Lula salió de la cárcel para ir al funeral de su nieto
LA NACION
SAN PABLO.- El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso en la cárcel de Curitiba, llegó este sábado bajo custodia policial a San Paulo para asistir a las exequias de su nieto Arthur, de siete años, quien murió ayer víctima de una meningitis meningocócica.
El exmandatario (2003-2010) llegó al aeropuerto de Congonhas hacia las 8.45 (hora local) en una avioneta del gobierno del estado de Paraná, según confirmaron sus allegados. El entierro del pequeño Arthur -hijo de uno de los cinco hijos de Lula, Sandro Luis- está programado para realizarse al mediodía en el cementerio Jardim da Colina, en la vecina São Bernardo do Campo, el mismo donde está enterrada la exprimera dama Marisa Letícia, fallecida en febrero de 2017.
Lula, de 73 años, obtuvo un permiso de salida para poder asistir al funeral. A diferencia de solicitudes similares anteriores, los fiscales del Ministerio Público del estado de Paraná se expresaron a favor del pedido del máximo líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), encarcelado desde abril del año pasado, condenado a 12 años de reclusión por corrupción y lavado de dinero en una causa vinculada a la Operación Lava Jato. Ayer a la tarde, la jueza Carolina Lebbos, del 12º Tribunal Federal de Curitiba, aprobó el viaje.
Es la segunda vez que Lula sale de la sede de la Policía Federal de Curitiba: la primera había sido en noviembre, cuando había sido llevado a prestar declaración ante un tribunal de primera instancia de Curitiba.
Lula "está muy triste", contó la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, quien lo visitó ayer. "Nunca esperó una noticia como esta. Dijo que debería estar prohibido que un padre entierre a su hijo, que un abuelo entierre a su nieto", agregó.
La ley. La Ley de Ejecución Penal prevé que los condenados a régimen cerrado puedan ser autorizados a dejar la prisión, bajo escolta, en casos de muerte o enfermedad grave de un conjugue, compañero/a, familiar ascendente o descendente, o hermano/a.
Sin embargo, el mes pasado, cuando falleció uno de los hermanos de Lula, Genival, tanto la Policía Federal como el Ministerio Público y la jueza federal no autorizaron su salida para ir al funeral: el permiso fue otorgado a última hora, pocos minutos antes del entierro, por el Supremo Tribunal Federal.
"No dejaron que me despidiese de Vavá por pura maldad", había dicho Lula en esa ocasión.
Desde que está preso en Curitiba, el expresidente fue visitado regularmente por sus familiares; su nieto Arthur había estado allí en dos oportunidades.
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