Macron encontró en Buenos Aires el fervor que no despierta en Francia
Los "chalecos amarillos" se manifestaban por todo el país, muchos al son de "Macron démission", pidiendo la renuncia del presidente Emmanuel Macron. Él intentó desactivar las protestas, pero no lo logró. Viajó a la Argentina ayer, aterrizó en Ezeiza a la noche, sorteó con una sonrisa la falla en el protocolo de la "greeting party" y luego cenó en un restaurante en Puerto Madero. Esta mañana, casi como un turista, recorrió una librería, visitó una fundación en homenaje a Jorge Luis Borges, conoció la Catedral Metropolitana y caminó por Plaza de Mayo. Fervor de Buenos Aires.
Lejos del Elíseo y de las violentas revueltas desencadenadas por la decisión de gravar el diesel y la nafta para alentar el uso de transporte ecológico y sustentable, Macron aprovechó sus horas en la capital argentina.
Anoche cenó junto a su mujer, Brigitte Torneaux, en el restaurante Cabaña Las Lilas, en Alicia Moreau de Justo al 500, en Puerto Madero. Esta mañana, Macron y su esposa fueron a El Ateneo Grand Splendid, en Santa Fe al 1800, en Recoleta, elegida por varios medios internacionales como una de las librerías más importantes y bellas del mundo. Pudieron observar la cúpula de la librería, decorada con frescos que celebran el fin de la Primera Guerra Mundial. Saludaron a empleados, clientes y transeúntes y posaron sonrientes para las fotos.
Aficionado a las artes y la historia, el presidente francés también visitó la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, en Anchorena 1660, en Recoleta, adonde fue recibido por la escritora y traductora María Kodama, viuda de Borges. El mandatario recorrió las instalaciones, hojeó libros y conversó con Kodama.
Elle a vécu aux côtés du grand écrivain argentin de l’universel : Borges. Rencontre avec María Kodama. pic.twitter.com/PMJSZMJMZ7&— Élysée (@Elysee) November 29, 2018
Hacia el mediodía, Macron se acercó a la zona de Plaza de Mayo. Primero conoció la Catedral Metropolitana de Buenos Aires y luego caminó por la plaza histórica. Les dio la mano a todas las personas que se acercaron a saludarlo y sonrió para todas las fotos. Finalmente, entró en el perímetro de la Casa Rosada, adonde fue recibido en la explanada por la Fanfarria Militar Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín.
El presidente Mauricio Macri y la primera dama, Juliana Awada, esperaban a Macron y Brigitte en la puerta de la Casa de Gobierno. Primero entraron ellos; ellas los siguieron. De izquierda a derecha, Brigitte, Macron, Macri y Awada posaron para las fotos en el Salón Blanco. Luego, los mandatarios se reunieron a solas en el despacho presidencial.
Tras la reunión bilateral, Macron y Macri dieron una conferencia de prensa. "No es casualidad que la primera visita que hago a América Latina sea a la Argentina. Vine por los encuentros que venimos manteniendo", sostuvo el presidente francés. Hubo elogios cruzados.
Los mandatarios y las primeras damas compartieron un almuerzo en El Descanso, en el Delta. Por la tarde, Macron y su esposa irán al Parque de la Memoria, el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, el espacio público en la costa del Río de la Plata que es recuerdo, homenaje, testimonio y reflexión. Entregarán rosas blancas a familiares de detenidos-desaparecidos y luego arrojarán flores al agua.
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