Amistades se quebraron, familias quedaron separadas; las opiniones de ciudadanos rusos sobre la invasión de su país a Ucrania presentan un panorama complejo de reacciones y emociones
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Como consecuencia de la invasión a Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea impusieron una serie de severas sanciones contra Rusia. Empresas extranjeras, instituciones financieras e inversionistas se están retirando de Rusia, desconectando a ese país del mundo occidental.
Gigantes de la industria del consumo como la cadena de restaurantes McDonald´s y la plataforma de entretenimiento global Netflix suspendieron operaciones. Visa, Mastercard y American Express abandonaron el país y la moneda nacional, el rublo, se desplomó, haciendo difícil controlar el alza de los precios de comida y bienes básicos.
De hecho, los supermercados ya impusieron un límite al número de artículos esenciales que la gente puede comprar. Los viajes al exterior también les costarán más a los rusos, y serán les más difíciles. Estados Unidos, la UE y otros países cerraron su espacio aéreo a las aeronaves rusas.
Siendo eso así, ¿cómo están reaccionando los rusos? La BBC habló con tres rusos para explorar cómo quedaron afectadas sus vidas hasta el momento.
María, 36 años, Moscú: “Me importa un bledo”
“Francamente, me importa un bledo las sanciones. No tengo yates. No hecho planes de viaje desde el covid. Sí, cerraron IKEA y todo eso, pero me imagino que tendré que leer libros y hacer ejercicio”.
“Nada cambió. Sí, están reprimiendo las protestas, pero eso lo llevan haciendo desde hace años. Y las cosas se están volviendo más caras, sí. He tenido que trabajar en tres empleos para cubrir todo, pero eso lo he tenido que hacer durante los últimos 10 años, así que no hay nada nuevo con eso tampoco”.
“No me puedo permitir preocuparme por lo que está pasando allá en Ucrania porque me volvería loca. No conozco a esa gente. No sé quién está bombardeando a quién. Yo vivo en Moscú. Aquí no hay bombas”.
Daria, 37 años, Reino Unido: “Limitará nuestras libertades”
“Los europeos sueñan con que los rusos ‘tomen consciencia’ y se levanten contra Putin y esta guerra -pero esa es una ilusión. Eso no va a suceder. Antes de que empezara la guerra, unas amistades me aconsejaron borrar los mensajes en mi teléfono -desechar cualquier contenido que pudiera ser usado en mi contra. Incluso borré una selfie que publiqué de una manifiestación contra la guerra”.
“Ni siquiera puedo hablar con libertad fuera de Rusia porque tengo a mis padres en Rusia y quiero poder visitarlos, sin temor de ser arrestada cuando llegue”.
“La sensación general que percibo de aquellos con los que tengo contacto es pánico y desesperación. Se habla de gente huyendo de Rusia para evadir ser llamada al ejército. El teléfono de una persona fue revisado en la salida cuando trató de irse. Dos muchachos fueron parados en el aeropuerto porque tenían edad para combatir. Mucho de esto son rumores, por supuesto, pero en este momento nadie está dispuesto a dar nombres ni poner nada por escrito”.
“Y ¿sabes qué es lo peor? La ‘rusofobia’ que está alimentando la retórica. En Rusia, el mensaje patriótico va algo así: Los rusos están siendo expulsados de Europa: ¡mejor regresa y trabaja para tu madre patria! Ese es un mensaje muy convincente si has experimentado el odio dirigido a ti como rusa viviendo en Europa. No sé cómo va a terminar todo esto, pero sé que limitará severamente nuestras libertades económica, política y socialmente”.
Pavel, 55 años, Yaroslavl: “Nuestra única opción es mantenernos unidos y ganar esta guerra”
“Toda esta situación me recuerda la de un barco en llamas en el medio del océano. La gente a bordo puede no estar de acuerdo en nada, pero el incendio tiene que apagarse sin importar qué inclinaciones políticas ni preferencias dietéticas las separen”. “O combatimos el incendio juntos o morimos juntos, no hay una tercera opción”.
Al mismo tiempo nosotros, los rusos -podemos unirnos y ganar esta guerra o podemos continuar discutiendo y ser borrados de la faz de la tierra, como Estado y como pueblo”.
“Sería ridículamente inocente presumir que si deponemos las armas nos perdonarán e inmediatamente levantarán las sanciones, activarán Swift y abrirán los cielos sobre Europa etc. ¡No lo creo! Sólo apretarán más y nos castigarán diez veces peor. Nos endilgarán con reparaciones, convertirán en parias y nos devorarán vivos”.
“Nuestra única opción es mantenernos unidos y ganar esta guerra, o quedar aniquilados. Podemos resolver quién empezó este incendio después”.
Los nombres en este artículo fueron cambiados para proteger la seguridad de los participantes.
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