Merkel pactó otro gobierno con una agenda más social
Después de más de dos meses de negociaciones, acordó una gran coalición con la socialdemocracia, que impuso varios de sus reclamos, como un salario mínimo
BERLÍN.- Unos 65 días después de las elecciones federales en Alemania, las principales fuerzas políticas lograron un acuerdo para dar vida a una gran coalición y formar finalmente gobierno, que estará marcado por las promesas de disciplina fiscal de Angela Merkel, pero tendrá un matiz más social, como reclamaba la centroizquierda.
Fueron negociaciones muy largas, que concluyeron con una ronda de 17 horas en la madrugada de ayer. Alemania apuesta así por un poder ejecutivo estable, capaz de consolidar su fuerza económica.
Será "una gran coalición para grandes desafíos", aseguró la canciller alemana, Angela Merkel. Un referéndum en la base socialdemócrata, sin embargo, podría cambiar las cartas en juego.
El primero en dar el anuncio fue Michael Grosse Börmer, el líder en el Parlamento de la Unión Cristiano Demócrata (CDU, por sus siglas en alemán), el partido de Merkel, quien en su cuenta de Twitter, a las 4.52, escribió "¡Acuerdo alcanzado!".
Junto a la CDU, los otros partidos que tomaron parte en las negociaciones fueron la formación hermana bávara, la Unión Cristiano Social (CSU, por sus siglas en alemán), y el Partido Socialdemócrata (SPD, por sus siglas en alemán), principal rival de Merkel en las elecciones.
Hasta ayer, no habían sido nombrados los ministros, pero sí se dijo que seis serán del SPD, cinco de la CDU y tres de la CSU. Se prevé que Merkel sea designada canciller el 17 de diciembre.
Durante la negociación, Merkel pudo mantener muchas de sus promesas centrales. Nada más tomar palabra en conferencia de prensa, la canciller dijo ayer que "no habrá aumentos de impuestos" para nadie, ni siquiera para los más ricos, como lo pedía el SPD.
"Esto reasegura a los trabajadores tanto como a los dueños de empresas", insistió. El programa refleja tres directivas principales: "Finanzas sólidas, bienestar asegurado y seguridad social". En general, dijo que las consultas fueron "positivas y respetuosas". Será "una gran coalición para grandes desafíos", aseguró.
La jefa del gobierno subrayó que Alemania se atendrá a las mismas reglas generales que se esperan del resto de los países europeos, es decir, finanzas sólidas y ningún aumento de la deuda. Los partidos de la coalición prevén gastar hasta 2017 23.000 millones de euros, de los cuales 5000 millones financiarán la investigación y la educación.
Respecto de Europa, en el acuerdo se transcribió literalmente la receta de austeridad de la canciller, lo que fue una decepción para los socios europeos que esperaban nuevas propuestas y quizás un cambio de actitud.
"La eurozona necesita combinar reformas estructurales para aumentar la competitividad con una consolidación rigurosa de los presupuestos nacionales", dice el texto del nuevo gobierno. Además, se descarta de manera definitiva la emisión de deuda común.
Uno de los puntos más delicados de las negociaciones fue el acuerdo para la introducción de un salario mínimo universal de 8,5 euros por hora. Ésa era una promesa electoral socialdemócrata y por lo tanto Merkel insistió en matices: su introducción empezará en 2015, no antes, y hasta 2017 habrá excepciones, por ejemplo para aquellos sectores donde los salarios son el resultado de acuerdos entre sindicatos y empresas.
Bajará la edad mínima para tener derecho a una jubilación plena, a 63 años, en el caso de que se hayan contabilizado 45 años de contribuciones. Para las madres, los años dedicados al cuidado de los hijos pequeños se contabilizarán en la jubilación. Se fijó un límite en el aumento de los alquileres y también se limitaron a 18 meses los contratos de trabajo temporales. Por último, se introdujo un peaje para las autopistas alemanas -hasta ahora gratuitas- con la propuesta de la CSU.
Según el líder de la socialdemocracia, Sigmar Gabriel, "no será sólo una gran coalición para grandes desafíos, sino también para gente pequeña", dijo, al subrayar los logros alcanzados en términos de políticas sociales y laborales.
Gabriel tuvo que ratificar que la base de su partido votará a favor del acuerdo el próximo 14 de diciembre: "Este contrato de coalición hará mejor la vida de las personas, por esta razón los miembros del SPD seguramente lo aprobarán", aseguró.
Aun así, el ala radical de la formación ya se distanció del pacto. Si la base del SPD rechaza el acuerdo, la formación deberá aceptar pasar a la oposición. Lo más probable sería entonces que Merkel acepte liderar un ejecutivo de minoría.
Ante el nuevo gobierno, el respetado semanario liberal Die Zeit consideró que Alemania "se mueve hacia la izquierda" y "será más social".
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