Mercenarios para derrocar a Maduro, la idea de una polémica empresa de EE.UU.
WASHINGTON.- Erik Prince –fundador de la polémica empresa de seguridad privada Blackwater y prominente partidario del presidente norteamericano Donald Trump – viene impulsado un plan para desplegar un ejército privado que derroquen al presidente socialista venezolano Nicolás Maduro , según cuatro fuentes distintas con conocimiento de esas maniobras.
Según esas fuentes, hace varios meses que Prince busca inversiones y apoyo político para dicha operación, de parte de influyentes partidarios de Trump y de los exiliados venezolanos más ricos. En reuniones privadas en Estados Unidos y Europa, Prince esbozó un plan para contratar a 5000 solados mercenarios en nombre del líder opositor venezolano Juan Guaidó, según dos fuentes presentes en esas charlas de Prince.
Una de esas fuentes incluso asegura que las reuniones se extendieron hasta hace poco, incluso hasta mediados de abril.
Garret Marquis, vocero del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, se negó a responder si Prince les había propuesto su plan o si el gobierno lo estaba considerando. Un conocedor del pensamiento del gobierno dice que la Casa Blanca no apoyaría un plan como ese.
El vocero de Guaidó, Edward Rodríguez, dijo que los dirigentes opositores de Venezuela no discutieron operaciones de seguridad con Prince, pero se negó a responder ninguna otra pregunta. El gobierno de Maduro tampoco quiso comentar al respecto.
Expertos de seguridad de Estados Unidos y Venezuela dicen que de ser cierto, el plan es políticamente rebuscado y potencialmente peligroso, ya que podría desatar una guerra civil. Un exiliado venezolano cercano a la oposición concuerda, pero dice que si Maduro cae, las tropas privadas podrían ser útiles para garantizar la seguridad del nuevo gobierno después del traspaso.
Marc Cohen, vocero de Prince, dijo este mes que "Prince no tiene planes de armar o implementar una operación en Venezuela", y se negó a responder nada más.
Más temparno, Lital Leshem, directora de relaciones con los inversionistas del Grupo Frontier Resource, la empresa de capitales de riesgo de Prince, había confirmado el interés de Prince por las operaciones de seguridad en Venezuela.
"Él tiene una solución para Venezuela, así como tiene soluciones para muchos otros países", dijo Leshem, que no quiso ahondar en el tema.
Las dos fuentes presentes durante las charlas de Prince dicen que el plan prevé empezar con operaciones de inteligencia, para luego desplegar entre 4.000 y 5.000 mercenarios de Colombio y otros países de Latinoamérica, para llevar adelante el combate y las operaciones de estabilización.
"Evento dinamizador"
La improbable apuesta de Prince representa el más reciente esfuerzo de su larga campaña para privatizar la guerra. El multimillonario hijo de un magnate automotriz ya ha provisto de contratistas de seguridad privada a zonas de conflicto en África, Asia Central y Medio Oriente.
Según una de las fuentes, uno de los argumentos centrales de Prince es que Venezuela necesita que un "evento dinamizador" rompa la situación de punto muerto que se vive desde enero, cuando Guaidó, líder de la Asamblea Nacional venezolana, declaró ilegítima la relección de Maduro en 2018 y asumió la presidencia interina invocando la Constitución.
Maduro ha denunciado que Guaidó, al que respaldan la mayoría de los países occidentales, es una marioneta de Estados Unidos para fomentar un Golpe de Estado. Las instituciones claves de Venezuela –incluidas las Fuerzas Armadas– no se pasaron de bando para darle su lealtad a Guaidó, a pesar de las crecientes presiones internacionales de las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados.
Guaidó ha recalcado que quiere una transición pacífica, y los gobiernos latinoamericanos que reconocen su autoridad se han pronunciado en contra de una intervención militar extranjera. Los altos funcionarios de Estados Unidos, sin bien no han descartado una intervención militar, también han puesto el énfasis en las presiones diplomáticas y económicas para presionar a Maduro.
Estrechos vínculos con Donald Trump
Prince fue un pionero de la contratación de milicias privadas durante la Guerra de Irak, cuando el gobierno norteamericano básicamente contrató a Blackwater para que garantizara la seguridad de las operaciones del Departamento de Estado en ese país.
En 2007, empleados de Blackwater les dispararon y mataron a 17 civiles iraquíes en la Plaza Nisour de Bagdad, hecho repudiado por la comunidad internacional. En diciembre de 2018, uno de los empleados de Blackwater involucrados en aquel hecho fue condenado por asesinato, y otros tres por homicidio.
Prince le cambió el nombre a la empresa y en 2010 la vendió, pero hace poco abrió una nueva compañía llamada Blackwater USA, dedicada a la venta de municiones, silenciadores y cuchillos. Durante los últimos dos años, Prince viene liderando una campaña infructuosa para convencer al gobierno de Trump de que reemplace a los efectivos norteamericanos en Afganistán por contratistas en seguridad.
Prince dirige desde 2014 el Grupo Frontier Services, con sede en Honk-Kong, que tiene estrechos vínculos con la empresa estatal de inversiones china CITIC, y también brinda servicios de seguridad, aviación y logística a las empresas de China que operan en África.
Prince donó 100.000 dólares al comité de acción política que apoyó la campaña presidencial de Trump. Su hermana, Betsy DeVos, es la actual secretaria de Educación del gobierno federal norteamericano.
El rol de Prince en la campaña de Trump fue destacado, como quedó expuesto en el informe del fiscal especial Robert Mueller que se conoció este mes sobre las supuestas vinculaciones entre la campaña de Trump y los intentos de Rusia por influir en la elección presidencial de 2016.
El informe de Mueller señala que Prince financió el esfuerzo por autenticar los emails adjudicados a Hillary Clinton, y que en 2016, Prince se reunió en las Islas Seychelles, frente a las costas de África, con un acaudalado funcionario de las finanzas rusas en nombre del equipo de transición presidencial de Trump.
Cohen, vocero de Prince, tampoco quiso referirse al informe de Mueller.
Activos y cuentas congeladas
Las dos fuentes con conocimiento directo de los planes para Venezuela dicen que Prince intenta juntar 40 millones de dólares entre inversores privados. También aspira a conseguir parte de los miles de millones de dólares en activos venezolanos que han sido incautados por los gobiernos del mundo que le impusieron sanciones a Venezuela, gran productor de petróleo y miembro Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC).
No queda claro, sin embargo, cómo haría la oposición venezolana para acceder legalmente a esos activos. Según las mismas fuentes, en sus charlas para convencer a los inversionistas, Prince dijo estar convencido de que Guaidó está autorizado a crear su propia fuerza militar, ya que tiene reconocimiento internacional como legítimo líder de su país.
Según una de las fuentes, Prince imagina una fuerza "integrada por peruanos, ecuatorianos, colombianos e hispanohablantes", y habría argumentado que esos soldados serían más digeribles políticamente que los contratistas norteamericanos.
Agencia Reuters (Traducción de Jaime Arrambide)
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