Nazaret, la ciudad israelí que critica la ofensiva militar
Mayoritariamente árabe, se solidariza con los países vecinos
NAZARET.- Esta ciudad árabe nunca esperaba quedar enredada en el conflicto entre Israel y Hezbollah. Pero, anteayer, algunos habitantes lloraban la muerte de dos hermanos pequeños, víctimas de los ataques de Hezbollah y, además, no ocultaban su resentimiento hacia Israel.
El cohete de Hezbollah estalló el miércoles en un barrio residencial en las sinuosas colinas de la ciudad y mató a Rabia Taluzi, de 7 años, y a su hermano Mahmoud, de 3, mientras volvían caminando a su casa después de haber estado en la de su primo. Dos de sus hermanos mayores, Motaz, de 13 años, y Allah, de 12, iban con ellos, pero se salvaron.
Decenas de mujeres entristecidas y vestidas de luto ocuparon anteayer completamente la sala de estar del departamento de los Taluzi para darle el pésame a la familia, mientras Allah, que se cubría la cara con las manos, dormía en el cuarto que había compartido con sus hermanos menores.
La ventana de la sala de estar había quedado resquebrajada por la fuerza del estallido del cohete. Se oía una música triste. Cazas israelíes rugían en el cielo, rumbo al Norte.
En contraste con los israelíes de origen judío, que de manera abrumadora apoyan la violenta reacción militar del gobierno por la incursión de Hezbollah de la semana pasada, quienes guardaban luto en Nazaret tendían a criticar apenas al grupo libanés, pero cada vez más a Israel.
Algunos sólo dijeron que querían que la guerra terminara inmediatamente y se apartaron del tema político. Pero otros no ahorraron críticas. "El mundo debería decirle a Israel que no quiere saber más nada con sus agresiones", señaló Nabila Espanioly, una psicóloga que se definió como activista política y que estaba en el departamento de los Taluzi.
"Lo que Israel está haciendo -añadió- es terrorismo de Estado. No se puede matar civiles y arrasar ciudades impunemente."
Más de un millón de los siete millones de ciudadanos israelíes son árabes, y en gran medida insisten en que son leales a Israel. Sin embargo, se solidarizan también con los árabes de toda la región, con particular apego a los palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza, con muchos de los cuales tienen algún parentesco.
Moción
Ahmed Tibi, un miembro árabe del Parlamento israelí que habla frontalmente, presentó el lunes pasado una moción para declarar que no existe un voto de confianza para el manejo que está haciendo el gobierno del conflicto con el Líbano. La medida fue inmediatamente rechazada, obtuvo el respaldo sólo de otros legisladores árabes y provocó vehementes críticas de los legisladores judíos de derecha.
Gran parte de la población israelí de origen árabe está concentrada en el norte del país.
Nazaret, donde los cristianos creen que Jesús pasó su niñez, es una de las mayores ciudades árabes, con 75.000 habitantes, entre cristianos y musulmanes.
Nunca había sido alcanzada por un cohete hasta el miércoles, y los habitantes dijeron que estaban seguros de que la ciudad había sido atacada por error, ya que si bien los cohetes de largo alcance de Hezbollah podrían llegar hasta allí, a unos 40 kilómetros al sur de la frontera con el Líbano, Nazaret no sería un objetivo debido a su población árabe.
Sin embargo, algunos habitantes criticaron a Israel también por no suministrar sirenas de alarma ni refugios antiaéreos, como ocurrió en ciudades israelíes del Norte.
"Ese es otro ejemplo de cómo está descuidado el sector árabe", se lamentó Muhammad Awsy, un trabajador municipal de 45 años que llegó segundos después al lugar donde habían muerto los dos chicos.
"Mire -añadió-, por aquí no se ven parques, ni juegos infantiles en las plazas, ni lugares recreativos. Eso nos hace sentir que estamos viviendo en otro Estado."
Traducción: Luis Hugo Pressenda
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