"No llegaron al fondo de la cuestión"
Hablan familiares de las v´ctimas argentinas
Doce años después de uno de los peores atentados en la historia, los padres de la joven pareja argentina que murió al estallar el vuelo 103 de Pan Am sobre Lockerbie esperaron ayer ansiosos frente a la televisión el fallo judicial. Sin embargo, ésta le trajo muy poco consuelo.
"Se hizo justicia a medias, no llegaron al fondo de la cuestión. Fue un fallo políticamente arreglado. Trucho , sería la palabra. Nada ni nadie me va a devolver a mi hijo, pero esta justicia negra no ayuda para nada a mitigar el dolor", dijo por teléfono a La Nación Graciela Caffarone (62 años), madre de Hernán Caffarone, quien el 21 de diciembre de 1988, junto con su esposa, Fabiana Benvenuto, abordó el fatídico avión de Pan Am en Londres.
La sentencia no logró calmar a las familias de las víctimas, que insisten en acusar al presidente de Libia, Muammar Khadafy, como el autor intelectual del ataque.
"Los dos agentes libios eran culpables. Hubo un arreglo entre el gobierno de Estados Unidos y el de Libia, que estuvo detrás del atentado. Querían ponerle un punto final al caso y dejar contentos a todos", señaló la señora Caffarone desde su casa en Olivos.
Hernán y Fabiana -ambos de 28 años- se habían casado el 19 de diciembre del 87, y venían camino a Buenos Aires. Hacía pocos meses que vivían en Londres, donde Hernán trabajaba para el NMB Bank, y Fabiana -psicóloga- se desempeñaba en una universidad en las afueras de la capital.
Desde Punta del Este
Eran jóvenes, estaban llenos de entusiasmo y de sueños. Pero el vuelo 103 de Pan Am acabó con todo. Habían planeado festejar la Navidad con los padres de Hernán en Buenos Aires y luego se irían a Punta del Este.
"Yo acababa de comprar este departamento y me había hecho muchas ilusiones porque íbamos a pasar el verano juntos", recordó desde el balneario uruguayo la madre de Fabiana, Raquel Benvenuto (69), que ayer, a las 7.30, mientras el sol despuntaba frente a la Playa de los Ingleses, sintonizó la CNN para seguir las noticias provenientes de Holanda.
"Es evidente que el ataque no nació de estos dos acusados. Quien está detrás de todo es (el presidente libio) Khadafy. Acá hay algo mucho más grande. El objetivo terrorista eran los norteamericanos en el avión. Fabiana y Hernán estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado", dijo Benvenuto a La Nación .
Efectivamente, la casualidad jugó un papel importante en la muerte de estos dos argentinos. En 1988, como consecuencia de la Guerra de las Malvinas, todavía no había vuelos directos entre Londres y Buenos Aires, así que Hernán y Fabiana compraron pasajes vía Nueva York. Pero nunca llegaron. De noche, sobre la localidad escocesa de Lockerbie, el avión estalló en mil pedazos.
"Yo me enteré del accidente esa misma noche, por la radio, cuando volvía de una reunión del Olivos Rugby Club -contó Luis Caffarone (75)-. Pero nunca me imaginé que mi hijo y Fabiana estaban en él."
La mañana siguiente, los Caffarone recibieron la llamada de un amigo británico de Hernán, que los había acompañado hasta el aeropuerto de Heathrow. Antes de que le pudiera dar la trágica noticia, el joven comenzó a llorar. Los padres entendieron de inmediato.
"Fue espantoso entonces y lo sigue siendo ahora -señaló Raquel Benvenuto-. Estos fueron doce años dificilísimos. Pese a que fuimos un par de veces a Lockerbie, esta vez no quise ir al juicio en Holanda porque para mí es como si me volvieran a clavar un cuchillo. Al menos se llegó a algo, yo pensé que nunca íbamos a poder saber nada."
Quien sí viajó a la ex base militar norteamericana de Camp Zeist fue Ricardo Caffarone, hermano menor de Hernán. En diálogo con La Nación , dijo que el ambiente que se vivía entre los familiares de las víctimas era de "una mezcla de alivio con pesimismo".
"Al menos se pudo comprobar que uno de ellos era culpable, si bien todos sabemos que los verdaderos responsables están en la cima de la pirámide. Khadafy es el verdadero culpable, pero contra él no tenemos pruebas", aclaró Ricardo, con la voz cansada luego de haber pasado todo el día con otros familiares, sus abogados y agentes del FBI, la CIA y Scotland Yard que participaron en la investigación.
Como a cientos de los familiares que estaban allí, a Ricardo le causó indignación la condena: "Al final, el libio hallado culpable podría salir en 20 años, menos de un mes por cada persona que mató", apuntó.
Pero la saga judicial del atentado de Lockerbie aún está lejos de terminar.
"Lo que queremos ahora -dijo Ricardo- es que el gobierno libio acepte su responsabilidad. Cuando termine el proceso de apelaciones de la defensa, tenemos pensado iniciar un juicio civil y pediremos a las Naciones Unidas que aumente las sanciones contra Libia."