Mario Marcel: la elección del ministro de Economía de Gabriel Boric, una señal de moderación que puede provocar internas
Los especialistas creen que el economista, hasta ahora presidente del Banco Central, impulsará un “control del gasto” y realizará “reformas técnicamente impecables”; fue cuestionado por dirigentes de Apruebo Dignidad, que lo tildaron de estar “alejado de la realidad de la gente”
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SANTIAGO, Chile.- “Los economistas debemos ser capaces de salir de nuestra zona de confort”, dijo el titular del Banco Central de Chile, Mario Marcel, la semana pasada en un acto en su honor en la Universidad de Chile. Palabras que fueron tomadas como una “pista” del mercado respecto a lo que se confirmó hoy: el presidente electo, Gabriel Boric, anunció la designación del transversalmente destacado economista como ministro de Hacienda. Un nombre que ya había sonado para ese cargo hace años atrás, para el primer gobierno de Michelle Bachelet en 2006, quien finalmente se inclinó por Andrés Velasco.
El mismo equipo del presidente electo subrayó que el futuro jefe de gabinete de Teatinos 120 es una persona clave en el devenir económico del nuevo gobierno. Por eso desde el 20 de diciembre del año pasado, un día después de que Boric ganara la segunda vuelta presidencial, nombres se sumaron y bajaron para el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, Marcel -cercano al Partido Socialista- no asomaba como una opción sino hasta hace pocos días.
El economista tampoco había dado ningún tipo de señal concreta al respecto, incluso llegó a criticar la “ansiedad y especulación” en torno a quién sería el nuevo jefe de la billetera fiscal, al ser consultado a principios de año si es que estaría disponible para ocupar el cargo.
Marcel es visto en el mercado como una persona que entrega “tranquilidad”, dado que impulsaría un “control del gasto” y realizaría “reformas técnicamente impecables”. Es que es conocida la institucionalidad que el economista le impregna a sus cargos, junto con su alto nivel técnico, pero también su orientación socialista. A lo que se suma su entendimiento y relevancia que le ha asignado al control de la inflación y el correcto manejo de la política monetaria en coordinación con el gasto público.
Tensiones con Apruebo Dignidad
No obstante, la relación entre Marcel y Apruebo Dignidad no ha estado alejada de las tensiones. Diversas voces del sector han criticado el retiro del estímulo monetario, reflejado en la seguidilla de potentes alzas a la Tasa de Política Monetaria (TPM) que ha aplicado el Banco Central en los últimos meses con miras a contener la alta inflación que afecta al país, asegurando que ese tipo de medidas afectan sobre todo a los sectores más vulnerables.
Sin embargo, Marcel se ha defendido, recalcando que es difícil encontrar una mejor política social que el control de la inflación.
También fueron conocidos los encontrones entre Marcel y Apruebo Dignidad -y en general la actual oposición- respecto a su postura absolutamente contraria a los retiros desde los fondos de pensiones que se permitieron para apoyar a las familias en medio de la pandemia.
En reiteradas ocasiones Marcel advirtió que aquello generaría presiones inflacionarias importantes, además del efecto “estructural” que esto provocaría sobre el mercado financiero. Y así fue. “Catastrofista”, “alaraco” y “alejado de la realidad de la gente”, fueron algunas de las expresiones deslizadas por algunos parlamentarios ante las alertas del ahora expresidente del Banco Central.
A ello se suma el proyecto de rebajar la jornada laboral a 40 horas semanales que viene impulsando el Partido Comunista hace algunos años -y que empujaría el gobierno de Boric-, el cual también fue objeto de reparos por parte del Banco Central liderado por Marcel, dado el impacto que podría tener la medida en el mercado laboral.
Por eso, llamó más de una vez a “tener conciencia de lo que se discute” y realizar un debate legislativo con mayor profundidad.
“Tranquilidad” para el mercado
Diversos analistas aseguran que el nombre de Marcel en Hacienda es digno de “celebración” para el mercado, dado que es visto como una señal de “responsabilidad y moderación” del presidente electo, entregando con ello una importante dosis de “tranquilidad” en complejos momentos para la economía local.
El economista de 62 años ha sido presidente del Banco Central desde 2016 e incluso fue ratificado en octubre por el presidente Sebastián Piñera para continuar durante cinco años más, dada su positiva gestión, lo que por cierto no ocurrirá por su decisión de asumir en Hacienda.
Además, ha sido miembro del Consejo del instituto emisor desde 2015. Antes de eso, fue director de Presupuestos durante el Gobierno de Ricardo Lagos y, posteriormente, lideró la bautizada “Comisión Marcel” durante el primer mandato de Michelle Bachelet, un consejo asesor presidencial para establecer directrices de una reforma previsional.
También fue director de la Práctica Mundial de Buen Gobierno del Banco Mundial, además de desempeñarse en importantes cargos al interior de la OCDE y en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Es ingeniero comercial de la Universidad de Chile y cuenta con una maestría en Economía de la Universidad de Cambridge.
Desde el mercado han llegado a calificar de “brillante” su gestión en el Banco Central, sobre todo en medio del desafío que ha significado la crisis gatillada por la pandemia de Covid-19. Asimismo, su posición crítica a los retiros previsionales y su fuerte apoyo a la autonomía de la autoridad monetaria en momentos en que el país redacta una nueva Constitución, suman al atractivo del futuro ministro de Hacienda.
Por Tomás Molina J.
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