Máxima tensión en Venezuela: Guaidó logró retomar el control del Parlamento
CARACAS.- En un nuevo desafío al chavismo de la oposición democrática, Juan Guaidó y decenas de diputados retomaron el control de la Asamblea Nacional de Venezuela tras superar los obstáculos de la Guardia Nacional Bolivariana y la violencia de los paramilitares. El himno "Gloria al Bravo Pueblo" fue entonado con mayor fuerza que nunca, con Guaidó y sus vicepresidentes, Juan Pablo Guanipa y Carlos Berrizbeitia, respaldados por los diputados más aguerridos en el estrado principal.
De esta forma se cumplió el trámite que el chavismo impidió durante 48 horas y Guaidó tomó juramento donde correspondía, en el hemiciclo legislativo. "Juro cumplir con los deberes de presidente encargado y buscar solución a la crisis para vivir con dignidad y prosperidad", subrayó el líder opositor con su mano sobre la Constitución tantas veces vejada.
José Brito, el jefe de los diputados "traidores", no daba crédito a la escena mientras el falso presidente, Luis Parra, corría a refugiarse en un despacho que no es el suyo.
"¡En Venezuela no hay dos asambleas, hay una dictadura!", gritó el presidente para encabezar al grupo que saltó todas las barreras ante la sorpresa de los presentes. Guaidó logró acceder con un puñado de diputados democráticos al interior del Palacio Legislativo, tomado de nuevo por las fuerzas militares de Nicolás Maduro. En su interior, los grupos chavistas y los diputados "traidores" (expulsados de la Mesa de la Unidad Democrática acusados de recibir dinero de millonarios chavistas) habían escenificado una sesión exprés, incumpliendo las normativas y sin quórum, como ya pasara el domingo.
El despliegue de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el exterior provocó por segunda jornada escenas de violencia al ritmo que marcaba el coronel al mando. Al frente de los diputados, Guaidó empezó a negociar con un cordón de militares su acceso al Parlamento. No se lo permitían y los ánimos empezaron a caldearse, la gente alrededor gritaba "Guaidó presidente". El jefe legislativo se montó en una reja entre los diputados y los militares. Al grito de "¡Cien diputados!" (los que votaron por Guaidó el domingo en la sesión extraordinaria en el diario El Nacional) los parlamentarios presionaron con todas sus fuerzas para acceder al interior.
Entre ellos emergió de nuevo Guaidó, uno de los más jóvenes, que encaramado gritó a los suyos: "No son los militares los que deciden quién es diputado, ¡es el pueblo de Venezuela!".
El presidente del Parlamento no dudó en encararse con los militares, los mismos que el domingo le golpearon sin contemplaciones.
Guaidó y una parte de los diputados lograron pasar una de las barreras militares y dirigirse hacia el hemiciclo, cerrado a cal y canto por otros militares. "Aquí no hay sesión, aquí hay unos cómplices de la dictadura, no tuvieron quórum", subrayó el dirigente opositor. Los diputados Desireé Barboza, Luis Lila, Manuela Bolívar y Elimar Díaz han resultado heridos, según denunció el Centro de Comunicación Nacional.
Mientras tanto, en el exterior, la orden era barrer de los alrededores de la Asamblea a los periodistas y diputados que no pudieron entrar. Los colectivos, paramilitares del gobierno, golpearon a periodistas y diputados e incluso robaron a varios. Algunos tenían armas cortas. Los radicales chavistas arrinconaron a un grupo de periodistas y diputados gritando "aquí el presidente de la Asamblea Nacional es Luis Parra. El que esté con Guaidó se me va de aquí".
Entre los heridos figuran dos periodistas, Francesco Manetto, de El País, y Manuel Cobela, de Venevisión, según el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa. A la salida de los diputados, la GNB lanzó gases lacrimógenos.
Desde que en 2015 la oposición ganase las elecciones parlamentarias, los alrededores del Palacio Legislativo permanecen bajo control de estos paramilitares, que han agredido, amenazado y robado durante cuatro años con absoluta impunidad.
Incidentes
Por la mañana, un nutrido grupo de militares con equipos antimotines había bloqueado el paso al líder opositor y jefe del Parlamento a la sede del legislativo por segunda vez en los últimos días. Guaidó y un grupo de diputados de la oposición ingresaron a la Asamblea Nacional para la sesión de cada martes, en medio de incidentes y corridas en el patio del edificio. "Los militares no deciden quién entra a la casa de las leyes", había dicho el dirigente, llevado en andas.
"Vieron cómo agredieron a periodistas, diputadas, pero aquí está la mayoría del Parlamento instalada, constituida. Vimos a una persona correr porque no tiene quórum. Aquí estamos para defender los derechos de los venezolanos", enfatizó Guaidó.
La caravana de los diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) estuvo conformada por cuatro ómnibus, entre un despliegue enorme de la prensa. Y al frente está Guaidó, decidido a realizar la primera sesión del año tras su reelección en la sede del diario El Nacional.
Fuentes opositoras confirmaron a LA NACION que la intención era acceder al hemiciclo y allí hacer valer su mayoría. Sus dirigentes creen que los militares manejaron una lista negra, que servirá para impedir el acceso a los parlamentarios perseguidos y a los que se les arrebató ilegalmente su inmunidad. Tres de ellos se refugiaron en las últimas horas en embajadas extranjeras, tras ser acosados durante el golpe legislativo del pasado domingo.
Los diputados del interior de Caracas volvieron a vivir una larga noche, tras el hostigamiento de las temidas FAES (fuerzas especiales de la policía) y de los agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), que incluso clausuraron el hotel donde pernoctaban.
En paralelo a la persecución contra el Parlamento democrático han continuado los intentos de soborno, protagonizados por algunos de los llamados "traidores". Las ofertas de última hora superan incluso el millón de dólares, aunque las cantidades en juego dependen de si el "disidente" no acude a la sesión, se abstiene o vota directamente contra Guaidó.
Entre el bloque chavista y estos diputados apenas suman actualmente 73 escaños, sin contar las sorpresas de última hora. En la bancada democrática calculan que si los militares solo impiden el paso a los señalados por el Tribunal Supremo de Maduro alcanzarán 84 apoyos.
Hasta el momento ya se confirmó la liberación de al menos ocho presos políticos, entre ellos el periodista Jesús Medina, encargado de forma arbitraria durante más de un año. En las mazmorras del chavismo quedan todavía 380 prisioneros políticos.
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