Macron llama a un pacto para evitar el extremismo, pero desde su propio espacio le piden que se aparte de la campaña
En la primera conferencia de prensa desde que anunció el adelante de las elecciones, habló sobre el futuro político del país
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PARÍS.- El presidente Emmanuel Macron llamó este miércoles a unirse a todos quienes digan “no a los extremos” antes o después de las elecciones legislativas francesas, que adelantó tras la victoria de la ultraderecha en las elecciones europeas en Francia, pero desde su propio espacio político le exigen mantenerse al margen de la campaña para evitar un nuevo “voto castigo”.
El mandatario, con aspecto sombrío, se dirigió a los franceses por primera vez desde que el domingo convocó elecciones anticipadas tras la contundente derrota de su partido frente a la extrema derecha en los comicios al Parlamento Europeo.
A diferencia de sus últimos discursos a la nación, en los que se centró en la guerra de Rusia en Ucrania y en cómo Europa debía forjar una política de defensa comunitaria, independiente de Estados Unidos, y aumentar las protecciones comerciales contra China, Macron se ciñó a las cuestiones internas que impulsaron el auge de la derecha, incluyendo los límites a la inmigración, la lucha contra la delincuencia y el separatismo islámico en Francia.
“Las cosas son sencillas. Hoy tenemos alianzas contra natura en los dos extremos” del espectro político, dijo el presidente en conferencia de prensa, tres días después del inesperado adelanto electoral.
Macron se refería a la propuesta del presidente del partido conservador Los Republicanos (LR), Eric Ciotti, de aliarse con la ultraderechista Reunión Nacional (RN), una posibilidad que rechazó la mayoría de responsables de su formación.
Pero también al acuerdo de socialistas, comunistas, ecologistas y La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) de crear un “nuevo frente popular”, pese a que su anterior alianza Nupes se rompiera por los desacuerdos entre el ala socialdemócrata y la más radical.
“Llegado el momento, antes o después [de las elecciones], deseo que se unan los hombres y mujeres de buena voluntad que habrán sido capaces de decir no a los extremos”, declaró Macron, llamando a su alianza centrista a conversar con otros partidos.
Macron llegó al poder en 2017 desde el centro atrayendo a los descontentos con la tradicional alternancia entre socialistas y conservadores, y ya durante su reelección en 2022 se presentó como la alternativa a los “extremos”.
El oficialismo quiere atraer especialmente a los descontentos en el Partido Socialista con formar un frente unido con LFI, formación que Macron calificó de “antisemita” y “antiparlamentaria”, y a los conservadores de LR que rechazan el “pacto con el diablo” de la extrema derecha.
Sobre su decisión de convocar elecciones, que los observadores consideran una “apuesta arriesgada”, Macron explicó que se trata de un “movimiento de aclaración” política para “evitar dar las llaves del poder a la extrema derecha” en 2027.
El presidente admitió su “responsabilidad” en el fracaso de su alianza en las europeas, que atribuyó a que su gobierno no aportó las “respuestas” suficientes a las “inquietudes” de los ciudadanos, como en el mundo rural o en el acceso de los jóvenes a la vivienda.
Pero confirmó su programa de gobierno, basado en la “autoridad” y el control de las finanzas públicas, abogó por prohibir los celulares a los menores de 11 años y el acceso a las redes sociales antes de los 15, y aseguró que su primer ministro, Gabriel Attal, lideraría la campaña de su alianza.
Las elecciones legislativas, a dos vueltas, tendrán lugar el 30 de junio y 7 de julio. Los partidos opositores de la izquierda y la derecha se han apresurado a formar alianzas para presentar candidatos. El adelanto electoral no afecta a Macron, que continuará como presidente hasta 2027, pero corre el riesgo de que durante el final de su segundo y último mandato tenga que compartir el poder con un gobierno de otro color político en una “cohabitación”.
Aunque las profundas diferencias entre los partidos a ambos lados del espectro políticos se mantienen, las figuras destacadas que piden un frente unido parecen tener algo en común: no quieren cooperar con Macron.
Pese a las divisiones, los partidos de izquierdas acordaron el lunes a la noche formar una alianza que integra a los Verdes, a los socialistas, a los comunistas y al partido de extrema izquierda Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon.
Por su parte, la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, está trabajando para consolidar el poder en la derecha en un esfuerzo por llevar su triunfo europeo a terreno nacional y acercarse al poder. Se espera que RN, que tiene un historial de racismo y xenofobia, consiga la mayoría de los escaños franceses en la Eurocámara, y podría llegar a ocupar 30 de los 81 asignados al país.
La resistencia a Macron también aparece en su alianza de centro, donde la mayoría de los diputados y responsables prefieren que el presidente se mantenga al margen de la campaña de las legislativas francesas para evitar un nuevo “voto castigo”.
La diputada saliente Béatrice Piron dijo que no pondrá la foto de Macron en su cartel de campaña. “Defenderé mi posición personal, mi apoyo local y evitaré las reacciones anti-Macron que a veces existen”, explicó la candidata en la región parisina.
El adelanto de las elecciones cayó como un balde de agua fría para los diputados oficialistas, cuya candidatura al Parlamento Europeo obtuvo un 14,6%, pese a la implicación en la campaña del presidente y de su primer ministro, Gabriel Attal.
Desde entonces, Macron apareció como el jefe de filas del oficialismo para las legislativas. Pero miembros de su partido Renacimiento prefieren que sea su primer ministro quien se muestre más.
Algunos parlamentarios pidieron que Attal aparezca junto a ellos en los carteles de campaña “y no el presidente”, afirma a la AFP un responsable del grupo parlamentario.
A diferencia de las europeas, que es un voto a nivel nacional, los franceses escogen a sus 577 diputados en sendas circunscripciones.
Otro legislador confirma que, tras el “voto de castigo” a Macron en las europeas, muchos sugirieron durante una reunión del grupo parlamentario que “tuviera cuidado” para evitar un “voto castigo contra los diputados que dan la cara”.
“Yo no haré campaña en las legislativas, como tampoco hice” en 2022 y 2017, aclaró este miércoles Macron durante la conferencia de prensa
El jefe de Estado de 48 años aseguró además que su primer ministro lideraría la campaña, junto a los responsables de los otros partidos de su alianza: MoDem y Horizontes.
“Sigo en la alianza del presidente”, pero “para mi campaña, no puedo apoyarme en [su] imagen”, que se ha vuelto “detestable” para muchos votantes, asegura el diputado Bruno Millienne, de MoDem.
El líder de esta formación, Francois Bayrou, estimó en la cadena BFMTV que “no corresponde al presidente de Francia dirigir esta campaña”, en la misma línea que el jefe del partido Horizontes, Edouard Philippe.
Macron es “presidente en un momento en el que evidentemente las instituciones van a estar sometidas a turbulencias. Esto justifica que él sea total, completa y serenamente presidente”, aseguró Philippe en la misma cadena de televisión.
Attal, Bayrou y Philippe se comprometieron a salir al ruedo de las legislativas, máxime cuando también está en juego quién liderará a la alianza centrista en la elección presidencial de 2027, a la que ya no podrá presentarse Macron.
Agencias AFP y AP
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