México rompe otro récord de violencia y le pone presión al nuevo plan de López Obrador
Las muertes en el primer trimestre aumentaron casi un 10%; el presidente pidió seis meses para que sus medidas se noten
CIUDAD DE MÉXICO.- Asediado por sanguinarios carteles narcotraficantes que también se dedican al robo de combustible, la extorsión y el secuestro, México alcanzó un nuevo récord de violencia durante el primer trimestre de 2019 con 8493 asesinatos, según se desprende de cifras oficiales.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a marzo registraron 8493 homicidios dolosos en todo el país, un aumento del 9,6% respecto de los 7750 asesinatos registrados en el mismo período de 2018.
Ese año fue considerado el más violento de la historia del país con 33.518 asesinatos, la cifra más alta desde que se inició el registro en 1997.
Sin embargo, la tendencia al alza se ralentizó en el mes de marzo, periodo en el que solo hubo un incremento de 2,7%. "Estamos empezando a estabilizar, que ya no continúe la tendencia al crecimiento en violencia", aseguró el lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia de prensa matutina.
"Nos va a llevar algún tiempo, pero va a empezar a bajar", agregó el presidente que pidió un plazo de seis meses para que las medidas que está implementando su gobierno se noten.
El estado con mayor violencia en el primer trimestre de 2019 fue Guanajuato, con 947 asesinatos. Esta céntrica región, uno de los puntos industriales más importantes de México, se la disputan a sangre y fuego el poderoso cartel Jalisco Nueva Generación y el cartel de Santa Rosa de Lima. El estado de México (vecino de la capital mexicana) fue el segundo más violento con 769 homicidios y Jalisco (oeste), el tercero con 720.
El gobierno de México, con la llegada al poder de Felipe Calderón, emprendió a finales de 2006 una polémica e intensa ofensiva militar para enfrentar a las mafias.
Desde entonces, cerca de 250.000 personas han sido asesinadas, según datos oficiales que no precisan cuántas de esas víctimas están vinculadas con la lucha contra el crimen organizado. También, más de 40.000 personas están desaparecidas.
El combate militar antidrogas, que operó sin marco legal, desató una ola de violencia con frecuentes enfrentamientos entre carteles antagónicos y contra las Fuerzas Armadas, mientras se alzaron numerosas denuncias por abusos de fuerza y desapariciones forzadas por parte del ejército y la policía federal.
López Obrador fue por años un duro crítico de la estrategia militar antidrogas y prometió que los soldados regresarían a los cuarteles, pero desde que asumió la presidencia en diciembre pasado el despliegue militar continúa. Pese a esto, el mandatario izquierdista dijo en enero que "ya no hay guerra" contra los carteles y que perseguir capos no es prioridad para su gobierno.
"Vamos a cubrir todo el territorio, los ciudadanos van a estar protegidos (...) Estoy optimista porque cuento con el apoyo de las Fuerzas Armadas", dijo ayer López Obrador, tras la masacre de Minatitlán, en el estado de Veracruz (ver aparte). El jefe del Estado aseguró que 230.000 soldados y más de 60.000 elementos de la Marina se unirán al patrullaje y los operativos en las calles.
El presidente defendió su estrategia de seguridad, que consiste en facilitar a los jóvenes mejores oportunidades, crear una guardia nacional con mando militar y combatir la corrupción.
Agencias AFP y ANSA
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