Nobel de la Paz: qué es el Programa Mundial de Alimentos y por qué es el ganador de este año

ROMA.- Creado en 1961 y con sede en esta capital, el Programa Mundial de Alimentos (PMA o WFP, por sus siglas en inglés) es un organismo humanitario de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que asiste a casi 100 millones de personas en 83 de países todos los años, líder en la lucha contra el hambre en el mundo. Hoy fue distinguido con el Premio Nobel de la Paz 2020.

Al margen de brindar asistencia alimentaria en emergencias, su primer mandato, trabaja con las comunidades para mejorar la nutrición y crear resiliencia. Tal como puede leerse en su página web, cada día el WFP tiene 5600 camiones, 20 barcos y 92 aviones en movimiento, que entregan alimentos y otra asistencia a aquellos que más los necesitan. Cada año, distribuye aproximadamente 15.000 millones de raciones con un costo estimado por ración de 31 centavos de dólar. Estas cifras son la base de la reputación incomparable del PMA como equipo de respuesta frente a emergencias, uno que cumple con su trabajo rápidamente y a escala en los ambientes más difíciles.

Dos tercios del trabajo de este organismo internacional es en países afectados por conflictos, donde las personas tienen tres veces más probabilidades de sufrir desnutrición que aquellas que viven en países sin conflictos.

Desde 2017 el director ejecutivo del PMA es el estadounidense David Beasley, que fue nombrado por un cargo que dura cinco años por el Secretario General de la ONU y el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cuyo cuartel general también es en Roma.

"El premio Nobel de la Paz al PMA es un sorprendente e impactante reconocimiento del trabajo del equipo del PMA que pone su vida en primera línea todos los día para llevar comida y asistencia a cerca de 100 millones de niños, mujeres y hombres con hambre en el mundo", dijo Beasley. "El premio Nobel de la Paz no es sólo para el PMA", agregó, al subrayar que el organismo trabaja mucho con gobiernos, organizaciones y el sector privado.

El Plan Estratégico 2017–2021 del PMA se alinea con la Agenda 2030 de la ONU, enfocándose en la eliminación del hambre y en contribuir a la revitalización de las alianzas globales para implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El PMA depende completamente de contribuciones voluntarias para recaudar fondos. Sus donantes principales son los gobiernos, pero la organización también recibe donaciones del sector privado y de individuos.

Su historia

El bautismo de fuego del PMA fue en septiembre de 1962 cuando el norte de Irán fue golpeado por un fuerte terremoto en el que murieron más de 12.000 personas. Entonces el recién nacido organismo envió 1500 toneladas de trigo, 270 toneladas de azúcar y 27 toneladas de té.

Meses antes, el PMA había sido creado bajo petición del presidente estadounidense Dwight Eisenhower como experimento para ofrecer ayuda alimentaria mediante el sistema de la ONU. A medida que las crisis se fueron multiplicando, el experimento demostró su valor. A lo largo de sus casi 60 años de vida, el PMA actuó para ayudar en emergencias en todo el mundo, causadas tanto por catástrofes naturales como por guerras, adaptándose y reinventándose en los diversos escenarios: por ejemplo, en 1999, estableció una red de panaderías móviles en Kosovo.

"Hoy en día, el PMA es la agencia humanitaria más grande del mundo que lucha contra la hambruna de manera global. Cuando ocurre algún desastre, entra en acción rápidamente y pone un plan a escala al instante; cuando no ocurren desastres, trabaja incansablemente para reforzar la seguridad alimentaria y nutricional. Su presencia en el campo de acción es integral; su entendimiento operativo sobre las necesidades alimenticias no tiene comparación", destaca el organismo en su página web. "Los desafíos siguen siendo grandes: 800 millones de personas siguen viviendo en la hambruna", agrega.

La Argentina y el PMA

Carlos Cherniak, representante de la Argentina ante el PMA y los otros dos organismos de la ONU en Roma, la FAO y el FIDA (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola), confesó a LA NACION que nadie se esperaba el Nobel de la Paz en el organismo, aunque destacó la importancia de la labor realizada por el PMA en los últimos meses de pandemia.

Cherniak recordó, por otro lado, que cuando el presidente Alberto Fernández viajó a esta capital en febrero pasado para reunirse con el Papa y autoridades italianas, también tuvo una reunión con Beasley, director del PMA. "Entonces surgieron dos actividades que se están llevando adelante: una es el apoyo a una mejor nutrición en comedores escolares porque el PMA tiene gran experiencia en este campo; y la otra es la formación y entrenamiento de pequeños y medianos productores de alimentos argentinos, para que puedan venderla al PMA insumos que luego el organismo distribuye en situaciones de emergencia en diferentes partes del mundo", contó.

El diplomático destacó que la Argentina es uno de los países que le vende desde hace años alimentos no frescos al PMA (por 2 millones de dólares anuales, aproximadamente), que han ido a Siria y a países de Centroamérica. Y el objetivo es aumentar el caudal de ventas de commodities al organismo, más aún en el contexto actual de emergencia mundial provocado por el Covid-19.

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