Murió Saturno, el "cocodrilo de Hitler" que escapó de los bombardeos a Berlín
Tenía 84 años y una vida agitada. Saturno, el cocodrilo que sobrevivió a los bombardeos aliados sobre Berlín durante la Segunda Guerra Mundial, y que algunos sospechan que pertenecía a la colección privada de animales del dictador alemán Adolf Hitler, murió el viernes pasado en su lugar de residencia, el zoológico de Moscú, en Rusia.
Saturno era, en rigor, un caimán del Mississipi (Alligator mississippiensis), nacido en Estados Unidos en 1936. De muy pequeño llegó al zoológico de Berlín, donde vivió en un reducto especial que compartía con los demás de su especie hasta que el estallido de la Segunda Guerra Mundial cambiaría su tranquila vida.
Sucede que los bombardeos de los aliados sobre la capital alemana de la Alemania Nazi destruirían casi por completo el zoológico en el que habitaba. Especialmente, el ataque de la RAF británica del 23 de noviembre de 1943 -el segundo gran bombardeo sobre Berlín- destruiría casi la totalidad del acuario que habitaba Saturno.
Sin embargo, milagrosamente el caimán del Mississippi pudo salir sano y salvo de entre los escombros. Para tener una idea del daño causado sobre el zoológico berlinés, el dato que aporta el medio alemán Der Taggespieggel es que en dicho parque residían 16.000 animales, de los cuales sobrevivieron apenas 96. De la totalidad de caimanes o animales de la familia del cocodrilo, murieron entre 20 y 30 ejemplares. Pero no fue el caso de Saturno.
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Saturno viaja a Rusia
Nadie sabe cómo sobrevivió, de qué se alimentó o qué hizo durante los siguientes tres años, pero el asunto es que el animal fue encontrado por soldados británicos en 1946 mientras caminaba por zona de la ciudad que le había tocado a cargo a los ingleses. De inmediato, el enorme reptil de 200 kilos y 3,5 metros de longitud fue entregado a los soviéticos y trasladado al zoológico de Moscú.
En la capital rusa, Saturno vivió hasta el final de su vida, aunque no sin ciertos sobresaltos. En 1950 hubo un incendio en el zoológico, pero no afectó su área y años más tarde sí estuvo cerca de tener un accidente fatal cuando una pared de hormigón cayó cerca de él. Afortunadamente, estaba en otra parte de su refugio apenas unos minutos antes a la caída.
Incluso otra de las leyendas sobre este animal cuenta que en el año 1993, cuando el líder ruso Boris Yeltsin sacó a la calle los tanques por una conmemoración, Saturno sintió las vibraciones de los vehículos bélicos cerca del zoológico y lloró. Sus cuidadores de entonces dijeron que podría haber sido consecuencia de sus recuerdos de la guerra, o bien, una simple reacción ante el miedo a esos temblores de la tierra que podían significar peligro.
El mito acerca de hablar de Saturno como "el cocodrilo de Hitler" tiene que ver con que siempre se sospechó que el animal pudo haber pertenecido al líder nazi. Algunos hablaban de él en aquel entonces como "la mascota de Hitler", ya que se rumoreaba que el animal había estado en una colección privada del dictador y no en el zoo de Berlín, pero es algo que nunca pudo probarse hasta el día de hoy.
Ayer, en la cuenta de Twitter del zoológico moscovita se anunció la aciaga noticia de la muerte del animal. "El zoológico de Moscú tuvo el honor de mantener a Saturno por 74 años. Él vio a mucho de nosotros desde que éramos niños. Esperamos no haberlo decepcionado", decía el mensaje.
El cuerpo de Staurno será exhibido -luego del tratamiento taxonómico correspondiente-, en el popular museo de ciencias naturales moscovita llamado Charles Darwin.
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