Murió de coronavirus el pastor que negaba la pandemia y rechazaba el uso del barbijo
Robert Enyart había ganado un juicio contra el estado de Colorado para impedir protocolos sanitarios; en agosto juró que no se aplicaría ninguna vacuna
- 3 minutos de lectura'
Un activo militante contra los protocolos sanitarios y las vacunas para prevenir el Covid-19 murió este jueves por la tarde, debido a complicaciones derivadas del coronavirus.
Robert Enyart, un hombre del estado de Colorado, en los Estados Unidos, que combinaba su profesión de pastor religioso con la divulgación en un programa de radio, contrajo la enfermedad meses después de jurar que no se aplicaría ninguna de las tres vacunas (Pfizer, Moderna o Johnson & Johnson) que están aprobadas en ese país.
Enyart se describía a sí mismo como un “fanático religioso de extrema derecha”, según reporta la cadena NSBC, y su militancia en contra de los cuidados y las vacunas no se limitaba sólo a la divulgación: en octubre del año pasado, presentó una demanda contra el estado de Colorado para impedir que las autoridades sanitarias regulasen el aforo en los templos y volvieran obligatorio el uso de máscaras para los creyentes. Un juez federal falló a su favor, y el estado se vio impedido de dictar estas medidas de cuidado sanitarias.
“Tenemos un derecho, incluso una obligación de adorar a Dios, y eso se hará sin interferencia del Gobierno”, había festejado entonces en una entrevista a la CNN. En agosto de este año, afirmó que no se aplicaría la vacuna contra el Covid-19 (enfermedad que mató a más de 660.000 personas sólo en los Estados Unidos) porque “testean estos productos en las células de bebés abortados”. El hombre, que emitió este comunicado junto a su esposa Cheryl, remató sus palabras incendiarias pidiendo a la población que se negara a recibir la vacuna “para aumentar la tensión social”.
La negación de la pandemia era sólo la faceta más reciente de una carrera dedicada a la ridiculización de emergencias de salud pública. Según recordó el Denver Post, medio de la ciudad en la que vivía, el pastor se había hecho conocido en la década del 90 por burlarse en TV abierta de las víctimas de SIDA, leyendo en voz alta sus nombres en los obituarios de los diarios al son de “Another One Bites the Dust” (Otro que muerde el polvo) de Queen.
Hace dos semanas, la Iglesia de la Biblia de Denver en la que Enyart predicaba informó que el pastor y su esposa habían sido internados por un cuadro agravado de Covid-19. “El pastor Bob y Cheryl están... en buenas manos y mejorando diariamente”, escribía el comunicado de la congregación. ”Nos unimos y rezamos para que se recuperen completamente; al mismo tiempo nos entristecemos y nos regocijamos en estos momentos desafiantes”.
El anuncio de la muerte del pastor le tocó a Fred Williams, su compañero de conducción en Real Science Radio: “Es con un corazón apesadumbrado que tengo que anunciar que mi gran amigo y el co-conductor de este show perdió su batalla contra el coronavirus”, informó antes de definirlo como “una persona sabia”. A la hora de pensar en arrepentimientos, Williams no dejó dudas: “Estoy seguro de que él lo haría todo de nuevo”.
Otras noticias de Estados Unidos
Cumbre en Mar-a-Lago. Milei disertó ante inversores: "Debemos convertirnos nuevamente en faro del mundo"
Al otro extremo de Ushuaia. Cómo es la vida en la ciudad más boreal de América, donde el lunes verán el sol por última vez hasta fines de enero
¿Espías politizados? La designación de una exdemócrata devenida en trumpista al frente de la inteligencia de EE.UU. genera preocupación
Más leídas de El Mundo
"Grupos extremistas". El atentado fallido en Brasilia expone la polarización del país y revive el debate por el asalto del bolsonarismo
“Los hermanos sean unidos". Milei se emocionó durante su discurso, citó al Martín Fierro y Trump le agradeció
"Tiempos difíciles". Biden y Xi comienzan su despedida en Perú, tras la tensión por el megapuerto y el triunfo de Trump
Un bote salvavidas congelado. Cómo el iceberg más grande del mundo se convirtió en noticia y acabó transformando el océano que lo rodeaba