Mejoraría la relación comercial con la Argentina si gana Lula
SAN PABLO.- La economía argentina podría recibir una buena noticia si mañana triunfa el candidato opositor Luiz Inacio Lula da Silva, por el acento que su gobierno de centroizquierda colocaría en la integración regional.
Seis economistas consultados por LA NACION desde San Pablo hablaron sobre el efecto que provocarán los comicios presidenciales sobre el principal socio de Brasil en el Mercosur y coincidieron en destacar que, una vez que también cambie el gobierno en la Argentina, el bloque comercial debería encaminarse hacia su consolidación.
Fabio Giambiagi -especialista en cuentas públicas y autor de un paper sobre moneda común con el actual ministro Roberto Lavagna-; Maurice Costin, de la legendaria central empresarial Fiesp; Lia Valls, de la Fundación Getulio Vargas; Pablo Vega, del Centro de Estudios Contemporáneos; Fabio Erber, de la Universidad Federal de Río de Janeiro; y Antonio Segré, titular de Centergroup, dialogaron con este enviado especial en una jornada calurosa, con calma en los mercados y expectativa en las calles por las elecciones de mañana.
Segré, encargado de promover el ingreso en Brasil de 82 empresas argentinas y de administrar 53 de ellas, dijo que "si gana Lula los negocios para la Argentina van a aumentar porque él es muy pro-Mercosur". "Me juego a que si triunfa el PT en Brasil puede haber un crecimiento que ayudará a la Argentina", agregó Segré.
El candidato oficialista, José Serra, "tiene una posición muy contraria al Mercosur, por lo cual afectará las negociaciones internacionales del bloque, aunque tal vez no dañe el comercio bilateral", agregó.
En la misma sintonía, Erber consideró que el Partido de los Trabajadores "pondrá mucho énfasis en la integración regional, menos con los Estados Unidos". En cambio, según el profesor de la universidad carioca, el candidato que representa el legado de la administración de Fernando Henrique Cardoso "tiene una visión de Brasil como negociador global, sin ataduras" mediante el bloque que integra este país con la Argentina, Paraguay y Uruguay como socios plenos.
"Prueba de amor práctica"
Pero Giambiagi dijo que, más allá de sus expresiones, Lula debe dar una prueba de amor práctica hacia la Argentina. "El PT tiene una retórica pro-Mercosur pero, para que la integración tenga sentido para la Argentina, Brasil debe ofrecer estabilidad con una flotación menor en el valor del real y eso implicaría dar un giro hacia el centro que Lula ya hizo en términos discursivos, pero que falta ver si lo da en términos reales", dijo el analista, que ocupa un cargo en un importante banco nacional.
Esta actitud podría quedar clarificada una vez que Lula bendiga a sus eventuales colaboradores para el equipo económico, cuyos nombres parecen difíciles de prever. En este sentido, Giambiagi opinó que el candidato petista "cambió radicalmente su plataforma en los últimos dos meses y ahora le pide un cheque en blanco al pueblo, así que es posible que como ministro convoque desde un Daniel Carbonetto (el economista del Polo Social que asesora a Duhalde) hasta un ultraliberal".
Sin embargo, Pablo Vega, desde San Pablo, y Lia Valls, desde Río, afirmaron que las relaciones entre Brasil y la Argentina no se modificarán demasiado con el triunfo de Lula o de Serra. "Ambos van a estimular la producción con baja de impuestos, para permitir que el país crezca; si Brasil no crece, el Mercosur no le sirve a la Argentina porque no podrá vender sus productos", sentenció Vega.
Más aún, aclaró el analista, si el gigante sudamericano fuera obligado a reestructurar su deuda por una baja tasa de crecimiento, su socio del Sur "también sufriría en términos comerciales". Para compensar, Vega dijo que "tal vez las relaciones mejoren definitivamente entre los dos países cuando haya elecciones en la Argentina".
Desde la Fundación Getulio Vargas, Valls enfatizó que, en lugar de hablar de las diferencias entre los candidatos en relación con el Mercosur, hay que saber qué formato quieren darle al bloque sus principales socios. Una pista en este sentido la dio Serra cuando dijo que prefería que el Mercosur fuera una zona de libre comercio antes que una unión aduanera en camino hacia un mercado común.
Pero Valls dijo que, a pesar de lo que quiera el próximo presidente, "hay intereses económicos que no se pueden revertir, como el peso que tiene el mercado argentino para un sector importante de la industria brasileña". Según Maurice Costin, de la Fiesp, "para este país el Mercosur es una alianza política estratégica", que va más allá de los discursos de los candidatos.
Costin destacó que "Brasil necesita del Mercosur porque con el bloque tiene cuatro votos en las Naciones Unidas y en la Organización Mundial del Comercio", entre otras entidades multilaterales.
Destruída por dentro
El especialista dijo que las referencias críticas a la política económica argentina que aparecieron en la campaña electoral brasileña no deberían afectar las relaciones bilaterales. "La Argentina fue destruida por dentro, por políticas como la de (José Alfredo) Martínez de Hoz y Domingo Cavallo, no por Brasil", sentenció Costin.
Erber llegó a la misma conclusión al afirmar que "más allá de la velocidad de avance que tenga, el Mercosur es una realidad irreversible". Como buen profesor universitario, Erber utilizó un tono crítico para evaluar la gestión de Cardoso respecto del Mercosur. "Hay que cuestionar sobre todo las cosas que no hizo, como no haber avanzado en el proyecto de coordinación macroeconómica con la Argentina, cuando se podía; ahora volvió la inestabilidad en ambos países y por lo tanto se nota más esta falta de convergencia", se lamentó el analista.
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