Máxima tensión en España: masivas marchas en todo el país contra la amnistía de Pedro Sánchez

MADRID.- Decenas de miles de españoles salieron hoy a la calle, convocados por la derecha, para protestar contra la futura ley de amnistía en favor de los independentistas catalanes, otorgada por el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, con el fin de garantizar el apoyo de ese grupo para regresar al poder.

Considerada por una parte de la sociedad española un ataque al Estado de Derecho, esta controvertida amnistía llega seis años después del intento de secesión de Cataluña, que significó en 2017 una de las peores crisis políticas de la España contemporánea.

Decenas de miles de manifestantes se reunieron en 52 ciudades de España a partir del mediodía de hoy para decirle “no a la amnistía”, acudiendo al llamamiento del Partido Popular (PP), principal formación de la oposición de derecha.

“No nos callaremos hasta que haya elecciones”, afirmó el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante un discurso en Madrid. Esta movilización “va mucho más allá de los partidos”, añadió Feijóo, que salió vencedor en las legislativas de julio pasado, pero no logró apoyos suficientes en el parlamento para ser investido presidente del gobierno.

En la capital, los manifestantes formaron una marea de banderas españolas en la céntrica plaza de la Puerta del Sol y sus alrededores, al grito de “Pedro Sánchez dimisión” y con pancartas sobre las que se podía leer “No más desigualdad regional” o “Sánchez, rompes la nación y creas crispación”.

Según las estimaciones del gobierno, hubo en Madrid unos 80.000 manifestantes. El PP, por su parte, cifró la asistencia en cerca de un millón de personas en la capital, donde se produjo el encuentro central, y de dos millones en total, a lo largo y lo ancho de toda España.

Bajo el lema ‘No a la amnistía. Por la igualdad de los españoles’, los dirigentes del PP leyeron de manera conjunta un manifiesto en el que pidieron “no ponerse de rodillas” ante el independentismo y “dar la batalla” de forma “pacífica, cívica y legítima”.

Siguiendo a Madrid, las comunidades de Andalucía, Castilla y León, y Valencia han visto las concentraciones más multitudinarias. Según el PP, hasta 100.000 andaluces han “desbordado las calles de las principales ciudades de Andalucía en contra de los pactos de Sánchez”.

Menos respaldo tuvieron las concentraciones de Navarra y Cataluña. En Navarra, el PP reunió a 6000 personas, mientras en Barcelona congregaron a 6500, según las Delegaciones del Gobierno de las respectivas provincias.

El partido de extrema derecha Vox se unió a las protestas del PP antes de participar en manifestaciones frente a las sedes del Partido Socialista Español (PSOE) en todo el país.

El líder de Vox, Santiago Abascal, hizo un llamamiento en Madrid a una movilización “permanente” y “creciente” para evitar el “golpe de Estado” que representa, en su opinión, el acuerdo entre los socialistas y los independentistas catalanes.

Pedro Sánchez, que quedó segundo en las elecciones, tiene ahora garantizado seguir en el gobierno gracias al apoyo de varios grupos y de los siete diputados de la formación independentista catalana de Carles Puigdemont, figura principal del intento de secesión de 2017, que huyó a Bélgica para eludir ser procesado.

A cambio de su apoyo, el partido de Puigdemont, Juntos por Cataluña (Junts per Catalunya), obtuvo una ley de amnistía para los independentistas procesados por la justicia, así como la apertura de negociaciones sobre, entre otras cuestiones, la del “reconocimiento de Cataluña como nación”.

La derecha española, parte del poder judicial, pero también algunos dirigentes moderados del Partido Socialista de Sánchez, consideran que esta medida de amnistía va en contra de los principios de igualdad y unidad territorial, y la separación de poderes.

Entre la multitud en Madrid, Laura Díaz Bordonado, una abogada de 31 años envuelta en una bandera española, admitió que además de sentir “rabia o indignación”, también siente “miedo” por esta alianza política. Algo más lejos, Alberto, profesor de 32 años que también vota a la derecha, denunció un pacto firmado “a espaldas de todos los que están aquí”.

Hablando en el congreso de los socialistas europeos en Málaga, en el sur de España, Sánchez –en el poder desde 2018– pidió al PP el sábado, antes de las manifestaciones, que “acepte el resultado de las urnas y la legitimidad del gobierno que vamos a formar pronto”.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, le avisó el domingo a Sánchez que el PP “no se callará” hasta que pueda volver a “hablar en unas elecciones”.

“No nos callaremos hasta hablar en unas elecciones y que todos podamos otra vez votar porque lo que se está haciendo es lo contrario de lo que hemos votado”, subrayó Feijóo en la manifestación de Madrid.

Feijóo cuestionó que haya “miedo” de ir otra vez a las urnas. “Los españoles tenemos derecho”, dijo, buscando incidir en lo que se votará en el Congreso de los Diputados esta semana, en referencia a la investidura de Sánchez: “Será lo contrario de lo votado en las urnas por primera vez en la historia de España”.

En este contexto, llamó a seguir las manifestaciones de manera pacífica contra la amnistía y los pactos del PSOE, y criticó que se pretenda “hacer pasar” a los que protestan “como una minoría violenta que se dedica a destrozar y a reventar las manifestaciones”. En esta línea, apuntó que es el PSOE el que “no cumple la ley”.

Feijóo también alertó que España “no puede ser objeto de una compraventa”. “Los españoles no admitimos que la presidencia del gobierno sea una compraventa. Los españoles queremos democracia, queremos igualdad, justicia y dignidad”, apostilló.

“España va a tener a un presidente que compró su investidura a cambio de la impunidad judicial de sus socios pagada con los impuestos de los españoles”, dijo, para lamentar que la Unión Europea sufra el “infortunio” de que su presidente de turno, Sánchez, “sea el que quiere romper la convivencia de un país europeo”.

Agencias AFP, Reuters y DPA

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