May: la líder conservadora que encontró sus límites
LONDRES (AFP).- Tres atentados en tres meses de campaña electoral discreta debilitaron la "solidez y estabilidad" de la que presumía la primera ministra británica Theresa May en su eslogan electoral. Fue elegida por el Partido Conservador tras el referéndum por el Brexit del año pasado para suceder al renunciante David Cameron en el gobierno. Tenía en sus manos la responsabilidad de guiar al país fuera de Europa, en cumplimiento de la voluntad popular, y tras resistir durante un año los llamados de su partido, finalmente adelantó las elecciones de 2020 para supuestamente consolidar su liderazgo, pero terminó siendo un inesperado traspié.
Descrita a menudo como "la nueva Margaret Thatcher" -una mujer con fama de dura y adscripta al ala más derechista de los tories-, comenzó su carrera política en 1986 después de estudiar en la Universidad de Oxford y trabajar brevemente en el Banco de Inglaterra. De 2002 a 2003 fue la primera mujer en ocupar el cargo de secretaria general del Partido Conservador.
En 2005 apoyó a Cameron en su conquista del partido, quien tras ser elegido ministro recompensó a su fiel aliada con la cartera de Interior. Desde ese influyente cargo mantuvo una línea firme contra la delincuencia, la inmigración clandestina y los predicadores islamistas.
Pero a pesar de la comparación con la "dama de hierro", May tiene más puntos en común con Angela Merkel, la canciller alemana, quien también es hija de un pastor, conservadora, pragmática, abierta al compromiso, casada y sin hijos.