Medida extraordinaria: Biden libera petróleo de las reservas estratégicas de EE.UU. para controlar la inflación
La Casa Blanca anunció que inyectará en el mercado 50 millones de barriles de crudo para bajar el precio de los combustibles, que ha sufrido un fuerte aumento este año
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WASHINGTON.- En una medida extraordinaria para controlar la inflación, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la liberación de una parte de la reserva estratégica de petróleo del país para enfrentar la fuerte suba de la nafta, una decisión que la Casa Blanca coordinó con otros grandes consumidores de energía, como China, la India, Japón, Corea y el Reino Unido.
La movida de Biden llega luego de que el precio de los combustibles, una variable muy sensible para el bolsillo y el humor de los consumidores norteamericanos, trepó en los últimos meses y llegó a superar los 5 dólares el galón –equivalente a casi cuatro litros– en algunas partes del país, como California. Los precios de la nafta promedian alrededor de 3,40 dólares el galón en el país, más del doble que hace un año, según la Asociación Americana del Automóvil.
En octubre, Estados Unidos registró la inflación anual más alta en 31 años. El índice de precios al consumidor subió un 6,2% respecto del año anterior, el aumento más fuerte desde noviembre de 1990. La inflación de ese mes mostró además un salto respecto de los meses anteriores, y fue más amplia: recorrió desde autos, muebles y alimentos, hasta el costo de la nafta, el gas y los alquileres. Biden reconoció en ese momento el daño que la inflación estaba causando en el bolsillo de la gente y dijo que bajarla será una “prioridad” de su gobierno.
Una de las causas del brote inflacionario ha sido el aumento del precio del petróleo. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se ha negado a aumentar la producción de petróleo más de lo planificado, empujando el costo del crudo. Biden ha instado repetidamente a la OPEP y a sus países aliados a elevar la extracción para hacer frente a la mayor demanda que generó la reapertura de las economías tras el cierre forzado por la pandemia del coronavirus, pero el cartel petrolero ha ignorado sus demandas y se ha apegado a su plan de aumentar la producción en 400.000 barriles por día en diciembre.
“El presidente está dispuesto a tomar medidas adicionales, si es necesario, y está dispuesto a utilizar todas sus autoridades trabajando en coordinación con el resto del mundo para mantener un suministro adecuado a medida que salimos de la pandemia”, dijo la Casa Blanca en el comunicado que anunció la decisión.
El Departamento de Energía liberará 50 millones de barriles de petróleo de la reserva estratégica de petróleo, una movida que se tomará en paralelo con otras naciones consumidoras de energía importantes, como China, la India, Japón, República de Corea y el Reino Unido. El gobierno de Biden dijo que la decisión culmina “semanas de consultas con países de todo el mundo”, y ya ha tenido un impacto en los precios del petróleo, que bajaron casi un 10% en las últimas semanas, a medida que la movida comenzó a tomar forma.
El gobierno federal dijo que liberará 32 millones de barriles durante los próximos meses a través de un intercambio, tomando petróleo que eventualmente luego repondrá a la reserva estratégica en los próximos años. Otros 18 millones de barriles surgirán de una aceleración en los próximos meses de una venta de petróleo que el Congreso ya había autorizado previamente.
Además de ampliar la oferta de crudo, la Casa Blanca reiteró su intención de poner la lupa sobre la competencia en el mercado energético para evitar prácticas monopólicas. “Existe una creciente evidencia de que la caída de los precios del petróleo no se traduce en precios más bajos en el surtidor”, indicó el comunicado oficial, y recordó que Biden le pidió a la Comisión Federal de Comercio que examine lo que está sucediendo en los mercados de petróleo y gas y considere “si la conducta ilegal está costando a las familias en el surtidor”.
Estados Unidos creó las reservas de petróleo en los 70 a raíz del embargo de crudo árabe que generó un shock para la economía, como una estrategia de seguridad nacional. Es el suministro de crudo de emergencia más grande del mundo, almacenado en cavernas de sal subterráneas profundas y fuertemente custodiadas a lo largo de la costa en el Golfo de México.
La Casa Blanca ha recurrido a esta reserva en un puñado de ocasiones. En 2017, durante la presidencia de Donald Trump, el Departamento de Energía autorizó la liberación de 5 millones de barriles cuando el huracán Harvey causó estragos en la región del Golfo. En 2011, el presidente Barack Obama liberó 30 millones de barriles como parte de un esfuerzo conjunto con otras naciones para contrarrestar las interrupciones del suministro de Libia. En 2005, el presidente George W. Bush liberó 11 millones de barriles a raíz del huracán Katrina. Como Biden, Bill Clinton también liberó parte de la reserva en 2000 para bajar el precio de la nafta. Y en 1991, el presidente George H.W. Bush, decidió utilizar 17 millones de barriles durante la Guerra del Golfo.
A fines de octubre, Estados Unidos tenía en reserva 612,5 millones de barriles de petróleo, suficientes para reemplazar más de medio año de importaciones netas de crudo.
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