Más de la mitad de los británicos desaprueba el actuar de Cameron
Según una encuesta del diario The Independent el 54 por ciento de los ingleses afirma que el primer ministro no mostró capacidad de liderazgo; quejas de la oposición
LONDRES.- Los disturbios en Gran Bretaña generaron diferentes reacciones a favor y en contra del proceder el gobierno británico. Tan es así que una encuesta publicada en el diario The Independent reveló que el 54 por ciento de los británicos cree que el primer ministro David Cameron no mostró capacidad de liderazgo al principio para controlar los disturbios.
Son "criminalidad pura y dura", según el primer ministro David Cameron, pero la oposición y algunos sociólogos se niegan a contentarse con explicaciones "simplistas", y afirman que detrás hay causas económicas y sociales.
Ante el estallido de violencia sin precedente en varias décadas, la respuesta del Gobierno liberal-conservador fue triplicar la presencia policial en Londres y elevar a 16.000 la cantidad de efectivos patrullando.
Las imágenes "enojosas" de jóvenes encapuchados quemando y rompiendo tiendas para llevarse pantallas planas o zapatillas deportivas demuestran que esa parte de la sociedad está "enferma", consideró el primer ministro conservador.
Sin embargo, Cameron se ha negado a establecer una relación entre los disturbios y la pobreza, o a ver en esta explosión de violencia la expresión de un descontento político. "No se trata de política, ni de una manifestación, sino de robos", dijo tajante. Una opinión compartida por el 42% de los británicos, según un sondeo difundido el jueves.
La policía puso pantallas en los centros de las ciudades mostrando fotos de sospechosos y planea instalarlas en los partidos de fútbol de esta tarde.
Los disturbios, que se cobraron cinco muertos, comenzaron con la muerte de Mark Duggan, un hombre de 29 años abatido por la policía en el barrio multiétnico de Tottenham, en Londres. Sin embargo, los cabecillas de esos disturbios, que se propagaron por la capital y a otras ciudades inglesas, nunca han hecho referencia al joven.
Por el momento, la oposición ha evitado atribuir la responsabilidad de la violencia a los recortes presupuestarios decididos el año pasado por el Gobierno de Cameron. "Pienso que lo que tenemos que hacer es evitar las soluciones simplistas", dijo el líder del Partido Laborista, Ed Miliband.
"Pienso que son actos criminales individuales, y no hay excusa ni justificación para ello (...), pero sé que necesitamos ir más allá de eso", dijo a la BBC. "¿Es cultural o se debe a la pobreza y la falta de oportunidades? Probablemente, las dos cosas", añadió Miliband.
Miliband vinculó también los saqueos a la crisis financiera y al escándalo de las escuchas ilegales en el grupo de prensa de Rupert Murdoch, que según él ilustran un clima de irresponsabilidad y de egoísmo, e invitó a la sociedad a hacer un examen de conciencia.
Saqueos y pobreza
Para Tony Travers, sociólogo en la London School of Economics, los saqueos "no son una expresión política". "Puede estar vinculado con la pobreza o las condiciones de vida, pero también con la manera en que algunos han sido educados. Hay que investigar profundamente para saber lo que ha ocurrido", añade.
Gus John, profesor en la Universidad de Londres, va más lejos y cree que los saqueos sacan a la luz la cólera acumulada contra la policía y sus controles y registros, que según él se centran excesivamente en los jóvenes negros. "En gran medida, pienso que es un estallido de cólera contenida contra la policía, pero también la expresión de una absoluta frustración respecto a su situación, porque esta gente no ve que tenga futuro", afirma.
Una opinión compartida por el sociólogo francés Didier Lapeyronnie, que compara la violencia en Inglaterra con los disturbios sucedidos en Francia en 2005 en los barrios periféricos de las principales ciudades.
"Los disturbios son fenómenos localizados en un barrio o en una ciudad donde vive una población desheredada, que tiene la sensación de ser acosada por la policía, de ser víctima del racismo, y al mismo tiempo se siente fuera de la vida política", explica.