Nigeria: buscan al argentino Santiago López Menéndez tras un secuestro
El joven estaba trabajando esta mañana en el campo en Kontagora junto a un grupo de empleados locales, cuando llegaron hombres armados y se lo llevaron; "Nunca nos dijo que estaba asustado o preocupado" dijo a LA NACION su hermana, Manuela
Esta mañana, Santiago López Menéndez se despidió de su novia, Alejandra, como todas las mañanas, dejó su casa en el campo, en la localidad de Kontagora, agarró su camioneta y se fue a uno de los lotes de la empresa Flour Mills of Nigeria junto a un grupo de empleados locales para organizar el día. Allí estaban, alrededor de las 10 de la mañana (6 en la Argentina), cuando llegaron unos hombres armados y se llevaron a Santiago. Sólo a Santiago.
Los hombres llegaron en motos y con armas automáticas que disparaban al aire. Se fueron, en cambio, en la camioneta de Santiago y con él a bordo. "¡No queremos lastimar a nadie! ¡No queremos matar a nadie!", gritaron en reiteradas ocasiones, según dijeron los empleados que presenciaron la escena. Así lo remarca la hermana del joven argentino de 28 años, Manuela López Menéndez, en un diálogo con LA NACION, y se aferra a esas palabras para mantener cierta tranquilidad y transmitírsela a sus cuatro hermanos y sus padres.
Manuela -que está en contacto constante con Alejandra, a quien llama "Alita"- subraya además que los hombres tenían una fijación con su hermano, "el único blanco del grupo", y agrega que "se supone es que es un secuestro por dinero", aunque todavía nadie recibió algún pedido de rescate.
La policía local, la policía militar, la empresa Flour Mills y el cónsul y embajador argentinos en Nigeria -con quienes Santiago mantenía una buena relación y que se están trasladando a Kontagora- están tras la pista del ingeniero agrónomo. Alejandra espera novedades en el campo y el mayor de los López Menéndez, Jorge, está yendo desde Sierra Leona, donde vive temporalmente. Por ahora, sólo encontraron la camioneta de Santiago abandonada.
"En Nigeria hay muchas tribus nómades. Pudo haber sido alguna tribu nómade en la zona", dice Manuela, al mencionar una de las hipótesis que circulan, aún sin certezas. Descartan, en principio, que se trate de Boko Haram, el grupo islamista que implanta terror en Nigeria con atentados y secuestros masivos, ya que Kontagora está fuera de su zona de influencia.
Manuela, que hablaba con frecuencia con Santiago, afirma que su hermano "estaba muy contento" con su vida en Nigeria, adonde se mudó hace un año, tentado por una oferta laboral.
"No había tenido ningún tipo de problemas ni en el campo ni en los viajes que hizo", dice Manuela. "Nunca nos dijo que estaba asustado o preocupado. Si hubiese tenido la mínima percepción de peligro, se hubiese vuelto. Por él y por Alita", señala.
Santiago se recibió de ingeniero agrónomo en la UBA en 2013 y desde entonces tuvo una vida laboral activa en el campo, entre la ciudad de Buenos Aires y Coronel Suarez. El año pasado, Flour Mills of Nigeria lo contactó para ofrecerle un trabajo como asesor técnico de su planta en ese país africano y le pagó un viaje para conociera el lugar. "Le pareció un desafío espectacular, en lo personal y en lo profesional", cuenta Manuela. Así es como, acompañado por su novia, Santiago decidió embarcarse en su primera experiencia de trabajo en el exterior. Tenían planeado quedarse por al menos dos años. "Un año no alcanzaba por tiempos de la agricultura, pero pensaba que por más tiempo no podía sostener ese estilo de vida", dice su hermana.
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