Emmanuel Macron extendió la cuarentena y llamó a los franceses a reinventarse
El confinamiento estricto se prolongará hasta el 11 de mayo y comenzará luego a levantarse de manera escalonada
PARÍS.- Los franceses seguirán confinados hasta el 11 de mayo y, después de esa fecha, el levantamiento de las medidas de restricción se hará en forma escalonada y por categorías. Así lo anunció anoche Emmanuel Macron, quien, al mismo tiempo, pidió a sus compatriotas aprovechar esta crisis para ser capaces de reinventarse: "Yo, el primero", prometió.
"El más estricto confinamiento debe proseguir hasta el 11 de mayo. Es la condición para seguir disminuyendo la progresión del virus, obtener sitios disponibles en reanimación y permitir a nuestros servicios sanitarios reconstituir sus fuerzas", declaró Macron en los 27 minutos que duró su tercera intervención televisada desde que comenzó la epidemia del Covid-19 en Francia, que ya provocó 15.000 víctimas mortales.
Reconociendo el esfuerzo que significará para los franceses -confinados desde el 18 de marzo- permanecer aislados cuatro semanas más, el jefe de Estado justificó su decisión al afirmar que las "reglas fijadas, que no deben ser reforzadas ni aliviadas, están demostrando su eficacia". Macron advirtió, sin embargo, que un regreso a la normalidad tomará largo tiempo.
Consciente de la desconfianza provocada en la opinión pública por una comunicación errática y contradictoria al comienzo de la epidemia, el mandatario francés reconoció "con humildad" que "hubo errores e insuficiencias".
"Como ustedes, vi los tropiezos, la lentitud, los procedimientos inútiles. También, las debilidades de nuestra logística", lamentó. "Sacaremos las conclusiones en el momento oportuno", prometió.
Macron también admitió que el Estado no "pudo distribuir la cantidad de barbijos que hubiésemos querido para nuestro personal hospitalario, los enfermeros y los asistentes de salud a domicilio". También subrayó que "desde que todos esos problemas fueron identificados, el gobierno se movilizó para adquirir el material necesario".
Pero la intervención presidencial estuvo, sobre todo, destinada a dar a los franceses detalles sobre el futuro inmediato. A partir del 11 de mayo -dijo- jardines de infantes, escuelas, colegios y liceos abrirán progresivamente. Las universidades, por el contrario, "solo reanudarán sus clases en el verano boreal". También permanecerán cerrados los lugares públicos como bares, restaurantes, cafés, hoteles, cines, teatros y salas de espectáculos. Los festivales y otros eventos multitudinarios estarán prohibidos hasta mediados de julio. Macron prometió, sin embargo, que "la situación será evaluada colectivamente a partir de mediados de mayo en forma semanal".
El presidente fue explícito: el 11 de mayo estará lejos de ser el fin del aislamiento para todos los franceses. Las personas más vulnerables -los ancianos, los enfermos crónicos y aquellos seriamente discapacitados- "deberán permanecer confinadas después de esa fecha, al menos en una primera etapa". El jefe de Estado también evocó la eventual utilización del sistema de tracking (seguimiento) a través de un programa electrónico "voluntario" instalado en los celulares inteligentes, "que respete rigurosamente las libertades individuales". Sobre esa y otras cuestiones, el presidente quiere que debatan ambas cámaras del Parlamento.
Recordando una vez más que la única solución definitiva a la crisis será el descubrimiento de una vacuna, el presidente francés anunció que "a partir del 11 de mayo, estará disponible un test" para cada persona que presente síntomas de la enfermedad y un "barbijo" para cada francés.
"La utilización más amplia posible de tests de detección es un arma privilegiada para salir del confinamiento en el momento indicado. En las próximas semanas seguiremos aumentando el número de esos tests", dijo Macron.
El gobierno francés, que había anunciado un plan de ayuda a las empresas de 50.000 millones de euros, anunció la semana pasada su decisión de duplicar esa suma. Macron anunció anoche medidas suplementarias. "Habrá anulación de cotizaciones sociales y ayudas específicas para los sectores que, como el turismo, la hotelería, los restaurantes, la cultura y los eventos, se verán duramente afectados", precisó.
El Estado también proveerá una ayuda excepcional para las familias modestas con niños, así como para los estudiantes precarios.
Macron insistió en todas las incógnitas que plantea la pandemia, anunció una nueva intervención para evocar el "después" de la pandemia y prometió "días mejores".
"El momento que vivimos representa una convulsión íntima y colectiva", dijo el joven jefe de Estado, mucho menos marcial que en discursos anteriores. "Hay en esta crisis algo de positivo. La posibilidad que nos da de salir de los caminos preconcebidos y las ideologías. La ocasión de reinventarnos. A mí en primer lugar", concluyó.
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