¿Mensaje a los diputados? Jair Bolsonaro exhibe tanques de guerra en pleno Brasilia mientras se debate una ley clave
En una demostración de fuerza, el presidente convocó a la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea a salir a las calles de la capital brasileña mientras la Cámara baja debate su propuesta para cambiar el voto electrónico a impreso
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BRASIL.- En medio del debate legislativo por la aprobación de la ley de voto impreso en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro -que ha hecho una agresiva campaña a favor de la iniciativa- convocó a las Fuerzas Armadas a sacar los tanques de guerra a la calle y realizar un desfile militar en Brasilia, la capital del país.
Junto a los comandantes del Ejército, la Marina, la Aeronáutica y algunos ministros, el propio Bolsonaro participó del evento y observó el convoy de vehículos militares desde lo alto de la rampa del Palacio de Planalto, con vista al Congreso y la Corte Suprema.
Si bien la iniciativa es parte de un evento que se realiza desde 1988, bajo el nombre Operación Formosa, donde la Armada brasileña despliega su formación, este año Bolsonaro desplazó 80 kilómetros la sede de la celebración desde el estado de Goiás al distrito capital, en donde el Congreso discute su proyecto de ley. Además del desvío de ruta, sumó al desfile al Ejército y a la Fuerza Aérea, informó el diario Folha de S. Paulo.
Ridículo. Grotesco. Lamentável. Desnecessário. Coisa de republiqueta de bananas. pic.twitter.com/UtNPCp7oFW
— Brunno Melo (@BrunnoMeloCBN) August 10, 2021
El desfile de los blindados y otros vehículos militares por la región central de Brasilia, sede de los tres poderes, es apuntado por observadores como algo inédito desde la vuelta a la democracia en Brasil y como un gesto de fuerza de Bolsonaro, cada vez más cercado por investigaciones judiciales y con su popularidad en declive.
Durante el desfile, que duró unos 10 minutos, decenas de partidarios del gobierno se concentraron frente a la Presidencia, algunos portando pancartas pidiendo una intervención militar para “salvar a Brasil”.
En el Palacio Legislativo el cambio de planes se interpretó como un acto de presión para que se diera luz verde al voto impreso. “Quiero creer que este movimiento ya estaba programado, es simplemente inusual. Inusual, en un país que está polarizado, esto hace posible que se especule algún tipo de presión”, afirmó Arthur Lira, el presidente de la Cámara de Diputados y miembro del partido progresista PP-AL, quien, de todos modos, tiene pensado apoyar la propuesta.
El diputado consideró la movilización militar como una “trágica coincidencia”, ayer, en una entrevista con el sitio web Antagonista. Además, dejó abierta la posibilidad de cambiar la fecha de la votación, para evitar la coincidencia de fechas. “Si los diputados creen y la población lo encuentra conveniente, podemos posponer la votación”, aseguró.
Tanto Bolsonaro como la Marina, que organiza el ejercicio militar, niegan cualquier conexión entre el desfile y el debate en el Congreso. “Como ocurre desde 1988, nuestra Marina realiza ejercicios en Formosa (Goiás). Como la tropa viene de Rio de Janeiro, el paso por Brasilia es obligatorio (...) Recibiré el saludo y les desearé buena suerte en la misión”, había afirmado Bolsonaro anoche en un mensaje dirigido a los miembros del poder judicial y del Congreso, el cual firmó como “jefe supremo de las Fuerzas Armadas”.
Denuncias de fraude
Con su popularidad en declive tras un año y medio de pandemia, el mandatario intensificó las últimas semanas sus ataques contra la Corte Suprema y el Tribunal Superior Electoral (TSE), a cuyos jueces acusa de querer perjudicarlo de cara a los comicios de 2022, en los que buscará la reelección.
En medio de la disputa, Bolsonaro llegó a decir que de no aprobarse la propuesta de ley, hay riesgo de que Brasil no lleve adelante las elecciones. Incluso asegura que hubo fraude en las dos últimas presidenciales y que él debía haber ganado en la primera ronda en 2018, alegaciones que no tienen fundamento según la justicia electoral y numerosos especialistas.
El presidente pide que las urnas electrónicas, el sistema vigente desde 1996, impriman un recibo de los votos, con el fin de que puedan contarse físicamente, un reclamo que sus seguidores han pasado a defender en manifestaciones callejeras de los últimos meses.
Hasta el momento, el mandatario no cuenta con suficiente apoyo entre los legisladores. El proyecto del oficialismo debe contar con la aprobación de al menos 308 de los 513 diputados, en dos rondas, para poder pasar al Senado. Allí, necesita el aval, como mínimo, de 49 de los 81 congresistas, también en dos rondas.
El enfrentamiento entre los poderes del Estado brasileño aumentó su temperatura en las últimas semanas. El Tribunal Superior Electoral abrió una investigación sobre las denuncias de fraude en las elecciones de 2018, que llevaron a Bolsonaro al poder, y el juez Alexandre de Morais aceptó la solicitud de incluir al mandatario de ultraderecha como parte de los investigados por generar fake news.
“No aceptaré intimidaciones. Seguiré ejerciendo mi derecho a la libre expresión, a criticar, escuchar y atender, por encima de todo, a la voluntad popular”, dijo Bolsonaro, días atrás, ante un grupo de seguidores en las puertas del Palacio da Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.
Y agregó, respecto de la embestida de las autoridades electorales: “Juré que daría mi vida por la patria en caso de una agresión externa o interna. Brasil está siendo agredido internamente”.
Agencia AFP
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