Mientras las protestas se extienden en EE.UU., China aprovecha el momento
NUEVA YORK.- La caricatura muestra a un oficial de policía rompiendo en pedazos la toga de cobre de la Estatua de la Libertad, mientras en el suelo yace la cabeza de un hombre frente a la Casa Blanca, cuya fachada aparece manchada de sangre. "Debajo de los derechos humanos" dice el título de la ilustración, que fue publicada por el Diario del Pueblo, el órgano de prensa insignia del Partido Comunista de China, y se viralizó esta semana en las redes sociales.
Mientras cientos de ciudades de Estados Unidos son escenario de protestas, China disfruta del momento y aprovecha los disturbios para promocionar la fortaleza de su sistema autoritario y presentar la agitación como otra señal más de la hipocresía y la decadencia estadounidense. Se trata de un relato que ignora deliberadamente muchos de los problemas propios de China, como su historia de discriminación étnica, su prontuario en derechos humanos y sus acciones para eliminar las protestas en Hong Kong.
Los funcionarios chinos están provocando por internet a sus pares estadounidenses con consignas como "las vidas de los negros importan" y "no puedo respirar". Los medios de comunicación controlados por el estado difunden contenidos sobre el "doble discurso" de Estados Unidos, que apoya a los manifestantes de Hong Kong. Los analistas chinos más destacados argumentan que la democracia estadounidense es una farsa, y hacen hincapié en la errada respuesta del país ante la pandemia de coronavirus y en las actuales tensiones raciales.
"La situación que vive Estados Unidos hará que más personas en China apoyen al gobierno chino,y condenen y se opongan a Estados Unidos" dice SongGuoyou, académico de la Universidad de Fudan, en Shanghái. "De hecho, la autoridad moral de Estados Unidos se ha debilitado muchísimo."
Los ataques de la propaganda china son el último capítulo de la larga lucha de poder entre China y Estados Unidos, y las tensiones entre ambos países están en su momento más crítico en décadas.
El presidente estadounidense Donald Trump acusó a Pekín de encubrir el brote de coronavirus que comenzó en la ciudad china de Wuhan, y dijo que China debería ser tomada como responsable por las muertes en Estados Unidos y el resto del mundo. El mandatario norteamericano también criticó a China por su nueva ley de seguridad en Hong Kong,y amenazó con restringir la relación especial de la ciudad con Estados Unidos.
Ahora las protestas que estallaron en Estados Unidos le están dando a Xi Jinping
y los propagandistas del Partido Comunista un nuevo motivo para contraatacar.
Las redes sociales chinas están inundadas de videos de fuertes enfrentamientos entre la policía y los manifestantes tras la muerte de George Floyd, quien fue inmovilizado en el suelo por un oficial de policía blanco de Minneapolis contra el que luego se presentaron cargos de asesinato. Los programas de televisión chinos muestran videos de las tropas de la Guardia Nacional patrullando las calles de las ciudades, mientras los conductores describen la larga historia de discriminación contra las minorías en Estados Unidos. Las redes sociales presentan un Estados Unidos rebelde y caótico: "¡Esto no es Siria, es Estados Unidos!" decía el titular de un sitio web muy visitado.
El Global Times, un diario nacionalista controlado por el Partido, pidió que el gobierno estadounidense "apoye al pueblo de Minnesota". En un tuit, el editor del diario desafió directamente al secretario de Estado, Mike Pompeo, quien había dicho que apoyaba al pueblo de Hong Kong en su rechazo a la decisión de Pekín de imponer una ley de seguridad nacional.
"Para los chinos de a pie, las violentas protestas en las calles desprestigian aún más a Estados Unidos", dice Susan Shirk, presidenta del Centro China Siglo XXI de la Universidad de California, en San Diego. "La propaganda china presenta a los políticos estadounidenses como hipócritas que ven la paja en el ojo ajeno."
Shirk dice que si disminuye la reputación de Estados Unidos en China, menos personas estarán dispuestas a pregonar su apoyo por los ideales estadounidenses, como el libre mercado y las libertades civiles.
"Incluso sin la propaganda, ahora la gente en China encuentra pocas cosas dignas de admiración en Estados Unidos", dice Shirk. "Si el modelo estadounidense pierde lustre, la voz de los liberales chinos quedará silenciada."
Si bien los funcionarios chinos se unieron alegremente al coro de críticas global contra Estados Unidos, la agitación los puso en una posición incómoda.
Límites estrictos
Hace mucho tiempo que el gobierno chino les pone límites estrictos a la expresión y la militancia, y las autoridades recurren con frecuencia a tácticas agresivas para sofocar los disturbios. El año pasado, la policía de Hong Kong, cuyo gobierno es apoyado por Pekín, fue acusada de hacer un uso excesivo de la fuerza cuando intentó contener las protestas contra el gobierno que sacudieron al territorio semiautónomo.
Como resulta casi imposible no trazar un paralelo con la situación en Hong Kong, muchos comentadores evitaron avalar las tácticas utilizadas por los manifestantes estadounidenses y en cambio denunciaron el racismo en Estados Unidos en términos generales y analizaron las consignas de las protestas.
"La herida racial crónica de Estados Unidos ahora vuelve a sangrar", decía un informe reciente de Xinhua, la agencia de noticias china administrada por el Estado.
En su primera declaración oficial tras las críticas de Trump contra la ley de seguridad nacional de Pekín, el gobierno chino directamente calificó de hipócrita a Estados Unidos. ZhaoLijian, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, indicó que los funcionarios estadounidenses tildaron de "patoteros" a los manifestantes en su propio país, pero ensalzaron a los manifestantes en Hong Kong como "héroes".
El martes, Carrie Lam, jefa del Ejecutivo en Hong Kong, se hizo eco del discurso del partido y acusó a Estados Unidos de tener un "doble discurso".
"Cuando la cuestión es mantener la seguridad de su propio país, le dan mucha importancia", dijo Lam en una de las habituales ruedas de prensa. "Pero cuando se trata de la seguridad de mi país, en particular con respecto a la situación actual en Hong Kong, ven todo color de rosa."
Estos últimos días, el nacionalismo en China funcionó a todo motor por internet, y mucha gente utilizó Weibo, una conocida plataforma de microblogueo, para denunciar la "arrogancia" de Estados Unidos y Trump. Las etiquetas relacionadas con las protestas en Estados Unidos, incluida la decisión de desplegar a la Guardia Nacional en algunas ciudades, están entre las más utilizadas en el sitio.
Algunos se inquietan de que la campaña de propaganda aumente aún más las tensiones entre ambos países. He Weifang, un profesor de derecho en Pekín que habla sin pelos en la lengua, dice que incluso algunos críticos del gobierno chino están tomando con mayor simpatía la línea discursiva oficial.
"Cualquier chino que tenga cerebro no será tan simplista como para pensar que China es un éxito y que Estados Unidos es un fracaso", dice Weifang.
"Pero los espacios de libertad de expresión son tan limitados que la gente tiene el cerebro cada vez más lavado."
The New York Times
Traducción de Ignacio Mackinze
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