremblay, un ingeniero de software de Montreal de 31 años, vivan en Dubái mientras continúan trabajando para sus empresas en el extranjero.
También otorga a los recién llegados acceso a un permiso de residencia y a la mayoría de los servicios públicos.
Tremblay, por ejemplo, puede alquilar un apartamento legalmente e incluso abrir una cuenta bancaria, además de estar exento de pagar el impuesto sobre la renta del país.
“Cuando comencé a ser un nómada digital (hace cinco años y medio) había muy pocas opciones de visado”, explica Tremblay, tras asegurar que oportunidades como la de los Emiratos Árabes Unidos están cambiando las reglas del juego.
“Te sacan de la incertidumbre legal y te permiten cumplir plenamente con la fiscalidad del lugar donde vives. Si tienes intención de convertirte en no residente de tu país de origen, también es mucho más fácil demostrar que te fuiste y eres un expatriado”.
Antes los nómadas digitales vivían a menudo en un limbo legal.
Técnicamente no se les permitía trabajar en un país extranjero, y tampoco eran empleados locales.
Los nuevos visados para nómadas digitales crean una base más sólida, estableciendo un marco legal que aporta más tranquilidad tanto a los trabajadores remotos como a las empresas que los emplean.
Y no tienen por qué verse como una estrategia para evadir impuestos: la mayoría de los nómadas todavía los pagan en sus países de origen para mantener la ciudadanía o recibir beneficios de salud y pensiones.
Los requisitos para el visado
Más de 25 países y territorios ya han lanzado visas para nómadas digitales, según un nuevo informe del Instituto de Política Migratoria, una organización independiente con base en EE.UU.
Esta tendencia, inducida por la pandemia, comenzó en pequeñas naciones europeas y caribeñas que dependen del turismo.
Pero ahora economías más grandes como Emiratos Árabes Unidos, Brasil o Italia están lanzando sus propias iniciativas.
Para estos países las visas de nómadas digitales son una forma de atraer nuevas ideas y talento, así como de capitalizar el crecimiento del trabajo remoto e inyectar capital extranjero en las economías locales.
Mientras, para nómadas como Tremblay, ofrecen estabilidad y la oportunidad de convertirse en un nómada con estadías prolongadas que aprende la cultura local “en lugar de considerar a los países anfitriones como distracciones temporales”.
Los requisitos para las visas de nómada digital varían de un país a otro, pero generalmente se exigen prueba de empleo remoto, seguro de viaje e ingresos mensuales mínimos, para garantizar que sus titulares puedan mantenerse sin aceptar trabajos locales.
Los ingresos mínimos requeridos pueden variar desde US$ 5000 mensuales en EAU hasta US$ 2770 en Malta o US$ 1500 en Brasil.
También hay que pagar una tarifa para presentar la solicitud (entre US$ 200 y 2000), y la duración de la estadía fluctúa de seis meses a dos años, según el visado.
Algunos solicitantes pueden recuperar ese dinero con ciertas prestaciones; Argentina, por ejemplo, planea ofrecer a los nómadas digitales en su nueva visa tarifas especiales en alojamiento, espacios de coworking y vuelos internos con Aerolíneas Argentinas.
Italia quiere el 5% de nómadas
Luca Carabetta, miembro del parlamento italiano del partido político Movimiento Cinco Estrellas, asegura que Italia está combinando los mejores elementos de otras visas de nómadas digitales para crear la suya propia, que se hará realidad a más tardar en septiembre.
En su primer año espera atraer al 5% del mercado global de nómadas, estimado en alrededor de 40 millones de personas.
“Un nómada digital puede aportarnos habilidades en todo, desde arquitectura hasta ingeniería, por lo que esta es una buena manera de abrir nuestro país a los recursos técnicos del extranjero”, explica Carabetta.
El país más envejecido de Europa también ve esta visa temporal como una forma de atraer a residentes más jóvenes, que pueden usarla para iniciar una vida más permanente en el país.
“Nuestro objetivo podría ser tenerlos como invitados en Italia, pero también que puedan establecerse aquí”.
Como parte de la preparación para el nuevo visado, Carabetta asegura que Italia ha gastado más de 1 millón de euros en reforzar las redes de telecomunicaciones, mejorar el transporte y modernizar la infraestructura en las comunidades rurales con la esperanza de que los nómadas digitales atraídos por los rincones más alejados de Italia puedan contribuir a su desarrollo económico.
Mientras tanto, ciudades como Venecia y Florencia han desarrollado programas para ayudar a los trabajadores remotos a tener un aterrizaje suave cuando lleguen.
Chile, uno de los pioneros
Prithwiraj Choudhury, que investiga la geografía cambiante del trabajo en la Escuela de Negocios de Harvard, asegura que los beneficios para los países receptores de nómadas digitales son inmensos.
“En primer lugar, el trabajador remoto gasta dólares en la economía local”, explica. “Y, más que eso, también hace conexiones con los empresarios locales”.
Para Choudhury, compartir habilidades brinda una oportunidad clave a los países y destaca que, para estos, es importante atraer al tipo adecuado de nómadas que puedan agregar valor a la comunidad local.
Señala como un ejemplo histórico el programa Start-Up Chile.
Lanzado en 2010, aportó visas e incentivos monetarios para que emprendedores extranjeros pasaran un año en Chile desarrollando sus propias empresas emergentes y asesorando a los talentos locales.
En aquel momento, las start-ups en Chile solo estaban empezando.
Una década después, gracias al intercambio de ideas, los empresarios chilenos han lanzado empresas valoradas en más de mil millones de dólares, como la compañía de tecnología de alimentos veganos NotCo y la aplicación de entrega de alimentos a domicilio Cornershop.
“Es un buen ejemplo de cómo se puede crear un ecosistema si invitas a extranjeros talentosos a tu país, incluso por solo un año”, explica Choudhury.
Aumenta la competición
Los más beneficiados de los visados de nómada digital son las economías emergentes o naciones más pequeñas que tradicionalmente han perdido talentos en favor de países más grandes.
“Antes las empresas solían luchar por el talento. Ahora también lo hacen los países y las regiones”.
Choudhury predice que incluso las economías más grandes podrían ofrecer pronto visados de nómadas digitales para seguir siendo competitivas.
Y considera que quienes creen el mejor ecosistema para los trabajadores remotos verán los mayores beneficios.
El lado negativo
Las visas para nómadas digitales ofrecen muchas oportunidades prometedoras, pero también pueden originar nuevos problemas.
Por ejemplo, pueden aumentar el costo de la vida local, incrementar la competencia por los recursos y crear “burbujas de privilegio”, según Kate Hooper y Meghan Benton, autoras del informe del Instituto de Política Migratoria.
Las investigadoras citan Bali (Indonesia) y Goa (India) como ejemplos de actuales destinos de nómadas digitales que se han topado con estos problemas en los últimos años.
Tener una clase de trabajadores que utiliza la infraestructura y los servicios locales pero no paga impuestos por ellos también puede crear resentimiento entre los residentes que sí los pagan.
Algunos expertos también cuestionan si las visas de nómadas digitales serán muy demandadas.
Danish Soomro, fundador y CEO de la base de datos de movilidad global visadb.io, asegura que la mayoría de los nómadas “todavía usan la opción de visa de turista de tres a seis meses por varias razones, como las complicaciones para solicitar visas de nómada digital”.
Soomro afirma que el engorroso papeleo, los costosos exámenes médicos y la necesidad de demostrar ciertos ingresos mensuales (especialmente para los trabajadores independientes) pueden hacer que muchos nómadas se sientan más inclinados a ingresar como turistas y cruzar la frontera rápidamente cuando sea necesario.
Sin embargo, después de hacer eso durante cinco años, Tremblay confiesa estar feliz de haber solicitado el visado de nómada digital en Dubái.
“Uno se siente genial al ser tratado como residente”, explica.
Este ingeniero de software planea usar Dubái como base a medio plazo, es decir, hasta que encuentre su próximo hogar.
Por Mark Johanson. Puedes leer esta nota publicada originalmente en inglés en BBC Worklife.
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