Napoleón y un festejo discutido
A pesar de que el estado francés sólo celebrará una misa, varias organizaciones prepararon exposiciones que reflejan la vida de Bonaparte, un personaje clave de la historia francesa que despierta tantas admiraciones como detracciones
A 200 años de la coronación de Napoleón Bonaparte como emperador de Francia, los admiradores y detractores del estratega corso debaten el tratamiento que el país galo y el mundo deberían dar a esta fecha.
A pesar de algunas celebraciones particulares como la muestra "Tesoros de la Fundación Napoleón en la intimidad del palacio imperial" que la Fundación Napoleón organiza junto con el Museo Jacquemart-André hasta el 3 de abril de 2005, el Estado francés trata con suma mesura esta página poco consensual de su historia.
Por eso, Napoleón no saldrá de los museos, salvo para una "misa de la coronación" que será celebrada el 2 de diciembre en la iglesia de la Magdalena de París, a iniciativa de la asociación del Recuerdo Napoleónico.
La última vez que fue celebrado por las autoridades francesas fue hace más de 35 años, en el 200° aniversario de su nacimiento, el 15 de agosto de 1969. En aquella ocasión hubo una gran exposición en el Grand Palais de París.
No obstante, celebrar a Napoleón, que puso a Europa bajo su bota desde Gibraltar hasta Varsovia, no aparece como un acto de tacto político en la actual Unión Europea.
"Luis XIV, Napoleón, De Gaulle: los tres atestan, cada uno a su manera, el imperialismo francés, sinónimo de arrogancia y de dominación", resume la historiadora Annie Jourdan, autora de "Mitos y leyendas de Napoleón".
Al contrario, Bernard Chevallier, director del Palacio Malmaison de las afueras de París, que fue la residencia personal de Napoleón, señaló: "La gente sólo ve en él al gran conquistador y al gran guerrero. Casi nadie sabe que a él le debemos las leyes civiles, el Banco Central y las escuelas superiores francesas".
"Después de la derrota de Sedan (1870), la República intentó borrar el recuerdo de Napoleón. Con la Primera Guerra Mundial, Napoleón se convirtió en mito como vencedor de los prusianos. A fines de los años 60, Napoleón ya no era políticamente correcto", opinó Chevallier.
El historiador Guido Braun, del Instituto de Historia Alemán en París, está de acuerdo: "Cada época tiene su propia imagen de Napoleón. Según una encuesta de hace cuatro o cinco años, Napoleón estaba en segundo lugar en una lista de las personalidades históricas más importantes, detrás de Carlomagno y antes de Charles De Gaulle".
Opiniones encontradas
Heredero del Siglo de las Luces y de la Revolución, Napoleón es parte fundamental de la historia francesa y europea. A pesar de su extensa e innegable labor institucional y administrativa cuyo mayor ejemplo es el Código Civil, es también considerado el causante de los millones de muertos que se cobraron sus ambiciosas campañas militares.
Esta concepción ambivalente se refleja en las distintas estudios de opinión que en estos días publicaron algunos medios franceses.
Según una encuesta publicada por Le Figaro Magazine, Napoleón fue un gran político adelantado a su tiempo para el 49 por ciento de los franceses, mientras que un 39% lo ve como un dictador que usó todos los medios para saciar su ansia de poder.
El sondeo revela además que para el 49% Napoleón fue un conquistador, un gran jefe de Estado para el 37%, y un aventurero para el 18%, mientras que el 21% lo considera un tirano.
Una ceremonia fastuosa
El 2 de diciembre de 1804, el general Bonaparte (1769-1873) se hizo coronar emperador en una majestuosa y barroca ceremonia en la catedral de Notre-Dame de París.
El ambicioso soldado no logró su sueño de instaurar su propia dinastía en Francia, pero hizo temblar los cimientos de Europa con una coronación cuyos fastos superaban los de la antigua monarquía, invitada para la ocasión.
En una catedral totalmente "redecorada" con inmensos tapices para disimular el estilo gótico del templo, Napoleón se ciñó a sí mismo la corona de laureles de oro antes de colocársela a su esposa, Josefina.
Este último gesto es el que aparece reflejado en el gigantesco cuadro de Jacques Louis David (1806-1807), sin duda el instrumento más eficaz para popularizar el acontecimiento.
La tela sigue siendo una de las más observadas, después de "La Gioconda", en el Museo del Louvre de París, que exhibe hasta el próximo día 17 algunas de las obras más famosas relacionadas con la coronación.
Más celebraciones
Otras muchas exposiciones muestran estos días retazos de la vida y la historia de Napoleón, como la organizada en la galería parisina Charpentier, que expone objetos de arte, libros, mapas y manuscritos del Imperio que serán subastados mañana.
Más crítica y analítica es la muestra "Napoleón, de la propaganda a la leyenda", en Rohan, mientras que el Palacio de Congresos de París acoge del 3 al 5 de diciembre el "Salón del I Imperio".
El bicentenario también dio pie a la aparición de obras escritas, que elevan a más de 5000 los libros publicados en el mundo sobre este personaje y su periodo histórico, según el vicepresidente del Instituto Napoleón, Jacques Jourquin, uno de los mayores especialistas de esta época de increíble éxito editorial.
Biografía de un emperador
Fuente: AFP, EFE y Télam
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