Más de 40 muertos en el bombardeo a un centro de migrantes
La ONU repudió la masacre atribuida a las fuerzas rebeldes
TRÍPOLI.- Más de 40 migrantes murieron en un bombardeo contra un centro de detención en la periferia de Trípoli, un ataque atribuido a fuerzas rebeldes al gobierno libio reconocido por la ONU y que suscitó duras condenas y llamados a una investigación independiente.
El Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), con sede en Trípoli, atribuyó el ataque a las fuerzas rivales de Khalifa Haftar, el caudillo del este del país, que lleva a cabo una ofensiva para tomar la capital, en una nación hundida en el caos desde la revuelta popular de la Primavera Árabe, que sacudió la región en 2011.
El vocero de las fuerzas de Haftar, Ahmad al-Mesmari, desmintió sin embargo toda implicación en la masacre y acusó al gobierno de "fomentar una conspiración" para hacerlos responsables.
El incidente sucedió anteanoche, cuando un centro de inmigrantes situado en las afueras de la capital fue blanco de un bombardeo que dejó más de 40 muertos entre los 600 refugiados que se albergan allí, en su mayoría eritreos y sudaneses.
Según el responsable del centro, Nureddin al-Grifi, dos de sus cinco pabellones fueron alcanzados por las bombas. Unos 120 migrantes se encontraban en el bloque 3, que fue alcanzado de lleno. La misión de apoyo de la ONU a Libia señaló en un comunicado que el balance es de "al menos 44 migrantes muertos y más de 130 heridos graves".
El ataque "podría claramente constituir un crimen de guerra", dijo el enviado de la ONU en Libia, Ghassan Salamé. "Esta matanza innoble y sangrienta" es "una consecuencia de las más horribles y trágicas" del "absurdo de esta guerra", añadió el funcionario.
En la localidad de Tajura, donde se ejecutó el bombardeo, están localizados varios sitios militares bajo control del gobierno y es regularmente blanco de ataques aéreos de las fuerzas de Haftar. Se trata de la segunda vez que el centro de migrantes es alcanzado desde el inicio de la ofensiva rebelde en abril.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió una "investigación independiente" y reiteró su llamado a un "alto el fuego inmediato en Libia", mientras arreciaban los combates en los alrededores de Trípoli. Las fuerzas de Haftar reivindicaron ayer un ataque aéreo contra el aeropuerto de la capital, lo que obligó a suspender los vuelos.
La ONU expresó reiteradamente su preocupación por el destino de unos 3500 migrantes y refugiados "en peligro en centros de detención situados cerca de zonas de enfrentamiento". Los dos bandos rivales están convencidos de poder ganar gracias a sus aliados extranjeros, que los abastecen de armas violando un embargo vigente desde el estallido de la crisis en 2011.
El mariscal Haftar cuenta especialmente con el apoyo de Emiratos Árabes Unidos y Egipto. El gobierno reconocido por la comunidad internacional tiene el apoyo de Turquía. A pesar de la constante inestabilidad, Libia es un país de tránsito de migrantes que huyen de conflictos armados o de otras regiones de África y Medio Oriente.
Agencias AFP y DPA
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