Moscú y un paralelo con la Berlín de 1914
Según un historiador alemán, se siente igual rodeada por amenazas
BERLÍN.- Profundo conocedor de la Primera Guerra Mundial, de la que este año se conmemora el centenario de su inicio, el historiador alemán Herfried Münkler encuentra dramáticos paralelismos entre la actitud de Alemania en esa guerra y la de Rusia en la crisis de Ucrania.
Rusia, como la Alemania de entonces, tiene la "obsesión" de estar rodeada, dijo Münkler en una entrevista con periodistas extranjeros en Berlín. "Creo que el análisis de un precedente tan dramático y paradigmático como el de la Primera Guerra puede servir para analizar los acontecimientos actuales", afirmó.
"En primer lugar, las elites políticas y militares en Berlín, en 1914, padecieron una obsesión de que el país estaba siendo rodeado. Tenían la sensación de que el círculo se estrechaba alrededor de ellos. La consecuencia fue una ceguera histórica y una alta predisposición para el riesgo que afectó a quienes tomaban decisiones en Alemania y que llevó, en el verano de 1914, a los resultados que se conocen."
El 28 de junio de 1914, en Sarajevo, el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria condujo a la invasión de Serbia por parte del imperio austrohúngaro. En pocas semanas, por un complejo juego de alianzas entre las potencias, Alemania invadió Bélgica y Luxemburgo.
"Sin aventurarse en previsiones de cuáles podrían ser las consecuencias, se puede observar sin dudas una obsesión parecida en las elites políticas y militares en Moscú. Desde un punto de vista histórico, los rusos fueron durante siglos una potencia dominante en el mar Báltico, ya desde Pedro el Grande, mientras que hoy sólo tienen Kaliningrado y San Petersburgo. Es fácil de imaginar que el escenario de perder una relación privilegiada con Ucrania juega un fuerte papel psicológico para los rusos, por el miedo a perder también control en el Mar Negro. Para ellos, significaría un problema", agregó.
Otra analogía es la situación interna de Ucrania. "No la quiero comparar a la de Serbia, sino más bien a parte de los Balcanes occidentales y al imperio austrohúngaro, donde no había tenido éxito una cohesión en un Estado nacional. En este sentido, lo que aparece ahora es que tampoco Ucrania logró ser un Estado nacional", sino que persisten diferentes grupos. Los tártaros, por ejemplo, juegan un papel en la península de Crimea, así como los ciudadanos de origen ruso juegan un papel en las regiones orientales.
También hay diferencias. En 1914 no había plataformas de negociaciones comparables a las de hoy. "Todavía no sabemos si el papel de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa [OSCE] será decisivo, pero por lo menos este órgano existe", dijo el historiador.
Otra diferencia, señaló, es que con el ejemplo de lo sucedido en 1914, Europa debería tener claro que las cosas no pueden pasar de la misma manera. Y si bien se discute si las ambiciones rusas son similares al comienzo de la Primera Guerra Mundial o bien al expansionismo de la Alemania nazi desde 1938, para Münkler, no obstante, habría que evitar comparaciones entre Hitler y Putin.
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