México y EE.UU., cara a cara para evitar otra guerra comercial
Diplomáticos de ambas partes se reunirán mañana para eludir una escalada de aranceles
CORRESPONSAL EN EE.UU.Rafael Mathus Ruiz
WASHINGTON.- Estados Unidos y México se preparan para abrir mañana una ronda de diálogo e intentar eludir otra guerra comercial, en una nueva apuesta a que la diplomacia logre impedir una escalada de aranceles a ambos lados de la frontera que dañe a la economía global.
"¿En qué es especialista México? Diplomacia con los Estados Unidos. 200 años", afirmó ayer el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en una conferencia de prensa en Washington.
"Nuestros pueblos están unidos por una profunda amistad e historia y deseamos que nuestros gobiernos sigan siendo amigos y socios. Tenemos fe en el diálogo y la política como un instrumento para evitar confrontaciones costosas e innecesarias", señaló.
Ebrard encabeza una delegación enviada a Washington por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para buscar un acuerdo con funcionarios del presidente Donald Trump, que anunció la semana pasada que impondría aranceles del 5% a las importaciones mexicanas si México no detenía a los migrantes que viajan a Estados Unidos. Las tarifas, que comenzarán a regir el próximo lunes, subirán hasta el 25% en octubre.
Ebrard advirtió que esos aranceles, de entrar en vigor, podrían ser "muy costosos" tanto para la economía estadounidense como para la mexicana. La Cámara de Comercio de Estados Unidos estimó que el costo potencial para las empresas y los consumidores estadounidenses sería de unos 17.000 millones de dólares, una cuenta que ascendería a 86.000 millones si el arancel llegara al 25%. Estados Unidos es el principal socio comercial de México, que exporta casi 350.000 millones de dólares por año a la primera potencia global, alrededor del 80% del total de sus ventas al exterior.
A pesar de la predisposición a resolver la naciente disputa a través del diálogo, México dejó abierta la posibilidad de imponer tarifas a las importaciones de Estados Unidos en represalia por los nuevos aranceles de Trump, si es que de hecho entran en vigor. La secretaria de Economía de México, Graciela Márquez Colín -que ayer se entrevistó con el secretario de Comercio, Wilbur Ross-, dijo que confiaban en la diplomacia, pero, a su vez, evaluaban "posibilidades" ante la eventualidad de que las conversaciones fracasaran.
"Nosotros no queremos usar los aranceles para dañar las cadenas de valor, no queremos usar los aranceles para dañar la creación de empleos o dañar la inversión, sino que queremos que el libre comercio prevalezca en América del Norte", indicó.
La nueva puja comercial ya crispó a los mercados, que han seguido en un estado de ansiedad e inquietud la otra disputa, entre Washington y Pekín, aún irresuelta. La amenaza de Trump ahora podría abrir un nuevo frente con México. En ese clima de volatilidad e incertidumbre, los índices bursátiles de Wall Street mostraron resultados mixtos, y el riesgo país de la Argentina superó los 1000 puntos y alcanzó su máximo nivel en la presidencia de Mauricio Macri.
Para López Obrador, la naciente disputa comercial es la primera pulseada con Trump que puede acarrear un costo real para la economía de México, además de tocar la vida de cientos de miles de migrantes. Para Trump, afecto a los aranceles como instrumento de negociación, la ofensiva contra México tiene altas implicancias políticas: la frontera será otra vez protagonista de la campaña presidencial del año próximo, y es uno de los temas que encienden con mayor intensidad a la coalición del magnate, pero, a la vez, ha encontrado férrea resistencia dentro del Partido Republicano.
En la antesala de las negociaciones, Trump volvió a marcar la cancha en Twitter.
"Como señal de buena fe, México debe detener de inmediato el flujo de personas y drogas a través de su país y hacia nuestra frontera sur. ¡Pueden hacerlo si quieren!", tuiteó Trump, desde Londres, donde inició ayer una visita de Estado. Ya en la víspera el mandatario había dicho, también a través de la red social, que quería "acción, no conversación".
La delegación mexicana se reunirá con Ross; con el secretario de Agricultura, Sonny Perdue, y, quizá, con el representante comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer, indicó la embajada de México en Washington. Lighthizer, principal negociador de Trump, recibió con malestar la amenaza de aranceles que hizo el mandatario, según medios locales.
Varias empresas ya advirtieron sobre el costo de la movida de Trump. Chipotle, una de las cadenas de comidas más populares de Estados Unidos, dijo que los aranceles podrían costarle unos 15 millones de dólares. Chipotle vende burritos y tacos y afirma usar unas 450.000 paltas por día.
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