Reino Unido: una mujer acusa a Boris Johnson de tocarle el muslo por debajo de la mesa

LONDRES (AFP).- Ayer, con motivo de los dos años del movimiento #MeToo, una columnista del diarioThe Sunday Times denunció en un artículo al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, por acoso al revelar el comportamiento indebido que tuvo con ella veinte años atrás, en medio de un almuerzo.

Charlotte Edwardes contó en una nota que en aquella oportunidad el actual mandatario deslizó su mano por debajo del mantel durante una comida para tocar sus muslos y "tener tanta carne entre sus dedos" hasta hacerla sentarse erguida en la silla, de acuerdo con lo publicado por el periódico.

"Debajo de la mesa, siento la mano de Johnson en mi muslo. Lo aprieta. Su mano está en lo alto de mi pierna y tiene suficiente piel bajo sus dedos como para hacer que me enderece de repente", detalló.

El hecho, según la periodista, tuvo lugar en las oficinas de The Spectactor, en los tiempos en que el premier era director de la revista. Edwardes también aseguró que ese comportamiento indebido no lo tuvo solo con ella, sino también con otra mujer, sentada al otro lado de Johnson.

La reacción

El gobierno británico salió a desmentir la acusación. Un portavoz de Downing Street negó que el primer ministro haya sido protagonista de esa agresión. La oficina divulgó un breve comunicado anoche en el que aseguró que "la acusación es falsa".

Pero Edwardes se mantuvo firme. "Si el primer ministro no se acuerda del incidente, entonces tengo claramente mejor memoria que él", replicó en Twitter.

Al hacerlo, la periodista recibió el apoyo del ministro de Salud, el conservador Matt Hancock. "La conozco bien y sé que es digna de confianza", declaró a la televisión Channel 4. "Estoy totalmente de acuerdo con @MattHancock", agregó en Twitter Amber Rudd, que el mes pasado dimitió como ministra de Trabajo.

La denuncia sobre Johnson se conoció al tiempo en que pesa en su espalda tanto la salida del país de la Unión Europea, el famoso Brexit, como la amenaza de la apertura de una investigación penal sobre sus lazos con una empresaria estadounidense, Jennifer Arcuri, que recibió fondos públicos cuando era alcalde de Londres.

The Sunday Times afirma que tenían una relación sentimental y que Johnson no declaró un potencial conflicto de intereses, lo que él niega.

Separado desde el año pasado de su esposa Marina Wheeler, el primer ministro de 55 años vive desde entonces con Carrie Symonds, una especialista en comunicación 24 años menor que él.

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