Mientras el mundo espera avances, Trump y Kim siguen afinando su relación
cumbre. Ambos líderes se mostraron optimistas durante su primer cara a cara en Vietnam, pero hay dudas sobre un acuerdo firme
HANOI.- El buen entendimiento que alcanzaron Donald Trump y Kim Jong-un en su primera reunión en junio pasado en Singapur se reafirmó ayer en Hanoi, cuando los líderes de Estados Unidos y Corea del Norte abrieron su segunda cumbre para acercarse al objetivo final de terminar con la amenaza nuclear norcoreana.
Los dos antiguos enemigos mantuvieron un "muy buen diálogo", en palabras de Trump, durante un encuentro privado de veinte minutos, seguido de una cena con las dos delegaciones en pleno, que sirvió de antesala a una nueva reunión de trabajo prevista para hoy, en la que se esperan avances concretos.
Kim y Trump se estrecharon las manos y sonrieron frente a una hilera de banderas de ambos países en el Hotel Metropole de la capital de Vietnam, antes de cenar juntos y confirmar que las buenas sensaciones seguían intactas. "Gran reunión y cena con Kim Jong-un en Hanoi, Vietnam", escribió Trump en su cuenta de Twitter. Antes había declarado su convicción de que las conversaciones serían exitosas.
El magnate descartó además que estuviera dando marcha atrás en su proyecto de lograr la desnuclearización de Corea del Norte, como había gritado a los cuatro vientos durante los meses previos al primer e histórico encuentro. En esa cumbre de Singapur, Trump y Kim se comprometieron a trabajar para lograr la desnuclearización y la paz permanente en la Península de Corea. Pero si bien no hubo nuevas detonaciones atómicas ni lanzamientos de misiles de parte del régimen, las instalaciones nucleares siguen en su sitio y se presume que las actividades e investigaciones militares de las plantas siguen su curso.
Funcionarios de inteligencia norteamericanos indicaron recientemente que no hay señales de que Corea del Norte vaya a abandonar jamás todo su arsenal de armas nucleares, que considera una garantía de su seguridad nacional, y algunos analistas creen que Pyongyang no se comprometerá a un desarme significativo a no ser que se alivien las duras sanciones económicas lideradas por Estados Unidos, que siguen vigentes.
Pese a los escasos progresos, Trump parece estar apostando a su relación personal con Kim -de quien a fines del año pasado dijo estar "enamorado"- y al incentivo económico tras 70 años de hostilidades entre ambos países.
"Kim Jong-un y yo nos esforzaremos mucho para hacer algo por la desnuclearización y luego hacer de Corea del Norte una potencia económica", dijo Trump. Y descartó las conjeturas sobre sus exigencias rebajadas a Kim como "informes falsos".
"Vietnam está prosperando como pocos lugares en la Tierra. Corea del Norte podría ser lo mismo, y muy rápidamente, si se desnuclearizara", agregó. "El potencial es asombroso, una gran oportunidad, como casi ninguna otra en la historia, para mi amigo Kim Jong-un. Lo sabremos bastante pronto, ¡muy interesante!".
El mismo Kim debió salir en auxilio de Trump y reforzar el mensaje optimista.
"Ahora que nos estamos reuniendo aquí de nuevo, confío en que habrá un resultado excelente que será celebrado por todos, y haré todo lo posible para que esto ocurra", dijo el hombre fuerte de Pyongyang al comienzo de la cumbre, consciente de que muchos ven la relación entre los dos líderes como un romance de verano donde faltan los compromisos serios.
Los adversarios de Trump en Estados Unidos y otros países temen que esté dispuesto a realizar demasiadas concesiones a Kim, incluso a costa de los tradicionales aliados de Estados Unidos en la región, Corea del Sur y Japón, para reclamar una victoria y desviar la atención de lo que ocurre en Washington.
Mientras el presidente se jactaba de su nueva amistad con Kim, en efecto, su exabogado personal Michael Cohen lo comprometía todavía más en el caso del Rusiagate, durante una comparecencia ante un Comité del Senado (ver página 2).
Trump podría aceptar gestos simbólicos de Kim, como la apertura de una oficina de contacto o una declaración para poner fin oficialmente a la Guerra de Corea, que terminó en 1953 con un simple armisticio. Para callar a sus detractores, podría dar un paso más e intentar arrancar un anuncio a Kim, como por ejemplo la promesa del desmantelamiento del reactor de Yongbyon, el principal complejo atómico norcoreano.
"La ventana para los avances diplomáticos con Corea del Norte no permanecerá abierta indefinidamente", advirtió Kelsey Davenport, de la Arms Control Association. "Más allá del decoro, la segunda cumbre debe centrarse en el fondo de la cuestión", concluyó.
Avances y promesas
Vínculos
En el primer día de la cumbre de Vietnam, Trump y Kim acentuaron el vínculo "especial" entre ellos y prometieron que habrá avances reales
Potencial
Trump subrayó el "potencial económico" de Corea del Norte y puso como espejo el resurgimiento de Vietnam
Beneficios
Kim se comprometió por su parte a "dar el máximo para alcanzar resultados beneficiosos para todos"
Agencias AFP, AP, ANSA y Reuters
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