Más tensión entre Cameron y la policía
La decisión de contratar al cerebro de la "tolerancia cero" en EE.UU. provocó indignación en Scotland Yard; prometen nuevas medidas
LONDRES.- La tensión entre el gobierno británico y Scotland Yard, enfrentados por la repuesta a los disturbios que tuvieron en vilo al país la semana pasada, llegó ayer a su punto máximo cuando la policía criticó duramente la decisión del primer ministro, David Cameron , de convocar al policía estrella de Estados Unidos William Bratton para que lo asesore sobre cómo implementar "la tolerancia cero" en Gran Bretaña.
"No necesitamos ninguna lección de Estados Unidos", declaró al diario The Independent Hugh Orde, presidente de la Asociación de Jefes de Policía, que ya se había mostrado molesto con las declaraciones de Cameron respecto de que la policía fue superada por los disturbios .
"No pienso adoptar servilmente eslóganes vacíos como el de tolerancia cero", dijo ayer, por su parte, Chris Sims, jefe de la policía de West Midlands, la región donde se ubica Birmingham, una de las ciudades más afectadas por los disturbios (allí fueron asesinados tres musulmanes).
Ambos reaccionaron así al giro del primer ministro conservador , que adoptó una línea dura después de cuatro noches de saqueos e incendios en varias ciudades inglesas y tras ser atacado por algunos en su partido por ser demasiado blando ante la delincuencia.
"No hemos hablado lo suficiente en el idioma de la tolerancia cero, pero el mensaje está empezando a entenderse", dijo Cameron, en una entrevista publicada ayer por The Sunday Telegraph. El primer ministro, que sugirió que la respuesta inicial de la policía fue demasiado tímida, convocó a Bratton, ex jefe de la policía de Nueva York, Los Angeles y Boston, para que asesore al gobierno sobre cómo luchar contra las pandillas a las que atribuyó la responsabilidad por gran parte de la violencia (ver aparte). El premier desestimó las teorías de que los disturbios tuvieron un trasfondo político o económico, y los calificó de "simple y pura criminalidad".
Cameron prometió una serie de medidas positivas para reconstituir a las casi 100.000 familias con problemas, que muchos analistas indican como una de las causas principales de la revuelta.
"La revuelta es un acto de delincuencia pura y simple", insistió ayer el premier, que implementó este año un recorte del 20% del presupuesto de la policía, como parte de un duro ajuste de las cuentas nacionales. "Este fue un duro llamado de atención para nuestro país. Los problemas sociales han estado latentes durante varias décadas y terminaron estallando en nuestras caras", dijo.
Pero altos funcionarios policiales reaccionaron con escepticismo y fuertes críticas. Orde ya había respondido con indignación a los "totalmente injustificados y negativos ataques" de Cameron y de la ministra del Interior, Theresa May, por la supuesta falta de reacción de la policía, con el argumento de que sólo contaba con 2500 uniformados para contrarrestar los saqueos en una ciudad del tamaño de Londres, que tiene más de ocho millones de habitantes. "Lo que sugiero a la ministra de Interior", añadió Orde, "es una aproximación más sensible, quizás observar otros modelos de actuación policial, al estilo europeo, que como nosotros han firmado la Convención Europea".
Pero la contratación de Bratton fue la gota que rebasó el vaso, según los policías británicos. "No estoy seguro de que quiera que me enseñen sobre bandas de una zona de Estados Unidos donde hay 400 pandillas", dijo Orde, en referencia a Nueva York, uno de los lugares donde actuó Bratton.
"A mí me parece que si tienes 400 pandillas, no estás siendo muy eficaz. Si uno mira el estilo de la policía en Estados Unidos y sus niveles de violencia, son radicalmente distintos que los de aquí", agregó el jefe policial, uno de los candidatos a dirigir la policía metropolitana londinense.
Actualmente, Scotland Yard tiene un jefe interino, ya que hace apenas unos días el anterior jefe, Paul Stephenson, se vio obligado a renunciar por supuesta connivencia con el grupo News Corp., del magnate australiano Rupert Murdoch, acusado de entorpecer el accionar de la policía mediante escuchas telefónicas. El escándalo golpeó también a Cameron, que se mostró muy cercano al ahora cuestionado grupo mediático, especialmente al comienzo de su gestión.
Además, el jefe interino de Scotland Yard, Tim Godwin, había criticado las "incoherencias" de los políticos. "A veces, se nos acusa de usar demasiado la fuerza y a veces de usarla demasiado poco", lamentó. Para él, afirmar que la policía no reprimió lo suficiente "no tiene fundamento".
Por ahora, las encuestas parecen darles la razón a los policías en la dura polémica con el gobierno. Según el diario The Guardian, sólo un 30% de los británicos piensan que Cameron hizo un buen trabajo para combatir los saqueos, mientras que un 44% piensa lo contrario. En cuanto a Godwin, el 47% respalda su trabajo y el 27% muestra su desaprobación.
La policía -que examina las 20.000 horas de imágenes de los incidentes que tiene en su poder para detener a los responsables- ya arrestó a más de 2800 personas por los disturbios.
Agencias Reuters, AP y ANSA
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