Lula quedó un paso más cerca de la cárcel y el PT piensa en otros candidatos

RÍO DE JANEIRO.- Condenado a 12 años de prisión por corrupción, el expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva quedó ayer más cerca de ir a la cárcel y más lejos de la campaña para las elecciones de octubre próximo, luego de que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) rechazó un pedido de habeas corpus preventivo para que pueda apelar la sentencia en libertad. La unánime decisión de la corte obliga al Partido de los Trabajadores (PT) a empezar a pensar en una candidatura alternativa a la del exmandatario.

"El tribunal prefirió mantener la posición punitiva que está de moda en el país y perdió la oportunidad de evolucionar y volver a dar a la garantía constitucional de presunción de inocencia su debido valor", se lamentó el abogado de Lula, José Paulo Sepúlveda Pertence, tras el fallo de los cinco magistrados del STJ en Brasilia, y reclamó que la prisión solo debería ser ordenada una vez que se agoten absolutamente todos los recursos en las instancias superiores.

De esta manera, quedó abierto el camino para que Lula sea detenido cuando la corte de apelaciones que en enero ratificó su condena en Porto Alegre, el Tribunal Regional Federal de la 4» región (TRF-4), termine de brindar las aclaraciones solicitadas por la defensa del expresidente sobre su fallo, presumiblemente en el transcurso del próximo mes. El TRF-4 confirmó la sentencia emitida en primera instancia por el juez federal Sérgio Moro en el marco de la operación Lava Jato, que halló culpable a Lula de recibir como "soborno en especie" un departamento tríplex de la constructora OAS a cambio de haberle garantizado a la empresa jugosos contratos con Petrobras durante su gobierno (2003-2010). Sin embargo, la corte de apelaciones amplió la pena de reclusión de nueve años y medio a 12 años y un mes.

"La jurisprudencia no impide la ejecución anticipada del castigo una vez que se cierre la fase de hechos y pruebas", resaltó ayer el juez relator del caso en el STF, Félix Fischer.

A Lula aún le quedan algunas cartas jurídicas por jugar. Una vez que el TRF-4 publique los esclarecimientos sobre su condena y antes de que el juez Moro ordene el cumplimiento de la pena, los abogados del expresidente pueden interponer recursos extraordinarios tanto ante el STJ como ante el Supremo Tribunal Federal (STF) para impedir su prisión sobre la base de errores en el proceso o violaciones de principios jurídicos. Pero luego de la decisión unánime del STJ ayer, la mayor apuesta del máximo líder del PT está en la Corte Suprema.

El escenario allí tampoco es muy favorable. Los abogados de Lula ya habían presentado un pedido de habeas corpus preventivo ante el STF el mes pasado, pero la medida cautelar fue negada por uno de los magistrados, que derivó el caso al plenario y todavía no tiene fecha para ser analizado. De cualquier modo, el propio STF ya consideró un pedido similar el año pasado y en aquel momento entendió que luego de una condena en segunda instancia ya debe empezar a cumplirse la pena impuesta. La esperanza de los petistas es que con una nueva composición de la Corte pueda rever ese entendimiento.

"Es urgente que el STF juzgue las acciones que defienden el principio constitucional de la presunción de inocencia. Nadie, sea Lula o cualquier otro brasileño, puede ser privado de su libertad antes de que la causa sea juzgada en última instancia", se quejó el PT en un comunicado, en el que reiteró la inocencia de Lula y su intención de competir en las elecciones.

Aunque las encuestas indican que el expresidente es el candidato favorito para los comicios, con un 36% de las intenciones de voto, la legislación electoral brasileña (por la llamada ley de ficha limpia) no permite que una persona condenada en segunda instancia por un órgano colegiado sea candidato a un cargo electivo.

El PT adelantó que el 15 de agosto intentará registrar la candidatura del expresidente sub judice, en tanto se agotan todos los recursos ante las instancias superiores. Pero, puertas adentro, ya empieza a barajar nombres alternativos. El que más suena ahora es el del exalcalde de la ciudad de San Pablo Fernando Haddad, luego de que otra opción que era analizada, la del exgobernador de Bahía Jaques Wagner, fue descartada por los problemas legales que ahora también enfrenta. Un grupo de intelectuales ligados a la izquierda defiende la candidatura de Haddad y presionó al PT para que lo anuncie cuanto antes. Es que la resistencia de la cúpula petista a explorar un plan B ya llevó a otros aliados de izquierda a distanciarse del PT y lanzar sus propias candidaturas presidenciales independientes.

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