El desesperado relato de una médica en Italia: "No hay más lugar en las terapias intensivas"
ROMA.- Como todos los médicos de la región de Lombardía, la más golpeada por el coronavirus –con 7280 casos de un total de 12462 y 617 muertos de un total de 827-, desde hace días Renata Ghelardi se encuentra en la trinchera, trabajando día y noche para enfrentar una emergencia santitaria inimaginable en Italia.
Ghelardi, responsable del departamento de diabetología del hospital Vizzolo Predabissi, que es uno de los tres de la provincia de Milán en este momento dedicado exclusivamente a enfrentar el Covid-19, no ocultó el drama que se está viviendo. Si no logra frenarse el contagio, colapsará no sólo el sistema sanitario de Lombardía –la región más rica de Italia-, sino el de todo el país.
"Hay una situación de alarma, en particular relacionada con la virulencia, es decir, al número de las personas que tenemos que curar en Lombardia y que en este momento no podemos curar porque los lugares de terapia intensiva están todos llenos", dijo Ghelardi en una entrevista telefónica con LA NACION. "Lo que preocupa es la virulencia del coronavirus, que es un virus que ataca fácilmente porque nadie tiene los anticuerpos y cada paciente que es positivo es una bomba atómica para los demás porque puede transmitir el virus, aunque sea asintomático", agregó.
En el hospital Vizzolo, donde trabaja, cerraron los quirófanos para duplicar la terapia intensiva. Según los últimos datos de la Protección Civil, en Lombardía 1352 personas positivas se encuentran en aislamiento domiciliario, 3852 internadas con síntomas y 560 en terapia intensiva, 94 más que el día anterior. "Como los síntomas pueden rápidamente empeorar y comprometer al paciente desde el punto de vista respiratorio, es necesario asistir en la ventilación. Y un porcentaje de cerca del 4% necesita ser entubado, por lo que hace falta muchísima terapia intensiva porque un 4%, de todos modos, es mucho", explicó.
"Por eso el problema es frenar los contagios de modo de que todos los hospitales puedan organizarse. Todos los hospitales están transformando las salas operatorias en terapias intensivas, las unidades coronarias, en terapias intensiva generales, para poder darle lugar a todos aquellos que tendrán necesidad de ser entubados",detalló.
¿Es verdad que eligen a quién salvar? "No, no es verdad que elegimos a quién salvar", contesta Ghelardi, casada y madre de tres hijos adolescentes. "Es claro que en ciertos momentos un médico anestesista que se encuentra adelante a un joven de 30 años y a un anciano de 90 con un cuadro clínico ya complicado, si tiene que elegir dar un lugar en terapia intensiva, se lo da al de 30 años y trata de darle al anciano ventilación asistida. Pero son decisiones que no nacen con el coronavirus, sino que siempre se han tomado en casos críticos", subrayó.
"Es por esto que es urgente frenar el contagio, para darle a todos la chance de tener un lugar en terapia intensiva. Por supuesto en este momento tratamos de atender a todos, sólo que el sistema está al borde y por lo tanto la prioridad es la de contener los contagios y es obligatorio quedarse en casa", agregó.
Ghelardi destacó el gran problema que representan los chicos y jóvenes –en este momento encerrados en sus casas porque los colegios y las universidades están cerradas, pero que el último fin de semana en muchos casos salieron-, que pueden ser portadores sanos del virus. "Los chicos no se enferman fácilmente de este virus, o si se enferman es en forma muy blanda, pero pueden ser portadores y contagiar a los padres, a los abuelos, a los ancianos, sin darse cuenta", advirtió.
Para Ghelardi al principio de esta crisis que puso de rodillas al país, aislado ahora del mundo, muchos no se tomaron en serio la cosa, pensando que se trataba simplemente de una gripe un poco más fuerte. "Pero en realidad no es una influenza. Cuando el cuadro es serio, se transforma en una pulmonía muy fea. Por eso la gente debe entender que tiene que seguir las indicaciones de quedarse en casa, debe evitar estar en situaciones de grupo, si sale debe mantener la distancia de seguridad y debe quedarse lo más quieto posible para intentar contagiar lo menos posible. Porque si uno es positivo y no lo sabe –porque se le hace el test sólo a quien tiene los síntomas y tuvo contactos con alguien que dio positivo-, puede contagiar" , insistió.
Ghelardi no esconde que para ella harían falta medidas férreas como las que se tomaron en China. "Ahí funcionó porque cerraron todo y como es un régimen dictatorial, si salías, pena de muerte... Pero ahí en un mes bajaron mucho los contagios. Si nosotros no hacemos lo mismo, nos encontraremos en una situación de pánico porque los hospitales no podrán manejar la situación", pronosticó.
"Todos los médicos estamos con las licencias bloqueadas a tiempo indeterminado, todos llamados a la emergencia, cada uno con sus competencias, hay mucha necesidad de anestesistas y neumólogos y todos los demás tienen que hacer lo que pueden para dar una mano al sistema", contó la médica. "Vivimos al día, cada día es distinto al anterior y es muy estresante porque también para nosotros los médicos es una situación nueva, que nunca vivimos", continuó, mientras reflexionaba sobre la importancia de trabajar con responsabilidad y en conjunto: "Si no hacemos trabajo de equipo, no salimos de esta".
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