Murió la primera jefa de gobierno en el mundo
Llegó al poder en 1960 en Sri Lanka.
COLOMBO (AP).- Sirimavo Bandaranaike, que hace 40 años fue la primera mujer del mundo en ocupar un cargo de primera ministra, murió ayer luego de votar en las elecciones parlamentarias de Sri Lanka.
Bandaranaike, que tenía 84 años, volvió al puesto por tercera vez en 1994. Pero se retiró en agosto último para permitir que su hija, la presidenta Chandrika Kumaratunga, designara un político de la línea dura para llevar adelante la guerra contra los separatistas tamiles.
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Fue una jugada casi poética del destino. Sirimavo Bandaranaike murió poco después de haber votado, dedicando así hasta sus últimos minutos de vida a la política, una vocación que descubrió tardíamente, pero que la convirtió en la primera mujer jefa de gobierno de la historia.
Su elección, en 1960, marcó el primer paso para que otras mujeres, como Indira Gandhi, Golda Meir o Margaret Thatcher, siguieran su camino. Sin embargo, su llegada al liderazgo político no había figurado nunca entre sus más codiciados sueños.
Nacida en Attanagalla en 1917, Sirimavo Ratwatte pertenecía a una de las familias más acaudaladas y tradicionales de Ceilán, colonia de Gran Bretaña. A pesar de ser budista, fue educada por monjas católicas en un convento de Colombo y sus padres, terratenientes cercanos a las autoridades británicas, jamás pensaron que la mayor de sus seis hijos se convertiría en la líder más carismática del país.
"Fue la madre heroica de nuestra nación", la definió ayer el Partido de la Libertad, fundado por su esposo, Solomon Bandaranaike, con quien se casó en 1940.
Con un programa de tinte socialista, su marido se convirtió en primer ministro en 1956, pero fue asesinado tres años más tarde por un fanático nacionalista. Madre de tres chicos, Sirimavo Bandaranaike fue propuesta como candidata a la jefatura de gobierno. Pese a las críticas de sus adversarios, que la apodaron "la viuda llorona", Bandaranaike ganó las históricas elecciones de 1960, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra.
Vigor y decisión
Su gobierno fue tumultuoso, debido a la campaña de desobediencia civil lanzada por la minoría tamil luego de que proclamó el cingalés como idioma oficial en reemplazo del inglés. Pero, en una muestra de vigor y decisión, Bandaranaike declaró el estado de emergencia y se mantuvo firme hasta que en 1964 perdió el voto de confianza del Parlamento.
No obstante, seis años más tarde ganó con amplio margen las elecciones. Hasta 1975 gobernó de la mano de una coalición de izquierda que declaró república el país (1972), nacionalizó una gran cantidad de empresas (tanto locales como extranjeras) y se valió de sus lazos personales con Indira Gandhi en India para llevar adelante su nación, que pasó a llamarse Sri Lanka.
Fue derrotada en los comicios de 1977, sacudida por las denuncias de corrupción que le valieron una prohibición para ocupar cargos públicos durante siete años.
Pero para ese entonces ya se había transformado en toda una matriarca política. Su hija Chandrika Kumaratung siguió sus pasos en el Partido de la Libertad, mientras que su hijo Anura prefirió hacerle oposición desde el Partido Nacional Unido.
La revancha de la Señora B llegó en 1994, cuando Chandrika fue elegida presidenta del país y designó a su madre primera ministra, un cargo que pasó a tener funciones protocolares.
Jaqueada por su débil estado de salud, el 10 de agosto último Bandaranaike se vio obligada a dejar el poder. Aun así, en las últimas semanas hizo una intensa campaña para que la coalición de su hija venciera en las elecciones de ayer y lograse reforzar el poder de su gobierno, continuando de esa forma la tradición familiar.