Multitudinaria ovación en la despedida al Papa
Más de un millón de personas presenciaron el funeral, presidido por el cardenal Joseph Ratzinger ; los fieles pidieron la canonización de Juan Pablo II
CIUDAD DEL VATICANO.- El ataúd del Juan Pablo II dejó el atrio de la Plaza de San Pedro poco después de las 12.45 (hora local) para ser enterrado en una ceremonia íntima en la cripta de la basílica vaticana.
Minutos antes de ingresar el féretro en la basílica para ser sepultado fue mostrado a los fieles, que no cesaban de hacer palmas.
Los restos del Papa fueron sepultados en las grutas vaticanas, en la cripta que ocupó hasta el 2000 el cadáver de Juan XXIII, quien entonces fue proclamado beato y ascendió a los altares, en la Basílica de San Pedro.
El ataúd, adornado únicamente con una simple cruz y la letra M, por María, fue metido en la basílica al concluir el funeral por 12 palafreneros de la nobleza romana mientras las campañas mayores repicaban sin cesar en un homenaje postrero al último obispo de Roma.
La ceremonia fúnebre en honor al papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro del Vaticano, transcurrió ante la presencia de unas 200 delegaciones de dignatarios de distintos países y cientos de miles de fieles que se acercaron desde todos los rincones del mundo.
Los fieles interrumpieron la misa al menos 10 veces con sus aplausos y cánticos. Hacia el final del servicio, miles volvieron a forzar la interrupción de la ceremonia cantando "Santo Súbito" (Santo Pronto), exigiendo la canonización de Juan Pablo II.
El mensaje "Santo ya" se pudo leer en varias pancartas diseminadas en los diversos lugares de Roma desde donde se podía seguir a través de pantallas gigantes de televisión la solemne ceremonia fúnebre que tenía lugar en la Plaza de San Pedro.
Los prelados colocaron una copia de los Evangelios en el ataúd de Juan Pablo, cuyas páginas fueron agitadas por el viento, mientras un coro entonaba el himno gregoriano "Concédele, Señor, el descanso eterno".
Los cardenales, con mitras blancas, salvo los tocados con las doradas y coronas del rito oriental, ocuparon sus sitiales en la plaza y muchos tuvieron que quitarse el capelo cardenalicio debido al viento reinante.
El funeral fue celebrado por el cardenal Joseph Ratzinger, decano del Colegio Cardenalicio y muy allegado de Juan Pablo. Es uno de los mencionados como posible sucesor.
Cerca de un millón de personas siguieron el funeral del Santo Padre desde una decena de puntos en la ciudad de Roma, en los que se colocaron pantallas gigantes que retransmitieron la ceremonia.
"Nos ve y nos bendice"
Al comienzo de la misa, Ratzinger - con casulla roja y solideo del mismo color - entonó "Oh Dios, Padre y Pastor de la humanidad, mira a tu familia reunida aquí en plegaria y concede a su servidor y nuestro papa Juan Pablo II, que en el amor de Cristo guió tu Iglesia, que comparta con el rebaño que le fue confiado la recompensa prometida a los fieles ministros del Evangelio".
El Papa "nos ve y nos bendice", declaró el cardenal alemán Joseph Ratzinger al concluir este viernes la homilía en la misa de funeral de Juan Pablo II en la plaza de San Pedro.
"Ahora está frente a la ventana de la casa del Señor. Nos ve y nos bendice" dijo el cardenal tras recordar la última bendición que impartió a los fieles de Roma y el mundo.
"No olvidaremos nunca, el último domingo de Pascua de su vida, que el Papa marcado por el sufrimiento apareció a la ventana del palacio apostólico y dio por última vez la bendición "urbi et orbi"", agregó. (Ingrese a la homilía completa)
Comunión a los fieles
Numerosos sacerdotes impartieron la comunión a los fieles que presenciaban esta mañana los funerales.
Largas filas de peregrinos se formaron bajo el columnado donde los sacerdotes distribuyeron la hostia, un ritual importante para los católicos.
Otros sacerdotes, fuera de la plaza del vaticano, dan la comunión a los fieles que quedaron en la Vía de la Conciliación, que lleva desde el río Tíber hasta la entrada a San Pedro.
La basílica estará cerrada hasta el lunes
La basílica de San Pedro estará cerrada hasta la mañana a las 7 (hora local), informaron fuentes vaticanas.
Las grutas vaticanas, donde desde hoy está sepultado Juan Pablo II, tampoco serán abiertas antes del lunes próximo. La confirmación estuvo a cargo del padre Ciro Benedettini, vicedirector de la sala de prensa de la Santa Sede.
Interceptaron un avión sospechoso tras el funeral
Dos aeronaves militares italianas F-16 interceptaron hoy un avión que se dirigía al aeropuerto romano de Ciampino, horas después del funeral del papa Juan Pablo II, y lo escoltaron hasta una aeroestación local, según la prensa italiana.
Despachos noticiosos indicaron que el avión, un Lear Jet 131, fue requisado después del aterrizaje y las autoridades no encontraron bomba alguna.
Un informe de prensa inicial citó a fuentes de inteligencia que expresaron su temor de que la aeronave llevara algún explosivo. Según los despachos, el jet privado salió de Belgrado, Serbia-Montenegro, hacia el aeropuerto romano de Ciampino, que sirve tanto a la aeronavegación civil como militar.
Fuentes: EFE, AP, ANSA y AFP
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