Murió el multimillonario británico John Paul Getty
Tenía 70 años; era considerado el mayor filántropo de su país
LONDRES (EFE).- El multimillonario británico de origen norteamericano John Paul Getty, considerado por muchos el mayor filántropo que ha vivido en el Reino Unido, murió ayer en un hospital de Londres a los 70 años.
"Tristemente, Paul falleció a hoy a las 9.49 (hora local)", anunció ayer su médico, John Goldstone, en un breve comunicado en el que explicó que Getty había ingresado el pasado lunes en la London Clinic, aquejado de una infección de pecho.
Magnate del petróleo y anglófilo incondicional, Getty nació en Estados Unidos, pero adquirió la nacionalidad británica en 1998. El benefactor donó más de 175 millones de dólares a innumerables causas benéficas en el Reino Unido.
Entre los beneficiarios de sus donaciones, que reflejaron sus pasiones, figuran la National Gallery de Londres (72,5 millones de dólares), el Partido Conservador (7,25 millones), el Instituto de Cine Británico (29 millones) y al mundo del cricket, su deporte favorito.
El multimillonario heredó su fortuna de su padre, el poderoso magnate petrolero John Paul Getty I, que murió en 1976 y frente al altruismo de su hijo se ganó una reputación de avaro y dictador pese a haber sido en algún momento el hombre más rico del mundo.
Tan celoso de su bolsillo era el padre que cuando uno de los hijos de Getty, el tercer John Paul Getty de la familia, fue secuestrado en Italia, en 1973, y se le pidió el pago del rescate al abuelo, éste se negó. El anciano sólo cambió de opinión cuando los secuestradores le cortaron una oreja a su nieto y la enviaron, en un paquete, a un periódico.
Pese a contar con todas las facilidades y comodidades de una familia muy rica, la vida de Getty no resultó fácil. Durante los años sesenta el filántropo fue aficionado a los excesos del estilo "hippie" y se convirtió en un adicto a la heroína, un problema que lo llevó en 1971 a trasladarse a Gran Bretaña para someterse a un tratamiento de desintoxicación.
Superados esos contratiempos, Paul Getty encontró la felicidad en el Reino Unido, país del que se había enamorado desde su infancia.
En una de sus escasas declaraciones públicas, Getty dijo que se sentía "privilegiado por ser el heredero de una gran fortuna y el guardián de ese dinero para el beneficio de la gente que lo necesita más que yo".
En diciembre de 1998, el estadounidense, casado tres veces y padre de cinco hijos, vio cumplido uno de sus sueños al obtener la nacionalidad británica, después de casi treinta años de residencia en ese país. Ese mismo año fue investido Caballero del Imperio Británico.