Michelle Bachelet: "Hice lo que tenía que hacer, como madre y como presidenta"
La presidenta chilena habló sobre sus planes para recuperar la confianza de la gente tras los escándalos de corrupción; prometió avanzar con la educación gratuita y la ley de aborto
SANTIAGO, Chile. - Chile vive a golpe de escándalo diario. La presidenta, Michelle Bachelet, hija de un general que murió en una prisión pinochetista y tradicionalmente bien valorada, está hundida en las encuestas tras un caso que afectó a su nuera y a su hijo, que renunció como asesor de su gobierno. En la entrevista, que se programó hace tiempo, pero fue retrasada tras un radical cambio de gabinete pensado para dar un giro, la presidenta detalla sus planes para recuperar la confianza de sus ciudadanos, en medio de una crisis política desconocida en un país habitualmente tranquilo.
-¿Qué le pasa a Chile, presidenta?
-Chile ha pasado por situaciones de excepción. A nuestro gobierno le tocó enfrentar desastres naturales como nunca. En 14 meses tuvimos un terremoto, incendios enormes, aluviones, dos volcanes. Además, una economía en desaceleración con una desigualdad que no cambia a pesar de las medidas. Y un cuestionamiento de las instituciones políticas que viene de muy atrás, como médica diría que es una enfermedad crónica reagudizada. Los jóvenes no se sienten representados. En eso Chile no es distinto de España y otros países. Hay una crisis de confianza. En ese contexto, aparecen estos hechos y aumentan la desconfianza.
-¿Es una tormenta perfecta?
-Sí, exacto.
-¿De verdad no pensó en ningún momento en renunciar por el caso Caval, que afecta directamente a su familia, a su hijo, a su nuera?
-Ni por ese caso ni por ninguno. Porque cuando uno es electo acá es para afrontar la situación.
-¿Se arrepiente de cómo lo ha gestionado, de seguir de vacaciones cuando saltó el escándalo?
-No tuve la dimensión en su momento de lo que estaba pasando por falta de información. Si la hubiera tenido, me hubiera vuelto de inmediato. Pero, lamentablemente, la información que me llegó fue mala, escasa.
-Dice que nunca hizo gestiones para esa empresa. ¿Si no fueran su hijo y su nuera, habrían logrado ese crédito millonario?
-Los bancos no son hogares de beneficencia. Ese banco hizo todo un chequeo técnico y dio el crédito a quien corresponde. La decisión la tomó un comité técnico, pero este tema está en manos de la justicia.
-Su credibilidad, su gran activo, está dañada. ¿Los chilenos pueden percibir que sobrepuso su papel de madre a su papel de presidenta?
-Uno no es una u otra cosa, uno hace las dos cosas. Madre voy a ser toda mi vida. Presidenta, estoy en mi segundo período. Como madre hice lo que tenía que hacer y como presidenta acepté la renuncia de mi hijo y además he tomado todas las medidas. También tomamos medidas el año pasado, cuando esto no existía, para evitar la especulación de los suelos. La fiscalía determinará, yo como presidenta he tomado todas las medidas.
-¿Por qué la gente no acaba de creer que usted no supiera nada de esa empresa?
-Porque como yo no conocí la dimensión, el hecho de haber llegado tarde ya había generado una percepción en la ciudadanía. Y eso ya está instalado, los comentaristas escribían cosas que no eran ciertas, como que yo había renunciado. Para la gente fue muy fuerte que fuera mi familia. Yo eso lo entiendo, pero quiero decir que he actuado como presidenta, he hecho todo lo que tenía que hacer.
-Ha hecho un cambio de gobierno radical tras los escándalos. ¿Es un giro al centro para buscar consensos?
-Yo no quiero colocar un color al giro. Lo que hay es que tenemos conciencia de que el diálogo es necesario. Pero si, por ejemplo, quieren que la educación persista como un bien de mercado, ahí no hay diálogo posible. Hay cosas que puedo cambiar y otras que son esenciales.
-¿Hay un desencanto?
-Hay un desencanto con todas las instituciones y con las personas, incluida yo, naturalmente, pero viene de antes, no es de ahora. Nosotros lo que hemos hecho es reconocer la situación, pero también decimos que Chile no es un país corrupto. Hay casos de corrupción. ¿Qué hacemos? Convoqué al consejo asesor con expertos y hemos hecho una lista de 14 medidas de mayor transparencia.
-¿Por qué es tan difícil en este país tan rico implantar la educación superior gratuita y en la Argentina, que sufrió el hundimiento de 2001, han conseguido mantenerla?
-En la Argentina, nunca tuvieron un modelo mixto como el nuestro, donde hay colegios particulares subvencionados por el Estado que además cobraban a los padres, un sistema público y otro privado. Nosotros hemos dicho que la educación no puede ser un negocio, y eso despertó mucha reacción por los que tienen esos colegios.
-¿Su gran legado será la universidad gratuita?
-Mi compromiso es que al término del mandato el 70% de los estudiantes tendrá gratuidad y en seis años llegaremos al 100%. Tienen que comprometerse, claro, no vamos a regalar los recursos.
-¿Le preocupa el enorme poder que China está alcanzando en América del Sur con su chequera ilimitada?
-No, Chile fue el primer país en reconocer a China. Tenemos un tratado de libre comercio desde hace diez años, China es nuestro primer socio comercial. Y eso ha sido beneficioso para Chile.
-¿Logrará aprobar la ley del aborto?
-Esperemos que sí. Queremos que las mujeres en algunos casos puedan decidir si quieren continuar con el embarazo. Si por razones emocionales o de salud no pueden continuar, una sociedad más democrática es la que les da a las mujeres esa posibilidad.
-¿Cómo le gustaría ser recordada?
-Como una presidenta que busca el bienestar de sus ciudadanos, la ampliación de sus derechos y que sólo ha buscado eso. Una persona que quiere a su pueblo, a su gente, y por eso está aquí, si no podría estar en alguna otra parte.
Más leídas de El Mundo
Denuncia penal contra el chofer. Murió una pasajera que viajaba en el colectivo que chocó contra la rambla en Montevideo
"Por ustedes no es". La emoción de la reina Letizia al hablar con los afectados por las inundaciones en Valencia
Tras ser abucheado. Sánchez reconoció el “sufrimiento” de los damnificados por las inundaciones pero condenó la “violencia”